Capitulo XX

 Tan pronto como se supo la noticia del nacimiento de un varón la familia se regocijo ampliamente, les fueron enviado regalos de muchos lugares, en cuanto a Nathaniel, nació sano. Emily lo tenía entre sus brazos y no dejaba de admirarlo, su tan esperado momento había llegado, el momento fue respetado por todos quienes dejaron que solo Daniel y ella estuvieran solos por algunos minutos ellos dedicaron ese tiempo a hablarse, el parto no había sido fácil, ella estaba muy asustada y no permitieron entrar a nadie que no fuera aceptado por la partera, Daniel observo a su pequeño hijo y estaba terriblemente feliz, en ese momento entro Elizabeth, observo a su sobrino unos segundos y luego lo cargo para revisar que todo estuviera bien... tal como le había enseñado Emily.

— Ya lo había revisado — le dijo Emily.

— Lo sé — le respondió Elizabeth — pero apuesto que estas cansada, lo revisare bien y lo limpiare.

Luego de que todo estuviera listo y limpio pasaron los demás a ver al bebé. Mishka estaba especialmente fascinada por el bebé y no lo disimulaba en absoluto.

— Quieres cargarlo — le pregunto Chris.

— No sé cómo hacerlo — respondió ella — esta es la primera vez que estoy tan cerca de un bebé.

Una de las sirvientas que aún permanecía en el cuarto limpiando algo se asombró tanto que por unos segundos dejo lo que estaba haciendo y miro a Mishka, pero aquella sirvienta no era la única, todos con excepción de Chris estaban asombrados por su declaración.

— ¿Qué hay de tu hermano? — le pregunto Emily.

— Yo era muy pequeña — respondió Mishka — no me dejaron acercarme a él; ni a mí ni a ningún otro niño.

— Siéntate — le dijo Chris y ella le obedeció.

Chris entonces tomo al bebé de brazos de su hermana le dijo a Mishka como debía poner los brazos y la dejo cargar al bebé.

— Que pequeño es — observo Mishka.

— Si lo ves saliendo no parece tan pequeño — le dijo Elizabeth.

— Y si tienes que pujarlo te parece enorme — dijo Emily.

El bebé permanecía dormido, porque al igual que Emily él estaba cansado.

Mishka no podía quitarle los ojos de encima mientras que el bebé hacia extraños gestos.

— ¿Quieres que te haga uno? — le pregunto Chris a su esposa.

— No — respondió ella de inmediato — aun no, en unos años, aún estoy muy joven.

 Chris se rio porque sabía que esa sería su respuesta.

Para no seguir importunando todos salieron y dejaron solos a los padres con su bebé.

En los días siguientes Emily supo que tener a un bebé recién nacido era mucho más que tener a esa hermosa criatura, era mucho trabajo y ella estaba muy cansada y sinceramente algo frustrada, quería ser una buena madre, pero no podía evitar llenarse de dudas.

Emily estaba fascinada por su bebé, desde el momento en que lo tuvo en sus brazos por primera vez lo sintió como la cosa más hermosa y fascinante del mundo.

Pero había un problema el bebé lloraba y ella no lograba entenderlo, estaba limpio y seco, estaba lleno, estaba sano. ¿Porque lloraba si no tenía motivos para hacerlo?

Ella ya había tenido contacto con el bebé de Mary... pero normalmente se lo entregaba a su madre en cuanto empezaba a llorar y eso era algo que no podía hacer con Nathaniel.

Mary le dio un par de trucos que aprendió cuando pasó por lo mismo y Chris le enseñó lo que sus padres le habían enseñado y lo que aprendió al tener que cuidar a una bebé por su cuenta.

Se supone que la clase social les permitiría tener una nodriza o por lo menos una niñera para él bebé, pero Emily se negaba a ello.

Se supone que la clase social les permitiría tener una nodriza o por lo menos una niñera para él bebé, pero Emily se negaba a ello, decía que quienes tenían que atender las necesidades de su bebé eran ella y Daniel y no otras personas, aunque claro ocasionalmente Nathaniel terminaba con alguno de sus tíos.

En la época los hombres no solían ser muy participes en los cuidados del bebé por lo que parecía muy extraño ante otros que Emily y Chris exigieran a Daniel formar parte de ello, Daniel sabía que sería así desde antes, Emily se lo había dicho, pero aun sabiéndolo no le era tan fácil, siempre le habían enseñado que solo la mujer tiene lo necesario para el cuidado del bebé, y el sinceramente tenía miedo de hacerlo mal y que por su torpeza el bebé saliera lastimado, discutieron un par de veces por el tema hasta que se sinceraron, Daniel tomo más participación en el cuidado de Nathaniel y lo amo más y se dio cuenta de que no era tan frágil, y así Emily pudo descansar más y poco a poco fue superando sus temores por lo menos en parte.

Unos tres meses pasaron relativamente rápido, y ahora que Nathaniel estaba un poco mas grande y fuerte volvía a surgir la idea de mudarse a Londres, aun no tenían un lugar, pero la idea ya había sido discutida un sinnúmero de veces y todos estaban de acuerdo, mudarse a Londres parecía inevitable, a Elizabeth le incomodaba la idea; su percepción de Londres no era muy buena, allí siempre había bullicio y mucha gente y por supuesto allí estaba la tía Edith.

Chris y Mishka también estaban de acuerdo con la mudanza, después de todo casi siempre que querían algo debían ir a Londres a buscarlo.

El plan era que tan pronto como fuera posible se irían a Londres y buscarían allí dos propiedades adecuadas, y como siempre el tiempo no tardo en pasar, y tuvieron que ir a Londres. Chris y Mishka prefirieron alojarse en una posada para evitar cualquier clase de conflicto; los demás hubiesen hecho lo mismo, pero se les hizo imposible, la mejor manera de evitar a Edith era saliendo temprano en la mañana con el pretexto de la búsqueda de una propiedad.

Lamentablemente para Emily ella no podía escapar de la casa, tenia que soportar los consejos de Edith y un grupo de señoras que aseguraban que todo cuanto ella hacía, lo estaba haciendo mal, incluso tuvo una muy fuerte discusión con Edith en la que termino por decirle que Nathaniel era su hijo y que ella no tenía el más mínimo derecho a decirle como cargarlo o alimentarlo; por supuesto Edith guardo un sermón para su sobrino por su mala elección de una esposa.