A través de la Segunda Estrella

Como todos los días...

Narra Bri Darly

Despierto con la suave luz de la Luna filtrándose por la ventana. Al girar la cabeza, veo a mi hermana profundamente dormida, ajena a mi intención de levantarme. Un alivio, porque así puedo salir de la cama sin que ella note mi partida. Me desplazo en silencio por la casa, como un ninja en la penumbra de la noche. La puerta principal se abre sin hacer ruido, y salgo con facilidad.

–¡Qué hermosa noche!–Susurro para mí misma mientras me alejo de la entrada y me dirijo al patio que se extiende frente a la casa. Tomo impulso y me elevo hacia el cielo con la agilidad de quien teme ser confundida con una extraña ave y convertirse en blanco de disparos. En las alturas, diviso mi estrella y me dejo llevar por la atracción de su campo magnético.

La transición es vertiginosa, colores vibrantes y luces intensas se suceden rápidamente. Cubro mis ojos mientras doy vueltas en el aire, hasta que mi piel siente el contacto con la gélida atmosfera. He llegado a la dimensión de NJ, mi hogar. Surco cielos sobre vastos océanos, divisando la silueta de la isla a lo lejos.

Después de unos minutos me encuentro con la costa de aquella gigantesca isla donde el mar se encuentra con la arena, me detengo haciéndome caer suavemente para pararme en la arena, camino unos metros hasta llegar a la casa (La casa fue construida de tal manera que si hubiese algún problema en NJ y tuviésemos que refugiar a muchas personas ,tuviese espacio suficiente para todas esas personas ,por afuera la casa tiene forma de niveles en escalera, tiene alrededor de 72 habitaciones, con baño incluído ,9 salas de estar, 7 áreas de juegos, 4 cocinas, una sala de música, un gimnasio, cine y una gran terraza con vista panorámica ,muy espaciosa y techada con madera como último nivel de la casa que parece más una mansión, la casa en la primera de las partes, tiene una sala muy grande de techo alto y 3 grandes ventanas en la parte de enfrente, al lado se encuentra la cosina principal con todos los electrodomésticos que te imagines y una espaciosa isla ubicada en el centro, una imagen más clara es, imaginemos que tenemos un rectángulo y dos cuadrados ...ok, el rectángulo es el tamaño de la sala y los dos cuadrados son la cocina principal y en la parte de arriba se encuentra una sala de estar con vista a la playa, junto a la pared de la cocina se encuentran las escaleras que conducen al segundo nivel de la casa, en donde se encuentra un pasillo extenso, que al final se encuentran las siguientes escaleras que conducen al tercer nivel; en el pasillo hay 7 habitaciones las dos primeras son mi cuarto y el de Edward; siendo éstas las más grandes).

Llego a la parte de enfrente de la casa , abriendo la inmensa puerta que pesa toneladas, me adentro y a los primeros que encuentro sentados en los sillones de la sala son a mi mejor amigo Edward, Eduardo el hermano favorito de Edward, Emmet que se encuentra en la cocina y Alex el chico más entrometido de la vida, creo que ha de tener oídos súper sónicos porque de todo se entera ese cipote, pero a pesar de eso nos toca quererlo.

–¡Hola!– Me dice Emmet al verme– Hasta que se te nace por llegar, tengo horas de estarte esperando con tus deliciosos panqueques. 
–Ahh si es que... ya sabes que siempre me duermo y se me olvida que tengo que levantarme para venir aquí.
–Camino tras el para entrar a la cocina, rápidamente persivo el delicioso olor a desayuno recién preparado.

–Vale princesita, siéntate que ya te sirviré tu desayuno–sujeta un cucharón lo mete en la mezcla de masa para panqueques y lo mueve a una velocidad increíble, ya tiene experiencia ya que es chef y ama cocinar–No es por presumir pero este desayuno me ha quedado delicioso, digno de un rey ..ó más bien de una princesa– Ríe mientras lame el cucharón que estaba utilizando.

Sonrío levemente y dirijo la mirada hacia la sala en donde se encuentran algunos de mis amigos.

–¿Y los demás,en dónde están? ¿Acaso no se han levantado?– Me levanto de dónde estoy sentada porque Emmet se tarda un poco en sacarme de desayunar, así que para mientras voy a hablar con Edward, que se encuentra hablando con Eduardo.

–¡Hey Edward! ¿Qué tal?– Me dirijo hacia él y le doy un fuerte abrazo–.

–Hola Bri. Todo bien solo que ¡No quiero ir a trabajar!–Suelta mi abrazo y esto último lo dice cansado.

Edward trabaja en una empresa, es vicepresidente de la empresa así que el solo se encarga de tomar las decisiones de la empresa porque el jefe lo dejó a cargo de su empresa mientras él hace otros negocios.

–Si, pero si no vas a trabajar ¿Quién nos va a mantener?

–Esto último lo digo de manera burlona, porque Edward tiene mucho dinero por dos razones, #1:Es famoso , #2:Es un chico trabajador y le pagan bien.

–¿Sabes qué?, tienes razón, mejor voy a alistarme...–Edward se mueve a una velocidad sobrenatural porque es vampiro, así que se alista en cuestión de segundos, sale de su habitación, dirigiéndose otra vez a la sala, acomodándose su corbata en el cuello–¿Qué quieres que te traiga?–Me pregunta mientras amarra su corbata.

–Amm, pues emmm lo de siempre –Murmuro.

Edward tiene bastante tiempo de trabajar en esa empresa y cada vez que va a trabajar siempre me pregunta que es lo que quiero a lo cual siempre le respondo un batido de chocolate y crema de galleta que lo venden cerca de donde él trabaja.

–Ok, te lo traigo después de trabajar, se dirige hacia la puerta, por fin terminando de amarrar su corbata.

–¿Hago lo de siempre señor? -Dice Protocolo.

Protocolo, un robot con forma de enorme mano, se erige como una creación magistral de Cristofer, conocido cariñosamente como "Cristofer el mecánico". Diseñado para encargarse de las labores domésticas, desde las tareas cotidianas hasta la preparación de comidas, este ingenioso autómata se convierte en una presencia indispensable en la casa.




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