Sigo aturdida por lo que pasó, intentaba aparentar que estaba bien, al menos ante Edward como el tiene el don de leer los pensamientos muchas veces tiende a hacerlo, pero solo cuando el siente que la persona no está bien y no quiere decirlo, mientras tanto Edward no note nada raro, no leerá la mente porque el respeta los secretos personales.
Mis amigos estaban en la sala, básicamente todos los hermanos de Edward, estaban viendo que juegos haríamos en la fiesta de esa noche, las chicas estaban en la cosina preparando las comidas que servirían, pasé por la sala, dirigiéndome hacia en dónde estaban los chicos para ver qué juegos planeaban hacer y todos se amontonaban platicando.
Alex: ¿Y si jugamos botellita?.
Eduardo: La última vez te besaste con un zapato.
Alex: Viejos tiempos.
Stiven: ¿Dardos?
Cristofer: Salieron muchos heridos en ese juego.
Lian: ¡La caja sorpresa!.
Alex: Si ese tenemos tiempos de no jugarlo.
Emmet: ¿Y quien se encargará de meter los objetos a la caja?.
Stanley: Eso Alice lo hace y ¿que otros juegos hacemos?.
Dániel: ¿Preferirían algo tranquilo?.
Alex: Yo prefiero algo emocionante, ¡Quien me apoya!.
Eduardo: Claro que serán emocionantes, ya tengo anotado los juegos que creo que haremos.
Jareth: ¿Qué tal el tesoro escondido?
Eduardo: Me gusta, ya lo agregué ¿otro juego, hermanos?.
Cristian: ¿¡Juegos matemáticos!?
Absolutamente todos dijeron:Talvez la próxima.
Frank: ¿Charadas?.
Cristofer: ¡Aburrido!.
Mitch: Y si solo hacemos los bailes.
Eduardo: ¿Por qué eres tan aburrido Mitch? Ahora entiendo porqué no tienes novia–Mitch le da un zape en la cabeza.
Franklin:¿Por qué no se nos ocurrió antes?.
Todos:¿Qué?.
Franklin: ¿Quien se acuerda de nuestro juego llamado cartitas secretas?–Todos se miraban con cara traviesa y Alex no era la excepción.
Eduardo: Ya lo anoté, ¿alguno más?.
Kenneth: El clásico "Verdad o reto".
Alex: Sí, sí, sí, mil veses sí–He de destacar que ese es el juego favorito de Alex, es una incógnita porque le gusta tanto.
Luego de tres horas de plática ya sabía que juegos se venían y ahora podría evitarlos jugar.
Edward llamó mi atención y salimos de la casa, me despedí de los chicos y salí subiéndome a la camioneta.
–¿Buscarás un vestido?–Preguntó Edward acomodadno el retrovisor de su lado.
–Si...pero talvez hay otros estilos de ropa que pueda probarme–Recuerdo que a Edward siempre le ha gustado verme con vestidos, también recuerdo cuando el intentaba peinarme, son dolorosos recuerdos ಠ‿ಠ.
Luego de unas horas de viaje, siempre tomando por alto las señales de tránsito, nos estacionamos frente a una tienda, bajamos del auto y Edward me agarró la mano, pensé que era para que no me "perdiera" o algo así, pero cuando ví que Edward miraba seriamente en una sola dirección al girarme noté que un grupo de chicos nos estaban mirando.
Entramos a la tienda, a cualquier lado que volteará a ver, habían maniquíes con bonitas prendas de vestir, caminaba observando detalladamente y me detuve en un vestido negro pegado, sin que Edward me viera, tomé el vestido para probarmelo porque sabía que Edward no me dejaría usar un vestido así de atrevido. Busqué los probadores y entré a uno, estando dentro me coloqué el vestido y por la parte de abajo de la puerta del probador ví los zapatos de Edward.
–Encontré unos vestidos que creo que te quedan–Pasó los vestidos por la parte de arriba de la puerta, había un vestido rosado, en lo personal detesto ese color.
Pocos minutos después salí del probador un poco temerosa por lo que me diría Edward quien me esperaba en unos sillones serca del lugar, suspiré antes de salir y cuando por fin lo hice, Edward me miró por largo rato, no sabía que expresión tenía, parecía estar serio pero a la ves ¿normal?, luego de unos dos minutos por fin articuló unas palabras.
–¡Me encanta!– Se veia sorprendido.
No me lo podía creer, aunque si lo pensaba bien,creo que dijo que le gustaba para irnos rápido.
–Bueno ahora que encontramos el vestido, irémos a pagarlo y luego te invito a comer–Tomó el vestido y dirigió sus pasos hacia el mostrador, sacando la cartera del bolsillo tracero de su pantalón.
Edward le pasó el vestido a la cajera, pude notar como la muy descarada se "comía con la mirada" a Edward quien parecía no notarlo.
*¡Así como este me quita el ganado, yo se lo voy a quitar a él!*
Me acerqué a Edward y me le recosté en el brazo, Edward no sabía porqué hacia eso pero no le importó de echo me dió un beso en la cabeza, la chica hasta cambiaba de colores jajaja, se sentía bien provocar celos, Edward pagó el vestido y tomó de las manos la bolsa que le pasó la mujer.
Salimos de la tienda y entramos a otra para comprar zapatos y accesorios, luego de unos dos horas por fin podíamos ir a comer.
~Estando en el restaurante~
–¿Qué se te apetece?, pide lo que quieras– Me dijo Edward pasándome el menú.
Tomé el menú y leí los manjares de comida que servía ese restaurante y elegí una pizza, Edward estubo de acuerdo con elegir la pizza he incluso ordenó papas fritas y algunos batidos para llevar.
Al terminar de almorzar salimos a caminar a un parque sercano de dónde estábamos, Edward se entretuvo en su teléfono y yo me concentraba en el bosque cuando depronto un "flash" de luz pasó por mi vista, mostrándome nuevamente mi "sueño o visión", perdí el equilibrio y eso me hizo caer de rodillas al suelo, mi cabeza daba vueltas y mi vista se nublaba, no podía ver mi mano aunque la tubiese frente a mí, repentinamente volvía a tener los destellos de luz mostrándome más fragmentos de imágenes que recordaba en los instantes pero desaparecían cuando recobraba el sentido.