A través de la Segunda Estrella

Pre-entrenamiento de guerra

Llegaba a la costa de Nunca Jamás, el clima era demasiado frío para mí gusto.

*¿Por qué hará frío si estamos en tiempos de verano?*.

Me acerqué a la entrada, en la sala no había nadie solo Protocolo que se encontraba arreglando los muebles que nuevamente serían desordenados por mis amigos al levantarse de sus camas.

Me dirigí hacia mi cuarto, estaba poco iluminado, las ventanas permanecian cerradas. Me senté en la cama y me quedé ahí, pensando en todas las cosas que podría estar tramando el Lobo Alpha, para nuestra suerte ya no tiene a la "Luna Llena" para que sus hechizos sean más fuertes, pero eso no significa que no sean mortales.

Me tiré en la cama y me quedé profundamente dormida...

Narra Jack Frost.

–¡En serio que me encanta arruinarte el día!– Le espetó a Conejo, quien visiblemente molesto se sacudía la nieve de las orejas.

–¿Por qué no te ocupas de tus responsabilidades en lugar de molestar, NIÑO PRESUMIDO?–

*Siempre con ese "bla bla bla" sobre "responsabilidades". Odio esa palabra, pero ¿a qué se refería con "presumido"? Eso me ofende.*

Caminé, apretando mi bastón con determinación, preparado para helar las patas de Conejo. Sin embargo, mi avance fue detenido por Norte, quien insistió en que me retirara para atender mis deberes como Guardián. La Hada de los Dientes repitió la misma petición. Cansado de escuchar sobre mis "obligaciones", me resigné y me marché, pero no sin antes congelar las orejas de Conejo, sabiendo que era su punto más sensible.

Emergí de la guarida de Norte y extraje las bolas dimensionales de mi bolsillo. En un susurro, indicé el lugar al que deseaba ir y lancé las esferas. De repente, me encontré en las costas de Nunca Jamás, donde el clima era simplemente encantador. Inspiré profundamente, sintiendo el fresco aire que emanaba de este mágico lugar, y exhalé con gratitud el frío aire que emanaba el lugar.

*¿Por qué hará frío si estamos en clima de verano?*

Ingresé a la casa con un susurro suave de la puerta al cerrarse. La atmósfera era tranquila, envuelta en un silencio matutino apenas roto por los sonidos suaves de Protocolo moviéndose en la cocina. La luz tenue de la mañana se filtraba a través de las cortinas, pintando suaves destellos dorados en las paredes. El aroma tentador del desayuno recién comenzado flotaba en el aire, creando una sensación acogedora y hogareña. Mientras tanto, solo Protocolo y yo compartíamos el espacio, como si el resto del mundo aún estuviera envuelto en un sueño tranquilo.

–¿Qué le gustaría desayunar, joven Jack?–me preguntó Protocolo.

La cocina relucía con impecable orden, como era de esperar después de haber sido utilizada por Emmet.

Me acerqué a Protocolo, tomándome unos minutos para reflexionar sobre mis antojos matutinos. En ese momento, lo único que realmente ansiaba era una taza de leche con chocolate. Se lo pedí a Protocolo, quien respondió sacando una gran olla con dedicación para preparar mi pequeña indulgencia.

–¿Por qué eliges usar esa gran olla?–pregunté mientras flotaba sobre él, tomando asiento en la encimera y apoyando mi bastón en las piernas.

–Teniendo en cuenta el clima frío, joven Jack, sé que no serás el único que pedirá leche con chocolate–. Sus palabras tenían sentido, y para pasar el tiempo, decidí dirigirme hacia la sala.

En el trayecto, me encontré con Cristian, quien se frotaba los ojos, mostrando signos de somnolencia. Sus ojeras y sus ojos casi cerrados me indicaban desvelo..

–¡Eh, Jack! ¿Qué haces tan temprano aquí? Si mal no recuerdo, no eres fanático de madrugar.

–Ja ja, muy gracioso–reí con sarcasmo–Es solo que... hubo indicios de que mi ausencia sería más beneficiosa para todos y... según ellos mucho molesto.

–No están tan alejados de la verdad–sus carcajadas resonaron en el lugar. Pasó a mi lado quejándose del intenso frío, reflexionando sobre lo mismo que yo.

–¿Acaso eres tú el responsable del frío, Jack?–Siendo honesto, el clima también se ve afectado por mi presencia en la zona, aunque no con tanta intensidad, a menos que así lo desee.

–No, Cristian, no soy yo quien provoca el frío–afirmé.

–Ya sé qué es. Ahora recuerdo que Piter salió de Nunca Jamás–comentó Cristian mientras acomodaba sus lentes sobre el tabique de su nariz.

Piter es la primera persona en habitar Nunca Jamás. La naturaleza de este lugar está prácticamente vinculada a él. Cuando Piter no está en Nunca Jamás, las estaciones cambian; hace frío o llueve abundantemente. En cambio, cuando está presente, el clima es veraniego y cálido.

Caminé hacia la sala, me senté en uno de los muebles y me recosté en el respaldo mientras veía un programa de televisión. Estaba a punto de cerrar los ojos por el cansancio cuando el movimiento ajetreado del sillón me hizo saltar y levitar sobre este.

–¿No puedes sentarte tranquilamente en el maldito sillón?–

–Perdón–dijo Alex–, no sabía que estabas ahí–me decía mientras ahogaba su risa con un cojín.

Descendí de los aires y giré mi bastón para colocarlo sobre mi hombro. Alex, mostrando curiosidad, me preguntó algo.

–¿Siempre que colocas tu bastón sobre tu hombro, tienes que hacerlo con una maniobra cool?–.

–Hmmm, sí, creo que sí. Se ha vuelto una especie de hábito. De hecho, tengo más trucos bajo la manga...– Comencé a girar mi bastón, lanzándolo y atrapándolo en el aire a una velocidad asombrosa. Realizaba piruetas que hacían que mi bastón brillara en el aire. Quería impresionar a Alex y, como acto final, planeaba lanzarlo y atraparlo, terminando con un efecto que esparciría nieve por el suelo. Alex estaba visiblemente impresionado por mis acrobacias.

Cuando estaba a punto de concluir mi maniobra, lancé mi bastón. Justo en el momento en que iba a atraparlo, giré mi vista hacia las escaleras. Bri, con su cabello suelto, bajaba por ellas captando mi atención. Al girarme para recibir mi bastón, recibí un golpe directo en la cabeza con mi propio objeto, sintiendo cómo mi cerebro rebotaba dentro de mi cráneo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.