No tendrás tanta suerte a la próxima

Estando en casa, las horas parecían transcurrir lentamente, pero me sumí rápidamente en el sueño. Mi mente se convirtió en el campo de batalla donde mis temores más oscuros cobraban vida; en mis pesadillas, el lobo Alpha emergía y aniquilaba a toda mi familia. Mis amigos Guardianes intentaban ayudarnos, pero en algunos momentos, sus voces resonaban acusándome de ser la culpable de todo.

Al despertar, me levanté rápidamente de la cama, agarrándome la cabeza. Un mareo momentáneo me recordó la intensidad de mis pensamientos. Aún persistían las voces acusatorias de mis amigos en mi mente, culpándome constantemente.

Consulté el reloj y me di cuenta de que ya era hora de prepararme para ir al colegio.

Cuando llegó el momento de salir, mi amiga me envió un mensaje pidiendo que mi padre pasara por ella.Al pasar por su casa y ver a Diana en la entrada, una oleada de alegría me invadió; no estaría sola en los pasillos. Recordé lo ocurrido sin la presencia tranquilizadora de Diana, y ahora, con la compañía adicional de Arely, sentiría un mayor apoyo. Pasamos a recoger a Arely, quien también quería unirse a nuestro viaje.

Llegamos al colegio, y mi padre se retiró del lugar. Diana y Arely compartían sus experiencias de vacaciones mientras yo permanecía en silencio. ¿Cómo podría estar feliz sabiendo que uno de los villanos más temidos había regresado, amenazando con sumir a Nunca Jamás en la oscuridad que alguna vez lo envolvió?

Diana me observaba de reojo, consciente de que pronto me preguntaría qué me estaba sucediendo. Nos dirigimos a nuestra clase, la maestra empezó a enseñar, pero yo luchaba por concentrarme. Después de un tiempo, salimos y caminamos por los pasillos nuevamente. Esta vez, traté de entablar una conversación con mis amigas para evitar llamar la atención.

Pasaron cuatro clases más, sonó la campana para el receso y estábamos esperando a que la cafetería se despejara. Mis amigas y yo charlábamos para pasar el tiempo cuando Diana sacó algo de su mochila y me lo entregó.

– Ayer, mientras investigábamos, tomé algunos apuntes y necesito que se los entregues a Thaner. ¿Crees que puedes hacerlo, Bri? – me preguntó Diana.

Arely me miró con una sonrisa pícara; estaba emocionada porque tendría la oportunidad de convivir con quien supuestamente era mi "crush".

– ¿Y por qué yo? – me crucé de brazos. No iba a enfrentarme a Thaner después de lo que intentó hacerme.

– Él me dijo que tú se los llevaras – informó Diana.

*¿Por qué yo tendría que llevarlos? ¿Acaso Diana olvidó lo que pasó entre Thaner y yo? - pensé con extrañeza, ya que no notaba que Diana sospechara de esta situación*.

Estaba a punto de negarme cuando una de las empleadas de la cafetería anunció en voz alta que casi no quedaba comida. Arely tomó del brazo a Diana e inclinándose hacia mi lado, me dijo que comprarían la comida por mí, mientras yo entregaba las notas a Thaner (ب_ب).

Con mucho enojo, busqué a Thaner por los pasillos, pero luego recordé que no lo había visto en las clases. Me pregunté durante unos minutos siquiera había asistido al colegio.

Narra Diana

Aunque comprendo que a Bri no le gusta compartir lo que le sucede, estoy segura de que, independientemente de las circunstancias, ella desea expresarse, aunque por alguna razón no logra hacerlo.

Observé cómo Bri salía de la cafetería, cerrando la puerta con fuerza debido a su evidente enojo. Aunque soy consciente de que la presencia de Bri con Thaner es riesgosa, confío en que él no le hará daño, especialmente en el entorno escolar, donde es menos probable que se atreva a hacer algo por temor a ser descubierto.

Arely lucía una sonrisa de satisfacción y me miró con cierta picardía.

– Cuéntame sobre Thaner y Bri... – preguntó Arely, ansiosa de detalles jugosos.

¿Qué podría decirle? Ni en mis sueños más descabellados revelaría las actitudes psicópatas y volátiles de Thaner. Aunque estoy consciente de que lo que le diré empeorará la situación, es necesario mentirle para evitar que Thaner considere dañarla también.

– Bueno, resulta que se conocieron y aparentemente se llevan bien. Ahora se consideran "grandes amigos", y aunque Bri pueda tener ciertos sentimientos por él, prefiere mantenerlo en secreto – tomé la comida que estábamos comprando mientras le relataba a Arely la farsa más grande que había pronunciado. En el proceso, no pude evitar reírme interiormente. Nos sentamos en una mesa y observaba los pasillos en busca de Bri, desconcertada por la razón de su demora.

*¿Thaner la habrá secuestrado o aún no encuentra a Bri?... Oremos para que sea la segunda opción*.

Narra Bri

*¿Dónde demonios se habrá metido Thaner?*– Estaba furiosa. En primer lugar, ya tenía hambre y no había comido debido a la búsqueda incesante de ese despreciable, y en segundo lugar, mis pies ya me dolían.

Giraba la cabeza, intentando localizar a Thaner. No parecía estar cerca de los pasillos. Luego recordé el lugar donde lo encontré la última vez; debería estar en el parque, buscando un momento a solas o algo así.

Di la vuelta en la dirección en la que me dirigía para llegar al parque.

Llegué al lugar. Estaba tan silencioso como siempre; los árboles se movían al compás del viento, que parecía jugar con mi cabello mientras buscaba a Thaner. Tarareaba una canción en mi cabeza mientras mi mente recordaba cómo el bosque me hacía evocar los recuerdos de Nunca Jamás...

– Vaya, vaya, vaya, a quién tenemos aquí – escuché la voz a mis espaldas.

Un escalofrío helado recorrió mi espalda. Giré lentamente para ver cómo esos ojos claros me miraban con odio y sed de venganza.

– ¡Thaner! – dije, evitando mostrarle que mis manos temblaban. – Je, je, ¿Qué tal?, hmmm, toma estos apuntes, son de la investigación del trabajo – extendí los papeles hacia Thaner y sentí un rechazo por su parte; los papeles se escurrieron de mis manos al suelo, y froté mi mano sobre el golpe que me dio.