A través de la Segunda Estrella

Cuando nos volvamos a ver...

– ¿Por qué no colaboras mejor?... Piénsalo, si dejas de luchar, tu amigo sobrevivirá – dice el Lobo Alpha mientras jugaba con una bola ardiente que pensaba en lanzarme si no colaboraba.

– ¿A qué te refieres? ¿Cuál amigo? – La pregunta me hizo pensar en cada uno de los guardianes.

– ¿Cuál?… Tu amigo el cara pálida – Moviendo sus manos, se abrió un portal en el que se veía una imagen. Era Edward, que estaba en el suelo y sobre él, un enorme lobo intentaba descuartizarlo.

Un recuerdo de unas duras palabras resonaron en mi cabeza...

••• – Chicos... ya estoy sano en un 80%, los medicamentos de mi hermano Cristian me ayudaron mucho a combatir el veneno lobo, pero si volviese a ocurrir, mi cuerpo no lo soportaría… •••.

– ¡NO!… ¡¡¡Detenlo!!! – Quería atacarlo, pero él me detuvo.

– Yo no puedo hacer nada para detenerlo, eres tú quien puede hacer que tu amigo sobreviva – Su semblante cambió a una sonrisa victoriosa y maquiavélica. – Vamos, joven princesa… ríndete o tu amigo morirá –.

*¿Qué puedo hacer?, ¿¡Qué hago!?, ¿¡Qué hago!?, ¿¡¡¡Qué hago!!!?.*

Mi mente, mis ideas, todo empieza a colapsar; cada solución que creo, termina en un futuro peor. No puedo perder a Edward, no… a él no. No sé qué hacer, no hay nadie que me ayude, no veo otra manera de salvar a Edward.

– Promete que no lo lastimarás – No sé qué más hacer, mi cuerpo no está lo suficientemente fuerte como para atacarlo, y aunque lo estuviera, la vida de una gran persona corre peligro –.

– Lo juro por mis garras – Sonrió.

Avancé, de mis ojos brotan lágrimas, mi cuerpo tiembla por el cansancio, mi mente termina jugando con mis emociones ya que me muestra cada momento que compartí al lado de Edward. Las lágrimas caen con más abundancia, alzo mi cabeza y el Lobo Alpha me toma por el cuello, como si fuera lo más preciado para él.

– Solo te dolerá unos minutos – Soltó unas grandes carcajadas. – ¡Pues morirás luego de que termine! – Su rostro era escalofriante y se tornó aún peor; sus ojos se tornaron blancos, su mandíbula se abrió de una manera inhumana. De mí, una estela morada se desprendía y era absorbida por él, como si estuviese absorbiendo mi alma –.

Mi cuerpo pierde las últimas fuerzas que le quedan, un especie de peso se quita de mí. Sé que es mi magia que está abandonando mi ser. Mi vista se nubla; cada vez aquella imagen de su rostro espantoso se vuelve borrosa.

*Se… sé que entregarme le hace un bien a la humanidad… por lo menos esta vez hice algo bien.*

Estoy al borde de dejar de existir, pero confío en que Cristian encontrará la manera de que este mundo sobreviva sin mí. Mientras cierro mis ojos, anticipando mi final, un movimiento frenético me hace caer al suelo. El Lobo Alpha retrocede y cae de manera dolorosa, en su rostro parece haber ¿Hielo?

Aunque veo borroso, siento un cuerpo frío que me carga y me saca del lugar.

– ```Te dije que siempre te encontraría``` –.

Hago el esfuerzo de mirar aquel rostro, del cual caen lágrimas de tristeza.

– Jack... – Dije, pero él hace un gran esfuerzo por no mostrar su lado débil, aunque no puede contenerse –.

Desciende delicadamente, colocándome sobre unas ramas de un alto árbol.

– Di-di… dime que estás bien – Su voz suena quebrada –.

– No llores – Trago saliva, mi garganta está seca y mi voz suena cansada – No es tu culpa –.

– ¡¡¡CLARO QUE LO ES!!! – Pone sus manos en mi rostro – Juré protegerte, y no lo hice –.

Nota que mi hombro sangra y observa mis manos con venas de color negro.

El árbol se mueve bruscamente; Jack ve lobos tratando de derribarlo en el pie del árbol.

– Sujétate – Coloca mi brazo alrededor de su cuello – Perdóname por lo que haré –.

– ¿Qu…? – No me deja terminar; un ardor insoportable se siente sobre mi herida. Ahogo el quejido aferrándome a su hombro y cubro mi rostro sobre su pecho –.

– Estás sangrando demasiado; mi hielo detendrá el sangrado – Me carga –.

Volamos a gran velocidad sobre los bosques. Jack revisa sus alrededores de manera cautelosa.

– Jack… – No voltea a verme, está concentrado – Edward... estaba siendo atacado por lobos, estaba en el suelo... – Lloro. Si escapé del Lobo Alpha, es probable que Edward pague las consecuencias –.

– ¿De qué hablas? Edward nunca estuvo vulnerable en una pelea contra un lobo – Me mira desconcertado –. De hecho, los Lobos abandonaron sus posiciones en el campo de guerra. Edward estuvo conmigo después de que Emmet nos avisara de que fuiste capturada por el Lobo Alpha –.

– Es un bastardo – Dije, aferrándome sin querer a la sudadera de Jack – Me engañó. El Lobo Alpha me hizo creer que Edward corría peligro, que para salvarlo debía entregarme.

– Y, por supuesto, no lo hiciste – Aseguró –.

– Sí lo hice – Respondí. Jack se detuvo de golpe –.

– ¿¡Qué dijiste!? – Su voz era fuerte – ¿¡Pusiste la vida de Edward sobre la tuya!? Sabes lo importante que eres para NJ, ¿verdad? ¡¿POR QUÉ ERES TAN IMPRUDENTE?! – Nunca había visto tanto enojo en esos ojos azules –.

– Si no lo hacía, perderíamos a Edward, Jack – Grité, molesta.

– ¡A TI TAMBIÉN! – Me gritó furioso–.

Nos miramos fijamente, pero una llamada en el telecomunicador de Jack nos obligó a detener nuestra discusión. Necesitaba sus manos para contestar la llamada, así que descendimos hasta el suelo y nos ocultamos.

°Llamada entrante de Edward° – Dijo el aparato antes de que Jack contestara.

–```¿Qué sucede?```– Miró vigilante hacia la profundidad del bosque–.

–¿¡Briatny está contigo!?– El sonido era estruendoso; al parecer, estaban a mitad de pelea desde el lugar en el que llamaba–.

–Sí, ella está conmigo– Me miró con seriedad– Pero me temo que no estamos solos– En ese momento, se escucharon pasos a nuestros alrededores.

–¡Protege a Bri!– Le dio orden– Sé que la dejo en buenas manos, pronto llegarán refuerzos, resistan– La llamada finalizó justo a tiempo, ya que Jack se levantó y, dirigiendo su bastón hacia la oscuridad, lanzó un hechizo de congelación, bastante fuerte, que destrozó algunos árboles.




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