A través de la Segunda Estrella

¿Acaso... está enamorado de ella?

Narra Jack Frost:

He estado esperando durante mucho tiempo ver esa sonrisa en su rostro. Aún no puedo creer que la estén regañando por algo tan heroico.

– Agradezco tu gesto–me dijo.

Pensé por unos segundos.

– ¿Estás tan débil como piensa Cristian?–inquirí– El hecho de que no puedas ponerte en pie me hace pensar que sí–giré el bastón en mi mano y luego lo recosté contra su tocador– Ven aquí–extendí mis manos para tomar las suyas.

– No creo que sea buena idea–dudó.

– Estoy aquí, ¿vale? No pienso dejarte caer–mis palabras la convencieron.

Me elevé para estar más atento a sus movimientos, lentamente comenzó a salir de la cama. Tomé sus manos tibias y bajando sus pies, se puso de pie.

– No siento fuerza en mis piernas–lo dijo con un grado de preocupación–.

– Intenta caminar–sugerí.

Y antes de que ella ordenara la acción, se vino hacia delante, y la sujeté antes de que se lastimara. Cayó justo en mi pecho, su piel se erizó al hacer contacto con mi piel fría.

– Vale, ahora sabemos que no puedes caminar–ambos reímos mientras la ayudé a recostarse en su cama.

Decidí dejarla descansar ya que, primeramente, fueron las órdenes de Cristian. Cogí mi bastón y me despedí de ella antes de salir de su habitación.

– ¡U yu yui!–exclamó alguien, casi causándome un infarto.

– ¿No tienes nada mejor que hacer, Alex?–él, mientras ahogaba la risa, me respondió con un "no" y se fue corriendo hacia la sala. Al parecer, venía de su habitación que está en el tercer nivel.

Cuando me disponía a bajar las escaleras, me topé con el débil de Hipo que venía subiendo.

– ¿A dónde crees que vas?–su objetivo era ignorarme ya que no contestó mi pregunta y no cambió de dirección. Luego interpuse mi bastón y le dediqué una mirada fría– Si te diriges al cuarto de Bri, lamento decirte que cambies de rumbo–Hipo se detuvo ante mi interposición–.

– ¿Por qué? ¿Cristian lo dice?–lo dijo con un tono de burla.

– Porque lo digo yo–respondí intentando no golpearlo, aunque en ese momento era lo que más quería.

– No te metas en problemas, Jacksito–me advirtió.

– ¿Tú eres el problema? Porque si es así me encantaría meterme–y de pronto, Cristian pasó entre nosotros y nos llamó hacia la sala.

Esperamos unos momentos ya que Cristian quería que todos, incluidos los hermanos de Edward, estuviesen presentes y luego de unos minutos de espera, nos encontrábamos reunidos.

– ¿Nos seguirás regañando?–preguntó Eduardo–porque si es así, te aseguro que aprendimos la lección–Cristian solo se limitó a mirarlo de reojo y luego se posicionó frente a todos.

– Vengo a tocar un tema muy importante–dijo con seriedad–es Bri… lo que le está pasando es considerablemente peligroso para nosotros, y para ella misma–algunos de los que estaban escuchando se cruzaron de brazos, indicando inquietud.

– ¿Qué puede ser peor que portar magia negra y no poder usar la pura?–habló Alex haciendo que Cristian le diera más seriedad al asunto con su voz.

– Bri no puede pelear contra el Lobo Alpha–acomodó sus lentes y levantó la cabeza.

– Eso ya lo sabemos, ya nos lo dijiste–dijo Emmet.

– Es que no entienden, lo digo por dos razones. Bri no controla su magia y no tenemos tiempo para entrenarla, y la otra es que… aunque lograra controlarla, terminaría matándola–aunque sabemos muy bien que Bri no controla su magia, poniendo el tema desde el punto de vista de Cristian, es aún más desafortunado–.

Luego Edward caminó hasta ponerse al lado de su hermano Cristian.

– El Lobo Alpha planeaba vencernos en Luna llena cuando fue la cita de Hipo, cosa que no logró. Hemos dejado de lado los entrenamientos, nos estamos confiando de Bri, pensamos que con ella podremos vencerlo, pero vean lo que le está pasando–me dolía el alma escuchar eso, pero Edward tiene razón, no hemos entrenado y estamos esperanzados en que pase un milagro, prácticamente hemos dejado a Bri sola ya que esperamos que sea ella quien lo derrote.

– El lamentarnos ahora no repone el tiempo perdido–dijo Cristian–tengo la ligera sospecha de que el Lobo Alpha no nos atacó con todas sus fuerzas, de haber sido así nos hubiese derrotado, él planeaba esto, él quería que a Bri se le introdujera aún más magia negra para dejarla en desventaja–pensó.

– ¿Desventaja? Pero si ya tenía el gane... ¿Por qué terminó huyendo?–preguntó Emmet.

– Siguiendo las reglas jerárquicas de Nunca Jamás... – movió su mano en un gesto circular, y de repente, apareció "el libro"– Si El Lobo Alpha hubiera ganado, habría sido designado como el nuevo Rey de Nunca Jamás-asence. Sin embargo, ese no era su verdadero objetivo, ya que él quería convertirse en el nuevo portador de la Gema Madre. Según las leyes de NJ, la Gema Madre es llevada por el monarca Nunca Jamás-asence, y en este caso, la Madre Luna ha elegido a la Princesa Briatny como la monarca. Esto se explica de la siguiente manera: los Reyes o Reinas de NJ son seleccionados por la Madre Luna, ya que ella sabe que serán buenos líderes, pero el hecho de ser el monarca de NJ no garantiza automáticamente ser el portador de la Gema Madre. La gema debe elegirte. Aunque pueda parecer contradictorio, todos los monarcas anteriores la han llevado porque eran personas buenas. En este caso, la Madre Luna no ha elegido al Lobo Alpha como el nuevo rey, y la gema sigue vinculada a la Princesa Bri.

– Pero para que el Lobo Alpha sea el nuevo portador de esa gema... – hizo una pausa que aumentó nuestra ansiedad.

– ¿Es algo peor? – preguntó Edward.

– Para que el Lobo Alpha sea el nuevo portador, tiene que desafiar a Bri en una batalla – y en ese preciso momento, se detuvo mi corazón, o mejor dicho, nuestros corazones. – Y basándome en los datos recolectados, eso es lo que hará, ya que así será legalmente elegido como el nuevo portador.




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