A través de la Segunda Estrella

–No puedo dejarte caer–Respondió él.

Narrado por Briatny

La ansiedad me embargaba mientras buscaba qué ponerme para mi cita con Thaner. En el fondo, no deseaba ir, pero no tenía alternativa. Mi madre, más entusiasmada que yo, insistía en opinar sobre mi atuendo.

–Este te queda muy bien– Me dijo, mostrándome un vestido que apenas usaba.

–Dejé de usarlo porque es rosa, madre– Le reproché mientras buscaba en mi otro armario algo que no fuera de ese color. Detesto el rosa.

–¿Qué tal este?– Preguntó, sacándolo con delicadeza. Lo examiné y decidí usarlo.

Tras varios minutos de preparación, finalmente salí de casa, despidiéndome de mi familia como si fuera la última vez que los vería.

Thaner me observó detenidamente al verme. Se levantó y se acercó. Cuando estuve frente a él, dijo con calma:

–¿Tardaste tanto para ponerte eso?– En el fondo, quería golpearlo.

–No me visto para agradarte, ¿entiendes? Me importa más sentirme cómoda– Repliqué molesta por su rechazo a mi elección de vestimenta. Mi vestido era gris, sencillo y ajustado al cuerpo. Aparentemente, a Thaner no le gustaba.

–Entiendo– Dijo de repente.– Iremos a comprar un vestido nuevo y unos zapatos. ¿Quién usa tenis con vestido?– Bromeó.

A pesar de mi parecer, que el conjunto se veía bien, me molestaba que Thaner me criticara. Aunque en el fondo, sabía que tenía razón. Él es modelo, debe saber de moda.

A juzgar por su vestimenta: pantalón negro de tela, camisa blanca de manga larga, zapatos perfectamente lustrados, y su fuerte aroma a loción, parecía descuidar solo su cabello, que le daba un toque característico.

Káiser me abrió la puerta del coche con amabilidad. Temerosa de dañarlo, entré con cuidado. Era un coche carísimo, y yo no soy nada delicada.

–Descuida, tengo 7 coches más de esta marca y de diferentes colores– Dijo con poco humilde tono.

*Pero qué modesto*– Pensé sarcásticamente.

Thaner conducía mientras yo ocupaba el asiento del copiloto, con su guardaespaldas y mayordomo en la parte trasera del vehículo. Thaner mantenía una velocidad tranquila, algo inusual para mí. Durante el trayecto, permanecí en silencio, sintiendo una tensión palpable en el ambiente. Aunque parecía que Thaner quería entablar una conversación, preferí mantenerme observando el paisaje, disfrutando del cielo nocturno y de la actividad de la ciudad.

Llegamos a una boutique de ropa y accesorios ubicada en las afueras de la ciudad, lo que me disgustaba y hacía mantenenerme en alerta ante cualquier posible amenaza. El lugar era lujoso, desde la entrada hasta la fachada. Thaner se posicionó frente a mí y, con delicadeza, levantó mi mentón para que lo mirara.

–Todo lo que te guste, es tuyo– Mencionó Thaner. Me aparté un poco, respondiendo con timidez:

–Me basta con un vestido– Murmuré, sintiéndome apenada. Vi un sonrisa placida de parte de el, gesto que no llegué a entender.

–No te conformes. Quiero ofrecerte lo que mereces. Compra lo que te guste, será cargado a mi cuenta– Dijo, con una sonrisa mientras ajustaba las mangas de su camisa con elegancia.

–No olvides elegir unos tacones– Añadió con un tono burlón. – No sé cuánto más podré soportar verte con tenis y vestido–.

–Si tanto crees tener buen gusto, elije por mí. Me da igual– Respondí, llevando las manos a la cintura. Aunque odiaba que criticara mi forma de vestir, solía centrarme en la comodidad más que en la moda.

–Agradezco mucho que hayas recurrido a mí para salvarte de tu poca noción de la moda– Comenzó a reír, provocando una mueca de disgusto en mi rostro.

Sin previo aviso, Thaner tomó mi rostro para inspeccionarlo.

–He de admitir que tu tonalidad de piel es absolutamente hermosa. Lucirás increíble con cualquier cosa de color rojo– Afirmó, tomando mi mano y dirigiéndose hacia la boutique. Su gesto de tomarme de la mano me pareció extraño, considerando nuestra relación tensa.

Al entrar, fuimos recibidos por vendedores con uniformes blancos y grises. Una mujer, elegantemente vestida y con excesivos accesorios, se acercó a nosotros.

–Caro Thaner, cosa ti porta qui?–Dijo ella, besando las mejillas de Thaner de lado a lado. En eso, Káiser se acercó hasta mi oreja con intenciones de traducirme lo que decían.

–Querido Thaner, ¿qué te trae por aquí? Preguntó la dama, señorita.–Me susurró Káiser.

–Ho bisogno di un vestito elegante per la mia ragazza, qualunque cosa deciderà di acquistare lo addebiterò sul mio conto.– Respondió Thaner.

–Mi amo le contestó que necesita un vestido elegante para su...–Hizo una pausa sospechosamente larga– amiga, y pide que todo lo que usted decida comprar sea cargado a su cuenta.–Informó.

–Sei troppo giovane per avere una ragazza, ma wow, è bellissima.– Dijo ella, mirándome con una sonrisa muy poco auténtica.

–¿Y ahora qué dijo? Por la forma en que me miró, siento que es algo malo–Le pregunté a mi nuevo traductor, Káiser sonrió nerviosamente.

–Ella opina que usted es hermosa, señorita Darly–Respondió Káiser.

Nos pasaron a una sala llena de vestidos, los cuales habían sido seleccionados por Thaner, todos eran de color rojo. Me probé cada uno de ellos, mientras Thaner solo se limitaba a detener su mentón con la mano y mirarme de pies a cabeza.

–Siguiente–Decía haciendo un movimiento con la mano.

Tras unos 15 vestidos más, Thaner mostró una expresión diferente ante este vestido en particular. Se levantó del pequeño sillón en el que se había acomodado y caminó hacia mí.

–Sin dudas, este fue hecho para ti– Se detuvo mirándome directamente a los ojos.

El vestido era color rojo, tenía una falda voluminosa en capas, sus telas variaban en intensidad del color y eran bastante livianas, con tan solo un movimiento, el vestido bailaba con el aire. No era muy largo, llegándome tan solo hasta la rodilla, la parte de arriba era lo que sin dudas llamaba la atención, era como un especie de top de encaje, con un diseño transparente, al parecer se ajustaba a mi pecho y era muy cómodo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.