Capítulo 5
{~Anne~}
Eran las dos de la tarde de un sábado y apenas venia comenzando mi día, algo que de seguro a mi madre le molestaría. Cuando desperté, me duche y arregle fui a la cocina, en la barra había una nota de mi nuevo dolor de cabeza donde decía que había ido al cuartel que estaba aquí en la ciudad, que había quedado alguien de remplazo y no tardaba en llegar.
La verdad es que Marcus no me cae mal, solo que sus preguntas constantes me fastidian en demencia, su curiosidad es molesta cuando uno no quiere hablar, pero en realidad él se ve un buen chico, un poco idiota, pero en fin y al cabo es bueno.
Hoy había decidido ir al cuartel, pero mi visita se retrasaría porque tengo otros asuntos que resolver antes de ir. La organización era complicada de sobrellevar porque, aunque ahora era la segunda al mando, ya que mi padre Daniel era la cabecilla principal pero el solo manejaba estrategias y se encargaba de la sede en Oxford me tocaba dirigir la de Liverpool y Londres, aunque la de Londres está en manos de Joe y la de aquí la dirijo junto a Evan.
Entre mis estudios para pasar por un bajo perfil, el dirigir las organizaciones de forma cuidadosa sin revelar mi identidad a todos los que trabajan junto a nosotros solo por seguridad, aun desconozco muchos secretos que guarda la organización y el porqué de mi ataque en el pasado. Yo no le había dado motivos a nadie para causarme daño, pero padre aseguro que era porque la organización era la más grande a nivel nacional y en ciertos puntos internacionales, les daba motivos suficientes para atacarme y usarme como sebo para conseguir el mando de Infernus, que significaba infierno y era el nombre que nos representaba.
Siempre dude de el porque los Águilas y Elian habían querido hacerme daño, porque estaba segura de que no era por poder, había algo más diferente y muy en el fondo tenía el sentimiento que su odio hacia nosotros viene de años atrás. Se que mis padres me ocultan y espero poder descubrirlo.
Sali de mi apartamento una bolsa donde trasportaba todo lo necesario para hoy. Baje al estacionamiento, me subí en el coche, me puse el cinturón y Sali en dirección a la cafetería por un café y ver como estaban las chicas que por un mensaje de Noah sabía que estaban en el local.
Tarde un poco más de lo normal por el tráfico, pero llegue a tiempo, busque al par de tontas y estaban en la mesa de siempre, me acerque poco a poco y conforme me acercaba podía ver la cara de demacradas que se les veía, aunque Marian parecía rozar el aspecto de un muerto viviente.
-¡Llego lo mejor que tienen en este mundo!
-Intenta sonar con más emoción para la próxima -dice Tess que tiene la mirada perdida en el café.
- ¿Qué tan mal me porte ayer? -pregunta Marian -porque estoy segura de que el efecto del porro que compartir con no se quien exactamente, me volvió una perra estúpida.
-Si yo tambien quiero saber que hice ayer, me duelen las piernas y además por la maldita resaca no logro recordar casi nada. -dice Noah cuando llega a la mesa.
-Digamos que ayer los papeles se invirtieron, mientras Marian te enseñaba a lo de su famosa puti-vuelta, terminaste por tener un revolcón con no quien exactamente, después Marian no obtuvo nada para agregar a su lista. Cuando las iba a dejar las dos se comenzaron una charla de detalles de tu noche de pecado, después de dejarte Marian se puso a llorar como maniática queriendo que le hablara de mis libros y sus escenas de sexo -enumero con mis los dedos de mis dedos cada cosa y agrego más -por ultimo Marian me grito que era una farsa de amiga que merecía ir al infierno algo que no se aleja mucho de la ficción.
Marian sin darse cuenta me mando a mi propia realidad, pues literalmente estoy en el infierno desde hace mucho tiempo y no aun no encuentro la salida, pero eso es algo que ellas aun no conocen del todo, excepto Noah ella aun no conoce mi pasado.
-Así como lo dices me siento la peor cosa del universo -responde mientras se sienta al lado de Marian. -¿No podrías dar el resumen sin ser tan…?
-Perra -termina Marian
-Muy perra y todo, pero lo dije como una persona normal y razonable el que ustedes lo tomen por otro camino no es mi problema.
“Normal no lo creo porque estoy yo”
Ya decía yo que había tardado en aparecer desde ayer. -.Pero ya conocía como funcionaba esa voz en mi cabeza y no le daba más importancia de la necesaria, porque ya sabía lo que era, pero no me gustaba aceptar la realidad y prefería hacer como si fuera mi conciencia la que me hablaba.
-Bueno como que amaneció con el pie Izquierdo el ogrito -dice Tess -pero enserio Anne pareces como si el mundo entero te estorbara mujer, vive la vida alegre y sin amargura.
-Yo no puedo darme ese lujo y lo saben -Noah me mira con intriga y para evitar que pregunte continuo por lo que vine- pero necesito que Noah me haga el favor de traerme un café cargado para llevar.
-Lo traigo solo si dejas de ser tan grosera.
-No soy grosera Noah, saben que las quiero, pero no estoy de humor hoy.
-Se te noto desde que entraste, aunque no quita que una sesión de sexo intensa te lo quite -dice Marian con tono sugerente.
“Esa morena es de las mías”
-Ustedes saben lo que opino al respecto, pero enserio tengo muchas cosas que hacer y mucho estrés acumulado en estos momentos -Algo que no es del todo verdad, pero no podemos hablar esto con Noah presente hasta que ella conozca todos los detalles -Ustedes saben que las quiero, pero no estoy de buenas hoy -les digo a las tres, pero volteo ver a Noah -Aunque hace apenas unos meses nos conocemos tambien te tengo cariño Noah, ahora te pido por favor que me traigas mi pedido. -la miro y trato de sonreír un poco para alivianar la tensión.
Noah me sonríe y se va por el pedido, en ese momento Tess y Marian me observan de esa forma que tienen para preguntar que sucede con la mirada.