Capitulo 4

Es sábado, 5:52 AM, desperté diez minutos antes de que sonara mi alarma, bueno, una de tantas.
Me levanté cómo pude entre quejas y dolores, encendí la luz para poder ver mejor el camino que atravesaba para ir de la cama al tocador.
_ Por Dios _susurré viendo mi rostro_
Tenía la mejilla un poco hinchada y mi ojo izquierdo estaba tomando un color más oscuro entre verde y morado, sin contar mi labio partido, el cuál tenía algo de sangre seca alrededor del corte; mi brazo dolía, ya que a simple vista se podían apreciar dos golpes en el provocando un pequeño gesto de incomodidad al momento de palparlo; tenía el abdomen rígido con varios moretones y mis costillas dolían como el infierno cada vez que intentaba respirar, en lo único que podía pensar era en lo ocurrido, las palabras frías y crueles de mi padre cuando antes yo era su pequeña, su niña, su bebé, ahora solo son recuerdos pasados a la historia.

_ Eso te gusta? Andar de puta a estas horas en la calle como una vagabunda? _dijo encima de mi golpeándome repetidas veces en el rostro

_ a esta hora deberías estar trabajando ¿Qué hacías? ¿Con cuántos te revolcaste? _ gritó dándome varias patadas en el abdomen mientras yo estaba tirada en el piso con el ojo adolorido, escupiendo sangre, sin posibilidad de defenderme; en ese instante la vida pasó más lento, sentía que estaba abandonandome y consigo se llevaba mi respiración, mis latidos, mi esencia, mi esperanza. Todo lo que sucedió regresaba en fragmentos pequeños pero siempre sucedía de golpe, aturdiéndome y dejando todo mi cuerpo paralizado al recordar esas escenas una y otra vez, como si estuvieran encadenadas a mi; Intenté no llorar, tomé la medalla y la abracé como si pudiera aliviar mi dolor físico, pues el dolor interno que sentía era imposible de calmar con un abrazo, palabras o un simple beso.

_ Qué suerte tienen algunos _ susurré mirando el pájaro impregnado en el centro de la dorada medalla como si esperara que me gritara que hacer, que me dijera algo reconfortante o simplemente me respondiera cualquier cosa, tal vez así me sentiría menos sola y no extrañaría tanto su compañía

_ No tienes idea de la falta que me haces _ dije sin poder aguantar las lágrimas que salían por si solas deslizándose en mi rostro como si de un baile sincronizado se tratara.

Hay cosas que no te molestan hasta que notas que no las puedes cambiar, hay cambios que te perturban porque sabes que no son necesarios pero igual los haces, hay acciones que te llevan a donde estás y lugares que forjan lo que vas a ser, así que cuando tengas que tomar alguna decisión recuerda que va a ser permanente, no hay un botón de deshacer para empezar nuevamente, si no es lo correcto, si no es lo que quieres, ya está hecho, fue lo que elegiste, ahora aprende a vivir con ello porque esas son las hermosas consecuencias, que desgracia que no hagan libritos con instrucciones donde estén en una sección marcada con tinta roja que diga: (ADVERTENCIA, DE NO PRESTAR ATENCIÓN A LAS SIGUIENTES INDICACIONES, CORRES EL PELIGRO DE CAGAR TU VIDA PERMANENTEMENTE BAJO TU RESPONSABILIDAD)

_ debo ser fuerte por ti, voy a ser una gran persona solamente por ti, aunque tu serias increíble, pero debí ser yo _ mencioné nostálgica ante tal confesión_

2:10 PM

He pasado todo el día en cama, hay música muy fuerte afuera de mi cuarto y sé perfectamente de donde viene, lo último que quiero es toparme con mi padre.

han pasado treinta minutos aproximadamente, debo salir a buscar algo de comida y agua porque si los golpes no me mataron la deshidratación si lo hará. Me metí al baño a tomar una ducha, cada vez que el agua rozaba mi piel sentía que iba a desvanecerme por el desprendimiento de esta, era una tortura pasar el jabón por mi cuerpo, me estremecía cada vez que lo intentaba; al salir del baño busqué en mi armario algo abrigado, empezando porque el día estaba oscuro, como si una tormenta se aproximara,_ por lo menos mi día no empieza tan mal_ pensé, y el otro motivo es que pensaba salir un rato a caminar, lo último que quería era que alguien se percatara de mis golpes, no quería acumular la impresión, chisme e intriga que se genera al ver a una persona moreteada. Saqué una sudadera gris un poco ancha, un buzo blanco y unos tenis del mismo color para luego salir de mi habitación; al llegar abajo vi a mi papá tirado en el mueble con la música a todo volumen, yo bajé el sonido y me dirigí a la cocina a prepararme unas tostadas o algo, cuando entró aquel sujeto al lugar, yo voltee mirándolo fijamente y pude notar el rastro de culpa que había en sus ojos.

_ Hija_ llamó intentando tocar mi antebrazo, al percibir su acción me alejé rápidamente

_ No me toques _ susurré con un nudo en la garganta que me informaba la aproximación de las lágrimas, pero hice caso omiso a su aviso intentando mantenerme firme_

_ Juro que no fue mi inten..._ interrumpí su oración sin permitir que la finalizara_

_ nunca es tu intención _ respondí cortante_

_ todo esto es complicado para mi, no sé como sobrellevarlo, necesito que me tengas un poco de paciencia y consideración _ dijo arqueando sus cejas de manera suplicante a lo que yo reí sin poder creer su cinismo_

_ necesitas paciencia y consideración? te he dado eso durante tres malditos años, yo tampoco sé como sobrellevarlo, pero de una forma u otra me toca averiguarlo día tras día mientras hago lo que deberías hacer tú, protegerme, pero en lugar de eso te protejo a ti, me protejo a mi, mantengo en pie esta casa porque todo el puto día estás borracho, carajo no eres el único que sufre, yo soy la que necesita consideración!

_ Entiende por Dios, perdí a mi hija, tengo derecho a estar mal! _ exclamó _

_ lo sé, joder!_ grité molesta caminando de un lado a otro_ Yo estaba ahí, fui yo quién la vio morir!_ dije abrumada señalándolo con mi dedo índice_ crees que lo he superado? hablo con esta maldita medalla como si tuviera la capacidad de escucharme! _ grité sacando la medalla de mi bolsillo y tirandola contra la ventana haciendo que esta se rompiera_ se fue y tu te fuiste con ella _susurré_ yo me quedé!_