capitulo 9

El lugar estaba repleto de gente extraña haciéndose llamar parientes, jamás tuvieron que ver conmigo ni con mi padre pero aquí estaban interesados en averiguar lo que sucedía o mejor dicho, lo que sucedió

A pesar de que sobrepasaban las cincuenta personas, las cosas estaban tranquilas, serenas, silenciosas y con justa razón, unos se abrazaban, otros me lanzaban miradas de lástima mientras que varios solo se quedaban en silencio apreciando la escena, yo me encontraba de brazos cruzados con un vestido negro ajustado y lentes oscuros, intentaba ignorar a todos pero al parecer lo único que hacia era atraerlos más

_ ¿Alguien quiere decir algunas palabras? _ mencionó el padre_

todos se miraban las caras como unos imbéciles pues nadie tenia idea de nosotros, al parecer sólo habían venido por compromiso, esto es tan patético.

me acerqué a pasos lentos sintiendo la mirada de los presentes, cuando estaba en frente de ellos vi el rostro de muchos y ninguno se me hizo familiar. 

A lo lejos empecé a ver un sujeto acercándose al lugar, como de 1.80 aproximadamente, cabello cobrizo y tez blanca, estaba un poco distante de nosotros aunque atento a lo que ocurría de este lado 

_ Mi padre dedicó su vida a ser una mejor persona para mi, me dio un gran ejemplo de superación ya que siempre sabia que hacer ante lo que fuera que se le presentara y si no tenia el suficiente conocimiento intentaba buscarlo para hacer todo como debería, era incondicional, un gran ser humano, siempre preocupándose por los demás sin esperar nada a cambio, tan fiel, honesto, trabajador, sin duda alguna todos los que estamos presentes vamos a recordarlo como una persona honorable, al menos así lo recordaré yo porque ustedes no tienen ni puta idea de quien era, así que les pido que se larguen y tengan un poco de respeto por su memoria, si no es mucha molestia, gracias 

el silencio inundó el cementerio, yo me quedé en mi lugar esperando que obedecieran mi petición, algunos se molestaron y me miraron con fastidio, otros me observaron con desaprobación, algunos tuvieron el descaro de reprochar mi acción, al final casi todos se marcharon, excepto el pelirrojo que seguía mirando desde una distancia prudente como con ¿Nostalgia tal vez?

yo miré por última vez el cajón mientras un aire frio rozó mi nuca, era aquel chico acercándose al ataúd

_ Nos das un momento Carina? _pregunta el sujeto cordialmente para que me aleje un poco_

¿Cómo sabes mi nombre?

No sabia de su existencia hasta el día de hoy y aunque está de pie en frente mío me sigue pareciendo irrelevante, pero al parecer él si sabe de mi padre y por ende de mi, sólo por eso acepté distanciarme para que tuviera su espacio

Él se limitó a mirar el rostro pálido que yacía en aquel cajón, su expresión era dura con un aire triste, creo que es la primera reacción real que he visto el día de hoy

¿De dónde se conocían él y mi padre? 

después de varios minutos contemplando la escena él se retiró un poco para que pudieran enterrar el cuerpo, ambos esperamos a qué acabaran, de reojo pude ver brotar una lágrima de su mejilla, no sé lo que sucede ni porqué el sentimiento pero no voy a preguntar nada.

Mientras eso acontecía yo me mantuve firme con un poco de culpa, desde su muerte yo no había experimentado ninguna emoción, no había sido capaz de llorar, no sentía rabia ni tristeza, era como si todo mi cuerpo contando mis emociones estuvieran dormidas sin poder reaccionar de manera "normal" a lo que estaba pasando 

¿Esto me hace una mala hija?

_ Creo que no nos han presentado formalmente _ dice el chico volteando hacia mi_

_ Soy Matteo Ferrara _ dice estirando su mano_

yo fruncí el ceño ante su presentación, esto es imposible, es jodidamente imposible, sólo éramos dos gemelas, no había un tercer hijo, de haberlo lo habría sabido, no? es una coincidencia en el apellido nada más, debe serlo

_ Soy tu hermano, Carina _ dice sin rodeos como si mis pensamientos se expresaran en mi rostro, aunque era precisamente lo que estaba pasando, la confusión era muy notoria y no había posibilidad de ocultarlo. 

piensa Carina, tu padre está muerto, todo acabó y no necesitas más enredos, todo ha terminado, con él murió el dolor así que no te preocupes en remover el pasado ni desenterrar lo que no te corresponde, jamás habías necesitado un hermano y no lo necesitas ahora, no necesitas meterte en su vida ni saber su historia porque el conocimiento es peligroso y si estrechas su mano estarás involucrándote con él, estarás invitándolo a quedarse en ti, a conocerte, no es lo que necesitas, en este caso prefiero vivir en la ignorancia pero con la tranquilidad que no me dará saber la procedencia de este sujeto. No lo hagas más complicado Carina, sólo vete

Por primera vez obedecí a mi cerebro en vez de actuar impulsivamente y me fui de allí

_ Carina! _ Escuchaba a lo lejos_

Esto es lo correcto, es lo correcto, es lo correcto, es lo correcto

Escuché nuevamente mi nombre con la diferencia de que esta vez se escuchaba más cerca

No vayas a voltear Carina, no voltees, no tienes que hacerlo, sólo vete, sólo...

una mano fría tocó mi antebrazo haciéndome estremecer y por ende voltear sobre mi eje 

_ ¿Qué es lo que quieres?

_ Que me escuches, que sepas la verdad

esa frase hizo que todo mi sistema fallara como por inercia, me paralicé sin saber que hacer, sin saber que decir ni como actuar, mi cerebro se detuvo como si fuera incapaz de procesar lo que había escuchado y ni siquiera podía responder por impulso porque mi cuerpo no me pertenecía en ese momento, no era yo quién controlaba mi ser, de hecho no había nada que controlar porque todo en mi quedó estático

_ Hay mucho que no sabes, la muerte de tu padre es una de esas cosas

Esto es una locura, yo estaba ahí cuando él murió, la autopsia dijo que fue de un paro cardiaco debido a todas las pastillas que había ingerido