Toma de control y reencuentros personales

Toma de control y reencuentros personales. 13.

《Tengo miedo de encontrarme a mi misma》

Samantha.

Mi día se ha resumido a; frustración extrema, dolor de cabeza y sueño profundo.

Llevo todo el día encerrada en la habitación buscando algo que pueda calmar mi intranquilidad, pero hasta mirar la pared me frustra, observo el frasco vacío y maldigo la hora en la que descuide mi salud.

Trato de comunicarme con mi mamá, pero su teléfono esta ocupado, de igual forma mi papá y mi psiquiatra ni se diga, siento mi cuerpo débil con el paso de los minutos y lucho para quedarme, traigo a mi mente los recuerdos agradables de mi vida y funciona por poco tiempo pues la habitación a desaparecido y ha quedado al descubierto la lujosa habitación de ella.

Su sonrisa me hace tener escalofríos e incomodidad, por lo que me quedo quieta esperando su movimiento.

-Pensé que no volveríamos a vernos, pero mírate tan débil e inestable como siempre. – su voz gélida me hace cerrar los ojos y maldecirla.

-Déjame en paz, lo único que haces es que enfermemos. – mi suplica significa su burla por lo que ríe con sarcasmo.

-Te recuerdo que yo no existiera si tu no me hubieras creado, así que lidia con el peso de ser una trastornada. – salgo de la habitación y los recuerdos traumáticos salen a la luz una vez más sumergiéndome en el poso sin fondo de la desgracia, mi desgracia.

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15 de agosto de 2013

Mis padres dejaron de esconder sus diferencias y vivir con ellos es un infierno, mamá me obliga ser la mejor cueste lo que cueste, mientras que papá se empeña en someterme a más presión cuando algo no sale como ellos lo esperan.

Ya no escuchan mis opiniones y me tratan como a un títere, lloro todas las noches porque el estrés me sobrepasa y mi cuerpo no puede con tanto.

-Siempre puedes cambiar las cosas. – su voz aparece mientras hago mi tarea y siento el miedo recorrer mi cuerpo.

-Vamos puedes hacerlo, siempre nos divertimos haciendo lo que queramos. – se presenta frente a mi y cierro los ojos convenciéndome de que no es real.

-Tu eres producto de mi cabeza, no existes. – mi voz apenas audible hace que ella se acerca más.

-Soy más real de lo que crees, vamos a divertirnos, se que te sientes cansada de todo y que mami y papi te tienen bajo presión, pero puedes cambiarlo, solo sígueme. – bajo de la silla de mi escritorio y la sigo hasta el final de la casa.

Veo a mamá y papá pelear por 5ta vez en el día, los chillidos de mi madre y las maldiciones de mi padre se hacen cada vez mas fuertes.

-Ya no te soporto, siempre es lo mismo contigo y no estoy para soportarte por mas tiempo. – Papá sale de la habitación y mamá lo sigue.

-Eso debiste de pensar antes de aceptar el contrato, mi vida era perfecta hasta que apareciste. – papá voltea y forcejea con mamá.

-Aquí la única estúpida de la relación has sido tú, te enamoraste de alguien que apenas se apareció otra te dejo tirada como si no valieras nada, el precio del amor es caro y tu lo diste todo por nada. – mamá se suelta y grita.

- ¡A mí me obligaron a hacer esto, tu pudiste escoger! – ella corre escaleras arriba y papá la para cuando están en el inicio del segundo piso.

-Lo hice para hacer tu vida un infierno, eres lo peor que puede existir, estas loca y necesitas de drogas para estar bien contigo misma. – el forcejo vuele y cuando menos lo pienso mamá esta cayendo por las escaleras mientras papá esta en shock.

-Mami… - sollozo y veo como la sangre comienza a salir por no sé dónde.

-Siempre tienes que hacer más difícil las cosas Amy. – papá desaparece y el escenario cambia.

04 de febrero de 2008

Miro la decoración de la casa y solo me siento incomoda, los distintos tonos de rosa me traen mareada y con ganas de vomitar.

-Estate quieta Samantha. – el susurro de mi madre me hace voltear a verla con miedo, desde hace días esta muy rara.

Veo a mi nueva amiga jugar en el césped por lo que quiero ir también, pero la mirada de mi madre me detiene.

-Ven es divertido. – ella me llama y otra vez vuelvo a desobedecer a mi madre, ensucio el vestido blanco con rosado con ganas, luego una extraña sensación de colera invade mi cuerpo por lo que destrozo el vestido, jalo mis cabellos y desarmo el peinado que me hicieron hoy por la mañana por mi cumpleaños.

Para tener 4 años era muy inteligente, por lo que siguiendo mis instintos busco mi habitación que esta llena de regalos, destrozo todo lo que encuentro mientras siento mi pequeño cuerpo ajeno, soy una espectadora más, luego de haber terminado el desastre me dirijo hacia el cuarto de juegos que tengo para mí sola, también destrozo todo mientras comienzo a gritar y llorar.

-Eso es, rompamos todo, ellos nos volverán a comprar mas juguetes. – su voz aparece de nuevo y la miro riendo mientras veo mis manitos con algo de sangre.