Aktobe 1965
Ivanna
¡¿en que estaba pensando?!- me decía así misma mientras caminaba en mi cuarto de un lado a otro. ¿Realmente estaba preparada para una cita?, digo la última vez no me fue muy bien quien digamos. Además, hace mucho que no salgo.... ¿Recuerdo cómo ir en una cita?, dios soy un fracaso. Era sábado, tenía cuatro días para acordarme como ir una cita.
Me quede pensando así realmente valía la pena salir con él, me persiguió durante varias locaciones, incluso le puse una denuncia, ¿estaré mal yo?, trate de alejarme de ese tipo de pensamientos, me quiete la ropa y la colgué en mi ropero, mi cuarto no era gran cosa, era de madera que rechinaba, tenía paredes laminadas de un color viejo, mi ropero también esta gastado, mi pobreza hablaba. En fin pero mi sueño es convertirme en una gran escritora y todos los días me esfuerzo en ello, escribo un pequeño libro para algún día llevarlo a la imprenta.
Me senté en mi pequeño escritorio de madera, la silla rechino un poco, sabía que no dudara mucho, saque mi pequeño cuaderno decorado con una pasta roja, lo abrí y saque mi tinta y mi pequeña pluma, esto lo conseguí porqué un cliente dejo su maleta en el restaurante y adentro venia todo esto, parecía toso nuevo, hasta con intención de dejarlo para mí, bueno o esa es mi idea, trataba de cuidarlo, ya que eran de valor, abrí mí el cuaderno y pose la pluma sobre el papel y la pluma bailaba al ritmo de mi mano.
En un día frío de invierno
Tus pasos alcanzaban los míos
¿Quién eras?
No lo sabía, pero tu presencia me daba
Un pequeño calor,
Creí haber aprendido, pero esta vez ¿Sera diferente?
Definitivamente no me llevara a lejos
Me seguiste incluso en las noches más solitaria
Mi madre dijo que no me preocupara
El hombre de mi vida me seguirá por toda la eternidad
Pero... ¿Porque tú?...
Mire al vacío un momento, ¿realmente este será mi ser amado? No lo creo, para mí el amor, solo era un invento de los tontos, mi padre golpeaba a mi madre, desde pequeña pensaba que así era el amor, soportar el dolor del otro, no importa cuánto duela, solo tenías que estar ahí y callarte.
Cerré mi libro, tape mi tinta y la pluma, los acomode en un lugar donde no se dañarían, camine había mi cama y me acomode, mi cama era la única que no rechinaba, pues fue lo primero que me compre cuando entre a trabajar. Me quede mirando al techo pensando en el futuro que tendría, cerré los ojos y caí en los brazos de Morfeo.
Cuatro días después
Estaba nerviosa, no podía dejar de mirar el reloj, las manos me sudaban demasiado,7:45, 15 min y saldría con el, me fui a cuarto de meseros, tome mis cosas y me cambie rápidamente, tome uno de los pocos vestidos que me había dejado mi madre, me arregle un poco, me retoque el maquillaje y me puse un poco de esencia.
8:00 pm, salí por la puerta trasera, camine hacia la entrada principal, ahí estaba, esperando afuera del restaurante, con una gabardina larga color negra, que valía mis tres rentas juntas, ¿Quién era este tipo?¿ Acaso un hombre con dinero? o¿ un ladrón sin vergüenza?, me acerque tímidamente hacia él, la idea de ponerme vestido se más hacia mala, las piernas me temblaban, el me miro y sonrió, esa sonrisa hizo que mi corazón se parara por un minuto, no me di cuenta que me había enamorado de él, yo Sonreí también
Qué guapa mujer estoy viendo esta noche- me dijo manteniendo su sonrisa, era tan guapo, yo solo sonreía, no sabía que decir, su presencia hacía que me sintiera pequeña.
El me dio la mano y caminamos un rato hasta llegar a las calles principales, tiendas de ropa y restaurantes finos nos rodeaban, me sentía alguien extraño en este lugar, este no era mi ambiente, sentía que la gente me miraba con repudio, o eso me decía mi paranoia.
¿Qué te gustaría cenar esta noche? - me pregunto, me saco de mis pensamientos, ¿Cuánto tiempo me habrá hablado?
L-lo siento, me gustaría cenar algo ligero - dije, él me sonrió y me señalo un gran edificio - ese será un gran lugar- era un gran edificio lujoso, sude frío, ¿Realmente sabía que era pobre? O ¿Está jugando conmigo?
Entramos al restaurante y el pidió una mesa, yo sólo veía el lugar y trate de comportarme como las señoras que llegan a mi trabajo, él le susurro algo al hosstes, este nos llevó a una mesa, pasamos entre los comensales y nos llevó a un pequeño cuarto, adentro había solo una mesa para dos personas.
Entramos a la cabina, el me saco el asiento para que yo me pusiera sentar, el en la otra silla y nos entregaron el menú- por favor denos un minuto- dijo él y el mesero salió de la cabina- elegí este lugar porque tiene mesas así, para que no te sientas incomoda, aquí puedes comer y sentirte como estas acostumbrada- él me dijo, mi corazón se encogió un poco, su gesto se me hizo muy amable. gracias, nunca había hecho esto por mi - Sonreí, el me miro y sonrió - es porque aún no me conocías- me dijo, amaba el tono de voz coqueto que tenía, miré la carta, todo se leía delicioso, al ver los precios cerré la carta y sólo pedí un café, el río bajo.
Señor, por favor traiga me un pelmeni, a ella traiga le un lagman, y de postre una ensalada de arenque, ah y por favor de beber tráiganos un kumiss, gracias el entrego la carta y yo le di la mía,- pero yo no puedo pagar eso- el me tomo la mano y me dijo con una voz tranquilizante- yo te invite a cenar así que yo pago - el mesero se fue y nos dejó a nosotros dos.
Realmente me tranquilizo un poco lo que dijo, pero aún me sentía una extraña ante él, durante la cena hablamos se nuestros gustos, por cierto, la comida era sabrosa, la verdad valía la pena lo que costaba, también me di cuenta de que era una mujer que tenía una económica justa, somos de clase sociales diferentes, pero teníamos mucho en común.