A través del lago

Capitulo 1

Mis días en la cabaña eran aburridos, era una cabaña grande pero la fachada la hacía ver pequeña, aunque adentro tenía varios cuartos era de un solo piso, tenía un tejado enorme donde hacían fiestas, más adelante casi al fondo había un gran lago, donde terminaba el patio, seguían unos tres escalones, recuerdo que no podía bajar ya que el lago era hondo y si bajaba podría hundirme.

Como decía no recuerdo mucho, la mayor parte de los días me la pasaba dormida, a veces recordaba las fiestas que hacían, ¿Quién? La verdad no lo recuerdo, mis recuerdos eran borrosos, los fines de semana era cuando veía más gente, había más chicas, chicos y algunos señores, entre semana estaba yo solo y una que otra chica que rondaba por ahí.

Miro el agua, mis pies pálidos están dentro de ella, puedo ver el reflejo de los sauces, no entiendo el porqué, pero yo era la única que podía estar en el lago, los demás lo tenía prohibido, a veces eso me hacía sentir única, un suspiro escapa de mi garganta, un tipo al cual no le puedo ver la cara se sienta a mi lado, frunzo el ceño al ver que le importa poco que sus botas de cuero se mojen.

—Hoy vendrá una chica nueva — murmura.

No entiendo lo que dice, lo miro, por el movimiento de su cuello sé que él también me mira a mí.

—Sé que te enojaste cuando Mia y Evelyn llegaron.

—¿De qué hablas?

El me mira, parece confundido, aunque por lo borroso de su rostro no lo visualizo bien.

—Me tengo que ir.

No volví a ver al tipo en días o tal vez semanas, aquí adentro se perdía la noción del tiempo, cuando digo que todo era aburrido era real, solo podía estar en el lago o en un cuarto, no podía estar en los otros, aunque me molestara el llanto de las otras chicas debía aguantar.

Hoy el día está muy soleado, el cielo se ve demasiado claro y despejado, camino por el pasto, mis pies sienten la textura rasposa, desde aquí pude ver a la nueva chica, hoy las dejaron salir, pero nadie habla con nadie, todas parecen estar sumidas en sus propios mundos, deje de intentar hablar con ellos cuando me ignoraron, veo salir a la señora de cabello blanco y vestido negro, tiene unas bebidas, entre cierro los ojos cuando la veo marcharse sin ofrecerme nada.

Me voy al columpio que cuelga en uno de los sauces, mis pies chocan con la fría agua, levanto la vista al frente cuando noto una mirada, la chica nueva me observa con el ceño fruncido, me bajo del columpio algo incomoda, normalmente nadie me mira, pero ella y el tipo me miran, aunque de formas muy distintas.

Las estrellas son bastantes hermosas, una sonrisa se extiende por mi rostro, mis pies se mueven al compás del agua.

—Amo cuando sonríes.

Lo miro, el mira las estrellas con una sonrisa, bajo la mirada a sus tenis ya mojados, recargo mi cabeza sobre su hombro, un suspiro sale de mi boca.

—Los días son aburridos.

—Lo sé.

—Todas me ignoran, creo que les caigo mal.

Levanta la cabeza cuando un suspiro sale de él, mi ceño se frunce cuando veo que mira el agua con tristeza y a la vez anhelo.

—Puede que te tengan celos.

Su mirada se topa con la mía, sus ojos son color verde, tiene tres lunares en una mejilla, su piel ligeramente blanca, quiero preguntarle algo, pero una voz nos sobresalta a ambos, el gira algo fastidiado, aunque su mirada cambia rápido cuando nota a la chica nueva, algo le dice y él se levanta rápidamente, vuelvo mi vista al lago.

—No me olvides — murmuro.

Escucho que se detiene, sin embargo, mis parpados se cierran dejándome ver de nueva la oscuridad.




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