Sinopsis

Brooke

Veo como Matthew viene hacia mí con el desayuno y mis medicinas, le doy una sonrisa que él me devuelve.

—¿Cómo está mi pelirroja? —pregunta sentándose a mi lado mientras coloca la bandeja con el desayuno sobre mis piernas.

—Bien, Matt —respondo sonrojada. Este hombre me va a matar de un infarto si sigue sin camiseta.

—Vale —dice poniendo un mechón detrás de mi oreja—. Eres preciosa.

Aquí estaba yo, con el labio partido y, aun así, le parecía linda.

Corrección, él dijo preciosa.

Eso, eso.

—Yo...—bajo la mirada avergonzada, en el proceso veo sus abdominales marcados y eso solo hace que mi cara se ponga del color de mi cabello.

—Eh, tranquila —dice levantando mi mentón, me ve directamente con esos ojos que no tienen un color definido, se va acercando a mí, pero nuestra burbuja es rota por el sonido del timbre—. Voy yo.

Lo veo desaparecer de mi campo de visión para después oír la puerta abrirse, de un momento a otro hay gritos por todos lados.

—¡¿Qué haces en la casa de mi novia?! —grita Alex, me levanto y voy a la sala para verlos uno frente otro sin retroceder.

—Vete de aquí si no quieres que te saque a patadas —habla Matthew con un tono frío y relajado.

Joder así daba miedo.

Alex me ve y trata de venir hacia mí, es detenido por la mano de Matt alrededor de su brazo haciendo presión hasta poner sus nudillos blancos.

—Suéltame, imbécil —dice tratando de zafarse —. Tú pequeña zorra, dile que me suelte si no quieres terminar peor.

Eso basta para que Matthew le dé un fuerte golpe en la quijada tirándolo al suelo, lo agarra del brazo nuevamente y lo saca del departamento cerrando la puerta.

—¿Estás bien, Matt? —pregunto en cuento lo tengo frente a mí, me sentía tan pequeña a su lado, me toma de la cintura para abrazarme suavemente.

—Eso debería preguntártelo yo, pelirroja —susurra, solo escondo mi cara en su pecho para llorar —. Tranquila muñeca, mientras yo esté a tu lado nada malo te volverá a pasar.