Sonia salió de su habitación pálida, los demás al verla, guardaron silencio, algo les decía que no tenía buenas noticias.
—¿Pasa algo?—fue Gael quién preguntó y Sonia asintió, miró a María que seguía comiendo mientras veía sus dibujos favoritos ajena a todo.
—Venid—susurró y todos la siguieron hasta la cocina—Creo que…han tenido un accidente.
—¿Quiénes?—quiso saber Vero.
—Saúl y Paula—tuvo que sentarse porque no podía mantenerse en pie—Llamé a Saúl y apenas podía hablar, sólo entendí la palabra accidente y no pudo decirme más.
—A ver ¿Estás segura de eso?—añadió Gael y ella volvió a asentir—Voy a intentar llamarlo—y se fue a la habitación para que la niña no escuchara nada.
—¿Qué vamos hacer?—preguntó a Vero y a Marc que seguían sin poder creerlo—¿Qué le vamos a decir a esta pobre criatura? ¿Y a Simón? Estará al caer y…
—Tranquila Sonia, primero averigüemos que ha pasado y después buscamos soluciones ¿Vale?—la chica trató de calmarla.
Cuando Gael volvió a reunirse con ellos, no hizo falta que dijera nada, su cara no dejaba lugar a dudas.
—Entonces…¿Es cierto?—Sonia lo miraba con una gran incertidumbre en su interior—¡Dios mío!—se tapó la boca con la mano—¿Sabes algo más?
—Sí, la persona que atendió el móvil de Saúl, supongo que sería alguien del equipo de emergencias, no me ha dado mucha información, tan sólo a que hospital los van a llevar y… que uno de los dos está bastante grave. Al no ser familiar de ninguno de ellos, no que han querido decir más.
—Vale, ahora hay que pensar que hacemos con la enana. No le podemos decir todo esto de golpe y va a empezar a preguntar por ellos, María no es tonta—Vero parecía la única que podía poner algo de orden dentro de tanto caos—Haremos lo siguiente—todos esperaron a escuchar lo que la chica había pensado—Sonia y Gael irán al hospital lógicamente, yo iré a buscar a Simón a la estación. No le podemos decir esto por teléfono, después lo llevaré al hospital y tú Marc, quédate aquí con la niña y entretenla.
—¿Yo? Ni siquiera nos conocemos, no creo que ella quiera, además no he cuidado a un niño en mi vida.
—Pues mira, para todo hay una primera vez ¿Te gustan los puzles?—sabía que lo acababa de meter en un pequeño lío, pero era necesario.
Una vez todo quedó claro, salieron de allí. Al principio a María le pareció todo muy raro, pero cuando Vero le dijo que a Marc le encantaban los puzles tanto como a ella, la pequeña sonrió y sacó todo su arsenal.
—Volveré en cuanto pueda—prometió Vero cerrando la puerta tras ella.
Gael y Sonia trataron de ir con cuidado, aunque lo peor de la tormenta ya había pasado, aún era difícil conducir por las calles de Valencia. Cuando llegaron al hospital, al fin pudieron informarles sobre el estado de Saúl.
—Tiene un fuerte golpe en la cabeza y parte de la cara, además de unas cuantas contusiones en su cuerpo, cuando llegó estaba inconsciente—les aclaró el doctor—Pero cuando despertó, estaba muy nervioso y desorientado y hemos tenido que sedarlo. Lo mantendremos en observación hasta mañana por precaución, aunque todo indica que está prácticamente ileso.
—¿Y Paula? Es la chica que iba con él—si su amigo estaba bien, eso significaba que era ella la que estaba grave.
—Está bastante mal, no los voy a engañar, ella se ha llevado la peor parte. Deberían avisar a su familia, en este momento la están operando.
—¿Operando? ¿Por qué?—intervino Sonia esta vez.
—Ella también recibió un golpe en la cabeza, pero en su caso es bastante más severo, tiene una fractura en el cráneo y no sabemos el alcance ni las consecuencias que le han producido. No sabemos si podrá recuperarse hasta dentro de unos días contando que todo salga bien.
—¿Podemos ver a Saúl?—preguntó Gael porque Sonia seguía en shock tras las noticas sobre Paula.
—Sí, pero sólo puede pasar uno—les informó el doctor.
—Está bien, muchas gracias—Gael lo despidió educadamente—Será mejor que pases tú primero a ver a Saúl.
—Sí, ahora voy—no podía dejar de darle vueltas a toda la información que acababa de recibir—Si a Paula le pasa algo…no creo que Saúl pudiera soportarlo—susurró—¡Dios, Paula! ¿Por qué tiene que pasar todo esto ahora, eh?—a Gael lo destrozó ver así a Sonia y la acogió entre sus brazos sin dudarlo.
—La vida está llena de injusticias—le rozó el pelo con sus labios, pero ella no se dio cuenta—Paula va a salir adelante, ya lo verás, es una chica fuerte y tiene mucho por lo que vivir.
—Ojalá tengas razón—hizo varios intentos para librarse de su abrazo, no era el momento para eso, había cosas más importantes en las que centrarse—Voy a ver a mi sobrino.
Cuando Sonia despareció de allí, Gael fue a sentarse a la sala de espera. Se alegraba que lo de su amigo no fuera nada grave. Pero tenía que prepararse porque, en cuanto Saúl supiera el estado en el que Paula se encontraba, iba a enloquecer y el único que podía tratar de detenerlo era él.
Unos pasos lo sacaron de sus pensamientos, acababa de llegar Vero con Simón, el padre de Paula.