Capitulo 6: Una promesa del pasado

Narra Hikari

Voy abriendo mis ojos poco a poco al escuchar mi teléfono- ¿en qué momento me quedé dormida?- encuentro mi teléfono y apago la alarma, lo último que recuerdo es que estaba en la habitación de Reiji ya habíamos terminado de jugar así que nos sentamos o mejor dicho me acosté en su cama a hablar con él pero… estoy  en mi habitación ¿Cómo llegué aquí? Supongo que él me trajo, me levanto de la cama aun con sueño, estuvimos despiertos hasta ya muy tarde, me voy al baño a tomar una ducha fría para ver si así se me quita el sueño, cuando salgo del baño veo a Reiji salir de su habitación- Buenos días Reiji

-Hola Hikari ¿Cómo dormiste?

-bien y gracias por llevarme a mi habitación y perdón por quedarme dormida, no volverá a pasar

-no hay de que y tranquila no importa no pesas tanto- me sonrió de medio lado y se dirigió al baño, cuando me pasó por el lado le di un golpe suave en el brazo

-oye yo no peso- le dije

-solo un poquito- dijo acercando su dedo pulgar e índice entre ellos

-¿entonces quieres decir que debo hacer ejercicio antes de que suba más de peso?- dije bromeando

-no, no hace falta- levante una ceja- sea como sea eres perfecta- paso su mano por mi cabello despeinándome y haciéndome sonrojar un poquito por lo que dijo

-amm…- lo empuje al baño- vete a arreglar que hoy tengo examen y no quiero llegar tarde- en realidad no tengo examen solo que…  no sé cómo responder eso ¿con un gracias? ¿Exactamente gracias por qué? ¿Por llamarme perfecta? Suena muy… pretencioso, además no me creo o considero así

-okey está bien me arreglo y bajo

-está bien-  le dije bajando las escaleras y me fui a desayunar, una vez que Reiji terminó de desayunar nos fuimos al instituto, al llegar veo a Taji y lo abrazo- ¿Qué hay de nuevo Taji? ¿Cómo está la picada?

-pues ella está muy bien te manda saludos- escucho como Reiji se ríe por lo bajo

-no seas idiota- tomé su mano para revisar su palma- todavía la tienes roja ¿anoche te echaste el ungüento antes de dormir?

-la verdad es que se me olvidó- dijo rascándose la nuca

-¿y esta mañana te lo echaste?- negó con la cabeza, solté un suspiro- no me sorprende- si hay algo que aprendí de Taji además de su bromas de mal gusto es que es muy olvidadizo- por eso traje un ungüento-  dije sacándolo de mi bolso- ven dame tu mano- le coloqué una cantidad adecuada y volví a guardarlo

-gracias, de verdad piensas en todo

-no hay de que- le respondí a Taji, tomé la mano de Reiji- muy bien Rei ahora nos toca seguir con esta pequeña farsa- me soltó de la mano y pasó su brazo sobre mi hombro

-así es- dijo viéndome fijamente a los ojos con una sonrisa, paso mi brazo por su cintura devolviéndole la sonrisa

-¡¡ains!! De verdad parecen una pareja- dice Taji- y yo aquí haciendo mal tercio

Narra Reiji

Anoche me tocó pasar a Hikari a su habitación ya que se quedó dormida en mi habitación mientras hablábamos, se veía tan dulce durmiendo, es raro que comience a sentir algo hacia ella en el poco tiempo que llevo conociéndola, nunca me había fijado en una chica y ¿Por qué ahora? La verdad no lo sé, se ganó no solo mi confianza si no la de mi mejor amigo y la de mi familia, es muy dulce, alegre y siempre se preocupa por los demás y busca ayudar a quien pueda y solo por eso no me atrevo a decirle que la quiero, fuera de esta mentira que tenemos de verdad la quiero, me gusta, pero… no sé si ella me querrá a mí y eso es lo que me impide decírselo, el miedo… ja que gracioso recuerdo que la última vez que tuve miedo fue cuando mi hermano falleció, tuve miedo de ver a Mitsuha llorando por perder a Kaigo, de ver a mi madre derrumbándose con cada respiración, con cada latido y a mi padre tratando de consolarla entre lágrimas, tuve miedo no solo porque Kaigo murió si no porque no podía hacer nada para cambiar ese hecho, esa cruel realidad y el mismo miedo fue el que me hizo huir de casa ese día, no podía verlos derrumbados yo… no podía derrumbarme tenía que permanecer  fuerte… fuerte…

-Reiji hermanito ven acá

-¿qué sucede Kaigo?

-necesito que me prometas algo

-¿Qué cosa?

-que vas a ser fuerte

-¿Por qué? ¿Sucedió algo?

-en realidad…-los ojos se le cristalizaron- si ha sucedido algo y es muy malo…  mamá tenía razón debí alejarme de esas personas mientras aun podía, pero… ya es muy tarde

-Kaigo ¿a qué te refieres?

-necesito que me prometas que pase lo que pase vas a ser fuerte y vas a ayudar a mamá y a Mitsu a pasar lo que está por venir- comenzó a llorar

-te lo prometo voy a ser fuerte pero… ¿Qué está por venir?

-justicia

Fue lo último que me dijo y se fue, pase tres días sin que supiéramos algo de él y cuando lo encontraron ya estaba muerto, en mi mente se repetían una y otra vez las palabras “Tarde, Justicia y Fuerte” tenía una promesa que cumplir y así lo hice me volví una persona fuerte y ese día fue la última vez que dudé o sentí miedo, bueno… hasta ahora

-¿Rei? ¿Estás bien?- me preguntó Hikari

-si Hika ¿Por qué?

-porque Taji te ha hecho la misma pregunta como diez veces y tu estas en otro mundo

-perdón ¿Qué me decías Taji?

-te preguntaba que ¿si después de clase querías ir al Árcade? me enteré de que han puesto un nuevo juego

-me parece bien

-¿en qué pensabas tanto hermano?

-en mi hermano

-ahh ya comprendo, todavía no entiendo ¿cómo murió? o ¿por qué desapareció tanto tiempo?

-yo tampoco, lo último que me dijo antes de irse fue justicia, él se había metido en algo muy malo y tenía que haber justicia