Capítulo 5: Confrontación

"Dolcezza” Esa última palabra pronunciada con esa marcada intensidad en su voz, bastó para ponerme en alerta y perturbar mi tranquilidad por el resto de la noche.

No sé como es que él esta aquí, pero, solo puede significar que no es un simple acompañante nocturno, ya ni siquiera estoy segura de que lo sea pues, al contarle a Vic y Luciana la razón de no haberlas contactado esa noche, me aseguraron que los tres chicos que habían contratado estuvieron reunidos con ellas hasta el final.

Ahora que lo observo con detalle puedo notar el porte y elegancia que proyecta, el cual se compara perfectamente con alguién que siempre se ha desenvuelto en este tipo de reuniones sociales.

-Aria, no es momento para ponerte a divagar, debes responder algo y no dar a notar tu sorpresa- me reprendo mentalmente, pero no estoy segura que debo hacer.

-Es tan hermosa como la recuerdo señorita, es una lastima que aún no sepa su nombre- le digo con una sonrisa coqueta, mientras observo como intenta acomodar un mechón de su hermoso cabello detrás de su oreja y poner una expresión seria para no dar a notar que me reconoció, pero, es muy tarde, su primera reacción me confirmo que es esa pequeña descarada que se atrevió a abandonarme en ese cuarto junto a un puñado de billetes como si yo fuera uno de los chicos que trabajan como acompañantes en mi club. 

-Signore, creo que me confunde con alguien más, no entiendo porque se refiere a mi de esa manera, cuando es la primera vez que coincidimos - Perfecto Aria, haste la desentendida, estamos en público no será capaz de llevarte la contraria y hacer un escándalo, solo evitemoslo y ya.

Me limito a mirarla fijamente y mostrarle una sonrisa forzada - con que así quieres jugar pequeña, esta bien juguemos - pienso aceptando el reto.

-¿Estas segura?, yo a ti te recuerdo muuy bien, eres la chica del club, la que me dejo un puñado de billetes y una nota, uhm me parece que decia algo asi…..- comienzo a decirle elevando un poco el volumen de mi voz, pero sonando sarcástico y sus amigas parecen divertirse con la escena. Aunque no termino de hablar pues ella se aleja dejándome con las palabras a medias.

Aria

Esta claro que nada salió como pensé, él piensa contraatacar y exponerme de manera vergonzosa. No estoy dispuesta a tolerar más y me alejo de él sin esperar a que continuará.

-Hey espera, detente por favor- me pide tratando de alcanzarme, pero yo trato de acelerar más el paso.

-Maldición- me quejo cuando noto que me toma del brazo y me lleva a un lugar apartado, donde me empuja contra la pared logrando que los nervios se apoderen de mí. Él esta muy cerca, tanto que puedo escuchar como ambas respiraciones agitadas se mezclan. Y la mirada en su rostro me da a entender que lo esta disfrutando.

- Suéltame por favor, ¡se lo advierto!, la paciencia no es una de mis virtudes y no le gustará lo que puedo hacer si sigue tentando a su suerte- me sonrie descaradamente y separa mis piernas para colocarse entre ellas, para finalmente sujetar mis manos sobre sus caderas. Solo puedo pensar que este tipo es un maldito loco pervertido.

- Ya no podras escaparte o intentar golpearme, si es que lo que pensabas- enarca una ceja y me habla en tono de burla -has sido la primera mujer que luego de una exquisita noche me deja con ese tipo de desplante, por lo general soy yo quien las deja suplicando por más, si me permito ser presuntuoso- ja este tipo es de no creer, se siente el mismo Adonis en persona.

Forcejeo para que me suelte y no lo hace, entonces le sonrio intentando parecer coqueta y me voy acercando lentamente a su rostro, mientras me mira espectante por mi proximo movimiento, entonces aprovecho y giro mi cabeza de lado para morderle el cachete. 

Me suelta y mi corazón late cada vez más rápido, pienso en huir, pero mis piernas parecen no responder, siento pánico y culpa, aunque muy en el fondo debo confesar que lo disfrute.