El viento a nuestro alrededor realizaba un zumbido cuando lo cortábamos al pasar a gran velocidad tratando de no perder de vista el auto de Marcus. Lo habíamos estado siguiendo durante una hora y media desde que salimos del hospital. Y lo único que habíamos descubierto hasta entonces era que en realidad sí parecía ser un buen partido para mi madre; su parada al salir del centro médico había sido un orfanato que según lo que Carter me dijo era un centro prácticamente olvidado por el gobierno y en los últimos 3 años había estado subsistiendo por las donaciones anónimas.
Cuando nos trepamos por el paredón que enmarcaba el patio del orfanato para lograr ver el interior, había sentido cierta alegría por la ligera posibilidad de haber descubierto que Marcus en realidad tenía un hijo al cual había dejado en ese centro, pero cuando tome la mano de Carter y juntos miramos por una ventana polvorienta y agrietada, descubrimos que Torrent en realidad estaba atendiendo a los niños. Al parecer no podían costear los gastos médicos de un hospital así que él los atendía gratuitamente. Su siguiente parada fue un refugio de animales en donde ayudó con la limpieza y alimentación de las mascotas; en cuanto vi la alegría de los perros y gatos a su alrededor supe que él si era un buen tipo, después de todo los animales tienen instinto.
Carter detuvo la motocicleta a la sombra de un viejo roble sin perder de vista a Marcus; mientras me quitaba el casco pensé en lo ridícula que me debía estar viendo al perseguir a alguien inocente.
-Carter, gracias por todo, pero creo que deberíamos dejarlo ya.
- ¿Ya te rindes pequeña?
-No es rendirse Carter es ser honestos con nosotros mismos, hemos estado acosando a un hombre que en realidad es amable, cordial, empático y por sobre todo es completamente inocente.
-Ya te dije...
-Si ya sé, pero en serio.
Collins se volteo a verme y me tomo de los hombros mirándome fijamente a los ojos haciendo que mis tripas se entrelazaran o al menos esa era la sensación que tenía, supuse que eso debía ser el famoso “sentí mariposas en el estómago” puesto que nunca las había sentido, no sabía cómo era realmente.
-Créeme Pey, ningún hombre es tan perfecto como él aparenta y estoy seguro de que tú estás en lo correcto, Marcus esconde algo.
- ¿Y tú cómo estás tan seguro Carter?
-Porque sé... como actúa alguien que esconde algo.
Antes de poder preguntar a que se refería, él me tomo por la cintura después de colocarme la capucha de mi canguro rojo sobre la cabeza y él se colocó unos lentes de sol que no había notado hasta ese momento.
- ¿Qué haces?
-Está claro que desde este lado del parque no veremos nada, tenemos que acercarnos, pero como ya nos vio en el hospital debemos ser cuidadosos. Tu cabello es muy llamativo por eso lo cubrí.
Hizo una pausa en la caminata y se paró frente a mi observándome de arriba abajo con su cabeza para terminar chistando con la boca.
-Me retracto, todo en ti es llamativo Peyton Parcker, si pudiera te metería en un costal de papas. Intenta no ser tan testaruda y por esta vez se tú quien sigue las órdenes.
- ¿A qué te refieres?
-A que deberás hacerme caso sin objeciones pequeña.
Sus largos dedos abrazaron el hueso de mi cadera por sobre la ropa en señal de que no dejaría que me apartara de su lado mientras nos dirigíamos hacia el lado del parque donde estaba Marcus sentado en una banca y al parecer estaba intranquilo por algo. Movía la pierna con impaciencia al tiempo que miraba una y otra vez el reloj en su muñeca, mire hacia arriba al rostro de Carter y este ya me estaba mirando, pero sus gafas me impedían leer sus ojos.
- ¿No te parece mejor quitarte esos lentes?
- ¿Por qué? ¿A caso no te gustan? ¿O es que me quedan mal?
-No es eso, no te podrían quedar mal ni aunque pusieras todo tu empeño en eso, pero sí creo que son muy llamativas.
-No tanto. Y gracias por el cumplido.
- ¿Tú realmente crees que no son llamativas?
-No, si creo que llaman la atención y más aun sabiendo que el día está más nublado que soleado, pero también creo que son mejor opción.
- ¿Mejor opción? ¿Cuál es la otra?
-No usarlos, pero entonces sería peor.
-No lo creo.
Él se detuvo en seco cuando ya estábamos a solo dos metros de la banca de Marcus. Carter me puso contra el árbol y miró a cada lado antes de quitarse los lentes.
-Mírame a los ojos y júrame que no te llaman más la atención ellos que los lentes.
Él tenía razón, seguramente Marcus había notado el distintivo toque de Collins en sus ojos y no es que sea algo peculiar ver a dos chicos con la misma heterocromía con solo una diferencia de horas en el día.
-Bien, entendí tú punto.
Carter colocó su dedo en mis labios silenciándome mientras miraba por sobre mí y más allá del árbol donde nos encontrábamos, entonces sus labios realizaron una sonrisa ladina cuando sus ojos regresaron a los míos.
-No quiero precipitarme pequeña, pero creo que ya descubrimos los fantasmas de Marcus. Trata de ser discreta y no mires directamente y por lo que más quieras… -Suspire y voltee los ojos al tiempo que me asomaba. -No te asomes. ¿Por qué no dejas que termine de hablar antes de actuar?
No tenía tiempo para más de sus reglas, necesitaba saber que estaba viendo por lo que desconecté mis oídos y en cambió me centré con los ojos en la banca de Marcus. Pero él ya no estaba sentado, entonces Carter colocó su mano sobre mi cabeza y la giro ligeramente hacia la vereda en dónde un Marcus abrazaba a una mujer elegante de vestido color vino, cabello platino y junto a ellos había un niño.
-No hay que apresurarse -dije- podría ser su hermana….
Yo intentando defenderlo y el muy descarado terminó besándose con la rubia modelo cuando se soltaron del abrazo.
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Editado: 29.06.2024