A una llamada a la distancia

Capítulo 17

What a time, what a time, what a time

You clinged to my body like you wanted it forever

What a time, what a time, what a time

For you and I.

What a time.

Julia Michaels, Niall Horan.

Melinda 

Lo había pensado…

Lo había comenzado a aceptar o al parecer eso comenzada a creer.

Había demasiadas cosas pasando por mi cabeza que dentro de las primeras veinticuatro horas todo parecía una broma, una mala jugada, un tiro fuera de lugar o un baile con muy malos pasos.

El estado maniaco paso rápido y sin darme cuenta, todos esos pensamientos malos se habían terminaron al igual que los gritos, las luchas contra las paredes y los muebles también terminaron y cuando mi cabeza dejo de mandarme pensamientos negativos que hace tiempo ya no solía tener, pero el vació regreso de golpe, la soledad me golpeo y me tiro del edificio más alto en la cuidad dejándome caer de espaldas hacía el abismó.

Me olvide de cómo se supone que debería de volver o siquiera si debería de tener miedo por caerme de un lugar tan alto, simplemente me deje llevar por el dolor, la ausencia de un sentimiento o de la persona que provocada esa clase de emociones dentro de mí cuerpo.

¿Cómo se supone que pides ayuda cuando no la quieres?

¿Cómo le dices a alguien que no puede seguir pero que quieres seguir haciéndolo, aunque duela?

Nadie debería de cuestionarse tan seguido su vida, entre la vida y la muerte muchos prefieren la muerte mucho antes de levantar la cabeza y confiar en sí mismo de que pueden superarlo, y ahí es en donde entro yo… yo que miles de veces prefería la muerte, quería morirme y dejar de sentir nada, me quería ahorrar tanto dolor cuando algo saliera mal y tener esta secuencia de facetas que me terminarían por tirar de nueva en mi cama, queriéndome ocultar del mundo cuando en realidad debería de estar saliendo al mundo y decirles que soy normal, con unas enormes ganas de causarme una sobredosis de emoción y no de fármacos.

Mamá. Noah. Jing Men. Dave. Greg. Ray. Jared y muchas personas más se han preocupado por mí, me han querido sacar de mi episodio, pero entre más lo intentan siento que más me caigo y siempre del mismo piso, de la misma forma, pero nunca llego a tocar fondo, porque sé que en otra vida yo sería su chica, aunque no una normal y tampoco iba a pedirle que se quedara cuando él fue quien lo termino, él fue quien nos rompió y yo la que intento curar esa herida, si hubo un culpable no fue él… siempre fui yo.

Yo tengo la culpa por no decirle, por no contarle la verdad. Para que buscar un culpable cuando la que siempre tuvo la culpa fui yo por crearme un futuro en una hoja en blanco donde no existieron jamás colores solo era una hoja en blanco con colores imaginados.

Todo es mi culpa.

Él nunca lo admitirá, pero la de la culpa fui yo, al dejarlo seguir al no ponerme un alto… yo tengo la culpa de que él se haya ido. Al menos aún quedan los recuerdos y el tatuaje que nos hicimos al cumplir dieciocho a una llamada a la distancia, pero juntos.

 

 




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