A una llamada a la distancia

Capítulo 23

Out of love?

Oh-o-oh, when did you fall out of love with me

I can’t float in an ocean

That’s already been drained.

Out of love.

Alessia Cara.

Tao

—Los resultados Dr. Stone —le dijo una enfermera entregándole un par de papeles a mí doctor. Hasta el día de hoy no sabía que los doctores podían viajar de un día para otra de forma inmediata—. ¿Se le ofrece algo más, doctor?

Él se abstuvo de darle una respuesta concreta únicamente le hizo un gesto con la cabeza.

La mayoría de las personas dirían que estoy demasiado loco para dejar que un doctor ingles me revise, pero desde que tengo diez años creo que él era residente de la sala de urgencias del hospital que me atendió cuando mis padres y yo estábamos de vacaciones y después de ese repentino encuentro se volvió el doctor de confianza de la familia.

—Así que Tao —comenzó a hablar mientras revisaba mis estudios—, ¿le has dicho a alguien sobre tú leucemia?

—No doctor, a nadie ¿por qué? —por los gestos que hace me pone aún más nervioso.

—Debo admitir que creímos que las quimioterapias desaparecerían el cáncer, pero debo darte dos noticas, ¿cuál es la que quieres primero?

—¿La mala?

Dude. Por tercera vez en mí vida dude.

—Bien. Entonces comenzare con la mala, ¿quieres que tú hermana entre?

Asentí.

Gire un poco mi cabeza en dirección a la ventana cuando el doctor se levantó para ir por ella.

De nuevo al hospital y ni siquiera han pasado cinco años desde la última vez que estuve en uno.

—Ya que estamos todos debemos comenzar. —Volvió a hablar él.

—¿Qué es lo que tiene Tao ahora doctor? —le pregunta de forma apresurada Sam.

Sam se acercó tanto a la cama para poder tomar mi mano que me sentí de nuevo un niño pequeño. Se que Sam es menor que yo por algunos años, pero no dejo de sentir como si fuera la primera vez que me quedo en una habitación dentro de un hospital por el mismo problema.

—La leucemia es ahora mucho más agresiva de lo que era antes y volverás a tomas quimioterapias, seguida de radioterapia e incluso trasplanté de células madre. Aquí mi pregunta es especial mente para ti, Tao, ¿quieres regresar a todo esto?

Sam me miró con tristeza, pude sentir y notar su dolor en sus ojitos. No quisiera que tuviera que parar ella por esto una vez más.

—¿Qué pasa si no acepto el tratamiento, doctor? —pregunte sin miedo.

—Lo que puede pasar es lo que ya sabes, tendrás que hacer todo lo que querías hacer a lo largo de tu vida en un periodo demasiado corto, no te podríamos decir cuento tiempo de quedaría, pero te podemos dar los mejores métodos para que estés bien. Has luchado contra esto desde que tienes diez años, ya duraste más que otras personas después de que se la diagnosticaron en jóvenes de tú edad el aproximado es de cinco años o menos de eso únicamente el 27% de las personas viven.

Cerré mis ojos un segundo. Tengo que meditar las cosas y debo de pensarlas con claridad.

No le puedo hacer esto a Sam, tampoco a mis padres y mucho menos a las cadenas televisivas con las que ya he firmado contratos. Tal vez pierda fama si dejo los proyectos que tengo en pie por empezar el tratamiento ya mismo, pero de igual forma no quiero dejar de hacer lo que siempre había querido hacer.

—Te dejare pensarlo, Tao —la voz del doctor se volvió a escuchar dentro de la habitación—, si quieres iniciar el tratamiento tengo que pedir tu transferencia al hospital de Chicago lo antes posible, pero si no es lo que quieres entonces te daremos todo para que puedas estar en tu casa y hacer tu vida como quieras hasta que ese día llegue.

—¿Dr. Stone?

—¿Sí?

—¿Cuánto tiempo cree exactamente que me quede?

—¡Tao! —sollozo Sam a mí lado.

Luke… Luke comenzó a calcular el tiempo en su mente. Se que lo hace desde hace un par de años que conozco sus expresiones faciales y como es que hace parecer las cosas más difíciles en las más fáciles aun siendo temas delicados él siempre intenta hacerlo sencillo y menos doloroso.

—No te voy a mentir, pero está terminando contigo, Tao.

—¿Cuánto? —volví a preguntar.

Luke bajo la mirada y después la volvió a levantar.

—Entre seis y doce meses, no más tiempo, Tao.

Sam comenzó a llorar de forma desconsolada. Por mi cabeza no pasada nada. Se quedo completamente en blanco. Sabía que viviría una vida demasiado corta, pero al menos la viví plena y llena de felicidad.

—¿Quieres mi consejo? —pregunto y asentí—. Vive tú vida al máximo estos meses que te quedan porque después del hoy no sabes lo que te podrá esperar en el mañana. Tao, las personas mueren a todas horas, pero personas como tú nunca deberían de morir sin antes haber conocido el mundo.

Le regale una pequeña sonrisa de tristeza antes de abrazar a mi hermana con fuerza, sé que no lo aceptará, pero tendrá que hacerlo, no es su decisión en la mía y ya no puedo seguir viviendo de esta forma durante más tiempo. Melinda me oculto su esquizofrenia mientras yo le oculte que me estoy muriendo desde mucho antes de conocerla.

—Gracias por todo lo que has hecho por mí, Luke —le agradecí antes de que abriera la puerta.

—Para que son los amigos si no son para estar en los peores momentos, Tao.

—Eres terrible como amigo, pero bueno como doctor.

Él no me respondió de regreso, pero sé que le hizo gracia.

Sam termino por acomodarse a mí lado de la cama después de que una de las enfermeras viniera a revisarme mis signos y a revisar que la salina aun estuviera media llena para después cambiármela. Su cabeza la dejo recargada sobre mí pecho y después de cuarenta y cinco minutos llorando se quedó dormida, aún tiene algo de dificultad para poder recuperar el aliento. Amo a mi hermana tanto como para hacerla sufrir de nuevo. Nadie merece pasar por esto de nuevo y espero que no sea para siempre.




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