A una llamada a la distancia

Capítulo 24

I’m still fighting for peace

I’ve got thick skin and an elastic heart

But your Blade it might be too sharp.

Elastic Heart.

Sia.

Melinda

Detesto admitirlo, pero marzo ya termino y mi cumpleaños está mucho más cerca de lo que yo veré el mar en estas próximas semanas.

No me agrada la idea de tener que cumplir años. Al contrario, me recuerda siempre la ausencia de mi padre y todas las responsabilidades que he tenido que sumir desde que decidió que su primera familia no era lo suficientemente buena para él como lo cree o al menos eso es lo que piensa ahora y desde hace siete años. No lo odio, pero tampoco podría hacerlo es mi padre al final de cuantas.

Básicamente estamos a una semana de que mi cumpleaños me haga recordar cuentos años voy a cumplir y no quiero ni siquiera saber qué es lo que pasara ese día o siquiera si tengo ganas de celebrarlo, nunca me han gustado las fiestas demasiado exageradas incluso puedo decir que cuando cumplí quince años mi familia quiso organizarme una gran fiesta y yo solo quería dormir todo el maldito día y no hacer absolutamente nada más que eso. No siempre podemos ser igual a las demás personas con las que convivimos y eso para mí es de lo más normal, no quiero ser igual a los demás y tampoco seré jamás igual a los demás.

Jared me observa desde el otro lado de la cocina mientras según él sirve el desayuno, le había dicho que no tenía nada de hambre, pero como siempre no puedo sentarme a discutir con él sin terminar cediendo y sintiéndome algo vulnerable por la forma en cómo me habla.

—¿Mel? —me llamo.

—¿Mande? —me hizo levantar mi cabeza del libro que estoy leyendo que se llama: You’ve Reached Sam, cuando lo compre no sabía demasiado bien de que iba la historia, pero según las reseñas promete que me hará llorar demasiado.

—¿Qué planes tienes para tú cumpleaños?

—¿Por qué tanto interés?

Mientras uno espera a que le grandioso Jared Leto les responda yo continúe con mi lectura.

Para ser un libro de dieciocho capítulos y cada uno contenga más de treinta hojas me está gustando.

—¿Qué dices si viajemos?

—¿Los dos solo? ¿Eso no es algo que llamaría demasiado la atención de los paparazis?

¿En qué momento comenzamos a hablar entre preguntas?

La verdad es que ni siquiera me importa. Su risa la podría escuchar hasta el segundo piso, pero ya que sé que lo tengo frente a mí, solo volví a levantar la vista para observarlo con esa enorme sonrisa que moja bragas y roba corazones.

—¿Qué dices? —su persuasión me terminara matando.

—Yo digo que estás completamente loco y que no saldré de viaje contigo ya que mi pasaporte no está renovado y sin él no puedo salir del país —mentí.

Jared se sentó frente a mí obstruyendo la luz que me llegada por la ventana. Su mirada realmente es penetrante tanto que a veces me hace llegar a tener pensamientos tan pero tan psicópatas con quererlo matar y fingir que jamás le he conocido.

—Tú mamá dijo que dirías eso —puse los ojos en blanco.

Mi madre siempre juega en mi contra —hable en español.

—Sabes también que entiendo a la perfección el español, aunque no lo habla tan bien como debería de hacerlo, Mel, no te quita nada irte un fin de semana de la cuidad, estás de vacaciones y por el momento no tienes trabajo, ¿qué dices? —me hizo de nuevo esos ojos de cachorro moribundo—. ¿Aceptar ir conmigo a un viaje lejos de la sociedad democrática que seguramente tomara esto como algo malo?

Intente resistirme a su mirada, pero me es imposible y termine cediéndole todo el control.

—Bien —me rendí— pero debes decirme a donde pretendes llevarme ante de que ponga un pie sobre algún avión.

Jared se comenzó a reír de nuevo, pero está vez si quitándose de la luz.

—No te diré a donde iremos porque entonces ya no sería sorpresa.

—Odio las sorpresas.

—Pero esta la amaras.

—No estés demasiado seguro de ti mismo por qué eres una estrella del cine.

—Ja, ja, eres muy graciosa cuando te enojas, ¿lo sabías?

Rodeo en la mese del centro de la cocina para abrazarme por la espalda y cerrar mi libro.

—¿Crees que soy graciosa enojada? —pregunte sarcástica.

—Y hermosa también.

Intente decirle algo, pero me ha dejado sin palabras. ¿Cómo es eso posible?

Tú eres demasiado caliente ¿lo sabías? —me burle de nuevo de él—. Deberías vestirte.

Deposito un beso en mi mejilla antes de que yo comenzara a jugar con mi cabello por los nervios, ese hombre siempre me pone demasiado nerviosa cuando se me acerca por la espalda y me roda todo el aliento. Tal vez la próxima vez necesitare un respirador o algo más para soportarlo.

La semana se pasó demasiado rápido y a penas y me dio tiempo de asimilar que había aceptado viajar con Jared. Mi madre por otro lado casi brincada de la emoción cuando Jared la llamo para decirle que no se preocupase y que todo iba a estar bien que él me iba a cuidar como si fuera su propia viva y que intentaría no provocarme un para cardiaco durante el viaje de fin de semana.

En ningún momento me dijo a donde me llevaría o si tenía algún lugar especial para querer pasar mi cumpleaños él únicamente me mando las indicaciones por mensaje de texto, tenía que llevar ropa cómoda pero bonita, básicamente me dijo que no llevase maquillaje en directas y entre otras cosas solamente le hizo falta decirme que comprara condones, pero dudo que pase algo de ese gravo y ni la diosa de la luna quiera que pase o estaré en grades problemas conmigo misma y con el mundo entero.




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