A una llamada a la distancia

Capítulo 37

You can take this heart

Heal it or break it all apart

No, this isn't fair

Love me or leave me here.

Love Me or Leave Me.

Little Mix.

Melinda

A veces quisiera que los meses pasaran demasiado lento y que nada de lo que ha pasado hace dos años atrás sea posible o real.

Exactamente han pasado dos años desde que lo conocí y aun sigo pensando en cuando será el momento en que se rendirá y por fin podré pensar que solo fue un maldito capricho de nuestra parte el querer fingir que éramos algo más de lo que parecía que en verdad éramos en su debido momento.

Antes de salir de mí turno le pregunte a Noah que si regresaríamos juntos pero exactamente cuando iba a responderme llegaron tres traumas y me dijo que iría cuando se desocupara y no está tan tarde son como las diez de la noche por lo que he decidido regresar a casa andando para poder aclarar mejor mi mente y no seguir pensando constantemente en finales alternos a lo que hubiera pasado si no hubiera dejado ir a Jared y estoy demasiado segura que muchos deben de pensar que es por la fama o querer ser alguien más que la hija de un empresario multimillonario pero la verdad es que el dinero a mí jamás me ha importado y si alguien me lo preguntara jamás he salido en alguna fotografía con mi padre dentro de sus campañas y cuando le preguntar por su familia él siempre dice que ellos son su familia y entonces no falta el reportero o la reportare que le hace la típica pregunta: ¿Pero no se supe que su primera hija Melinda estaba saliendo con Jared Leto? ¿Qué es lo que usted sabe acerca de su relación? ¿Aun esta juntos o ya no lo están más? Y es gracioso ya que él siempre responde con su típico: Melinda sí, por supuesto es mi hija, pero su relación con Jared Leto claro que termino antes de que llegara a mayores formalidades, pero nada que ver con ella.

Claro que él ni siquiera se hubiera enterado sin que la oxigenada de su otra hija se lo hubiera dicho.

Pero en fin no es algo que me importe demasiado como debería de importarme.

El día de hoy había estado tranquila todo mi turno y creo que está demás decir que los días mejoran. Es poco lo que llevo con menos medicación para estar más activa, pero creo que eso les molesta un poco a mis compañeros de casa ya que es cuando quiero que soy demasiado activa y cuando no la verdad es que me da pereza hasta comer o bajar a despedirme de mis amigos cuando no tengo turno.

Ahora mismo lo que menos quisiera es tener que llevarme una sorpresa de esas que te sacar un susto enorme del pecho y tardas en entender cómo es posible que las personas sean capaces de hacerte algo por el estilo.

Cuando me detuve en el porche de la casa recargue mi cabeza sobre la puerta dudando de sí sería buena idea entrar por aquí y no por la puerta trasera hace semanas que entro por la otra puerta y siempre tratando de evitar entrar por está pero ya es momento de hacerlo y dejar eso en el pasado así que gire la manija y en eso las luces se encendieron de forma automática y como bien lo había predicho la figura de Jared sentada en el sofá pequeño me hizo soltar una maldita maldición tan fea que me gire para no verlo directamente a los ojos.

—¡Joder! —gruñí.

—Lo siento —se disculpó él— no era mi intención asustarte solo que no sabía por cual puerta ibas a entrar, Mel.

Me giré para confrontarlo, pero no tuve el valor suficiente para hacerlo.

—¿Qué es lo que haces dentro de mí casa?

—Sí sabíamos que dirías eso, pero tú sabes por qué razón estoy aquí, Mel.

—No. —Fingí demencia—. No tengo la menor idea de lo que estás haciendo aquí, Jared.

—Claro —parece algo cansado—. Ahora vas a fingir que después de todo no significo yo nada para mí, ahora veo por qué me ignoras tanto. Creí que eras directa y sincera pero ahora caigo en cuenta de que a veces ni siquiera sabes lo que verdaderamente para por tú cabeza, Melinda.

Claro que quería gritarle que se equivoca.

Que lo que piensa es completamente erróneo, pero no es cierto, él tiene razón.

Jared tiene razón al decirme que ni siquiera yo sé lo que pasa por mí cabeza, eso no lo voy a negar. Y no es la primera vez que lo pienso, no es la primera vez que dejo bastante claro que a veces puedo llegar a contradecirme por completo y es normal, yo no debería de confiar ni es mi misma, pero ir a terapia es hacer eso, poder confiar en mí y todo lo que pasa dentro de lo cabeza, pero ahora mismo hasta yo sería capaz de dudar si lo que está pasando es realmente real o solo es una cosa más dentro de mí cabeza que me atormenta por no seguir lo que me dicta el corazón.

—Es parte de mí no saber si debo confiar o no en lo que piensa mi cabeza —hable con sinceridad y tanta fluidez que un escalofrío me recorrió todo el cuerpo— tú tienes que ser parte de esto y creo que es más que evidente de que no te quiero dentro de mí vida, Jared así que deja de insistir, por tú bien.

Y sí... yo también quiero creer que por mí bien.

Jared se levantó del sillón acercándose a mí con sutilidad ya que observo que no tengo nada en las manos en realidad tengo mis uñas enterradas en las palmas de mis manos intentando no perder el control y está es una de esas situaciones en las que posiblemente debería de perder el control. Todos mis instintos me gritan que me lance sobre él, que lo golpee y le grite infinidades de cosas feas, pero encuentro dentro de mí ese equilibrio que mamá me enseñó a encontrar y solo cierro los ojos para encontrarme, inhalo y exhalo con dificultad, pero lo hago hasta que siento sus manos sobre las mías. El roce es suave pero no me ayudan con la impotencia de querer hacer algo más, no le quiero hacer daño, pero él se ha dado cuenta de que me estoy haciendo daño a mí misma.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.