A una llamada a la distancia

Capítulo 38

The shadows know me

Let's leave the world behind

Take me through the night

Fall into the dark side.

Darkside.

Alan Walker, Au/Ra y Tomine Harket.

Melinda 

Han pasado varios meses desde la última vez que vi a Jared y no tener ninguna notificación de él hace que mi sistema me deje con ganas de saber algo de él, algo más importante que los aniversarios de sus canciones o de sus videos clip de las canciones, ver sus historias y sus fotografías es una maldita adicción para mí que intento estar el menos tiempo pegada al teléfono para no seguir fomentándome el daño mental. Trabajo más horas con tal de solo llegar y dormir si es que puedo hacerlo y sino simplemente me pongo a leer e intento olvidarme que fuera de mi lectura existen personas que nos aferramos aun sentimientos que nos lastima, que nos hace hacernos tanto daño que posiblemente sea de las peores cosas que podemos experimentar los seres humanos cuando encontramos nuestra ancla, cuando nos damos cuenta de que estás tropezándonos con la misma piedra una y otra vez pero aun así en vez de recogerla y buscarle un mejor sitio no, hacemos todo lo contrario y la dejamos seguir en el mismo lugar hasta que nos cansamos de nuestros mismos errores y la cogemos para lanzarte la fuerte en dirección al mar y la observamos hundirse lentamente hasta lo profundo del mar en donde sabemos que estará segura y nosotros también lo estaremos aunque la extrañemos después de un buen tiempo.

Justamente estaba tomándome un respiro de tantos accidentes y tantos pacientes enfermos. Nunca suelo tener mi teléfono conmigo cuando estoy en el trabajo, pero hoy opte por hacerlo y entones cuando levante mi vista hacia el suelo sonó su tono de mensaje. Cerré mis ojos intentando imaginar que era parte de mí imaginación, pero no era así, tenía que ser realista. Debo dejar de huir de lo que creo que se alejara de mí, debo dejar de aislarme y de darme la espalma a mí misma cuando sé que si es posible que alguien además de Noah se quede conmigo hasta el final de los tiempos es él. No Tao, No Noah, sino más bien él.

Intente convérsenme de no correr a revisar su mensaje que mi cuerpo actuó en contra mío y cuando me di cuenta ya lo estaba leyendo.

Jared: ¿No podemos ver?

Solo pasa un segundo, un maldito segundo hasta de que mis dedos escribieran un silaba y el botón enviar.

Yo: Sí.

Podría odiarme, pero no puedo y debo dejar de hacerlo. Debo de admitir que es mi error amarlo y no poderlo amar. 

 




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