«Power»
Tras estacionar su Mercedes Benz, Estefanía se colocó sus lentes de sol y con ese paso que la caracterizaba caminó hacia su grupo de amigas, las mejores y las más admiradas de la I.E.P. «Thompsman ».
- - Hola, E.- expresó su mejor amiga integrándola a la conversación.
- - ¿Qué hablaban?
- - Nada, boberías de siempre. ¿Qué tal tus vacaciones?
- - Sol, música y un chico alemán, es lo mejor que se podría pedir. ¿Y tú?
- - Viajé a Tokio, al parecer la abuela no quiso estar muy cerca de nosotras.
- Las otras cuatro chicas que habían permanecido en silencio hasta ese momento, decidieron seguir así.
- «Sol, música y un alemán» ¿Quién competiría con algo así? Ross y María, las hermanas gemelas se habían ido de campamento cristiano, aunque no pensaban decírselo a nadie, arruinaría la reputación de su grupo e incluso Estefanía podría hecharlas; Charlotte la más bajita no había podido viajar a ningún lado ya que sus padres se estaban separando y decidiendo quien tenía su custodia; por otro lado, Melissa, nunca viajaba, tenía que quedarse en casa a cuidar de su madre que tenía cáncer: Melanoma Metastásico, etapa 4 y que ya se había expandido hacia su hígado, intestino y cerebro.
- Cuando las seis chicas cruzaron por el umbral de la puerta principal era evidente que muchos las voltearan a ver, “Las barbies” como les habían titulado en los últimos años iban derrochando belleza a cada paso.
- - Y como siempre nos ven.- Hablo María con la mirada en alto sintiendo bastantes pares de ojos en su cuello.
- - Te encanta María, lo sé.- le recriminó su hermana sonriendo como todo una diva.
- - ¿A quién le toca Historia en el aula 506?- cuestionó Estefanía, nadie respondió y se miraban una a una para conseguir una respuesta.- ¿Nadie? ¿En serio? Chicas, habíamos quedado que dos se tenían que turnar conmigo en todas mis materias, o al menos una ¿Qué fue de eso, eh?
- - Lo lamento, E. Pero no he podido ajustar mis horarios a los tuyos, pero juro que te veremos a la hora de almuerzo ¿Si?- Melissa, la más comprensiva del grupo habló por primera vez en que llegaron.
- - Sí, E. Yo tampoco. Y lo siento mucho pero ya tengo que irme a mi aula.- Charlotte se alejó a paso seguro y después cuando estaba un poco lejos del grupo se volteó.- ¡Os quiero nenas!
Estefanía ingresó a Historia, y se sentó en el medio, ni con los sabelotodo de al frente ni con los hippies de atrás. El historiador Gómez ingresó con esa sonrisa sarcástica y falsa del primer día.
- - ¡Este es un nuevo año, chicos y chicas!- Estefanía volteó los ojos, ese imbécil algún día se las iba a pagar por todo lo que le hizo ¡Tremendo capullo! En su ficha de matrícula no había aparecido su nombre y estaba convencida que ya no estaba trabajando allí.- Así que quiero que todos se paren y digan su nombre, porque siempre rotan alumnos y no los reconozco a todos.- la mirada de Gómez y de Estefanía se conectaron, ella con odio y él como... ¡Tremendo gilipollas!.
-
- Cada uno siguió las órdenes de Gómez, unas chicas eran interrumpidas por él con coquetería algunas parecían incómodas y otras locas por la autoridad que de él emanaba.
Unos golpes en la puerta interrumpió a la siguiente alumna que iba a hablar.
- - El director me envió a esta aula.- un chico alto, ojos verdes, rasgos definidos y cuerpo que reflejaba el ejercicio había opacado la belleza de todos los hombres que estaban en aquella aula.- Historia - 506.- Voz ronca, seductora y masculina.
- - Sí, pasa y siéntate. Prosigue Estefanía- dijo Gómez.
- - Soy Estefanía Díaz, mi país de origen es Alemania pero mis padres son Españoles. Tengo 17 años y...
- - ¡Qué hermoso cuerpo!
- No le molestó ese tipo de comentarios, estaba acostumbrada a eso pero lo que le jodió es que el profesor Gómez sonrió ¡Gilipollas! Así que sabiendo que lo que iba a decir era una indirecta prosiguió.
- - El que no va a ser tuyo ni aunque te tirarás al suelo suplicando, capullo.- Estefanía sonrió al ver que su enemigo dejó de hacerlo.- Seguía, 17 años y la historia no se me va bien.
- Se sentó.
- - Siguiente.- habló Gómez tomando un poco de agua.
- - Aarón, 17 años. Padres desconocidos, pero nací a las afueras de esta ciudad.- y se sentó. ¡Bien! Ya tenía un nombre para buscar en Facebook "Aarón"
- - ¿Aarón que más?- preguntó Estefanía curiosa.
- - No te importa.- las mujeres de allí soltaron una que otra sonrisa, obviamente Estefanía no les caía en nada. La clase siguió, sólo dejó un par de tareas y se retiró del aula. Aquella muchacha de ojos verdes cogió su mochila y posicionó sus dos brazos al rededor de la carpeta de él, dejándolo sin poder salir de su sitio.
- - Tú primer día lo entiendo, pero es la última vez que me hablas así ¿Ok, Aarón?.
- Se volteó y al momento que cruzaba el muro que separaba el aula de los pasillos unos brazos de posicionaron al rededor de su cabeza, dejándola sin escape.
- - Es la última vez que me hablas ¿Entendido?- le pareció ver en suelos ojos verdes una dilatación. Junto su nariz con la suya- ¿Entendido?
- - Lo entiendo. Pero yo hablo cuando a mí se me de la gana. ¿Ok? Gilipollas estúpido.- lo empujó con sus dos brazos y se dirigió a la cafetería donde ya la esperaban sus amigas.
- - Hoy he conocido a un verdadero gilipollas.
- - Y yo he conocido al hijo de un narco, o bueno escuché de él.
- - Bueno, entonces deberías alejarte de esos, te traerán problema, Charlotte.
- - Con lo bien que me encantan los problemas.
-