Aaron

«Legado de muertes»

– ¡¿Qué?!– Mel abrió los ojos escuchando a su amiga.

– Sí, sí, estaba allí ¡Fotos y fotos mías! ¡Y después me caí y vi sangre!

Mel se tapó la boca, ¡Dios pero con quiénes se han metido! Estefanía seguía hablando, divagando y exagerando un poco las cosas, o quizás no. 

– Hay que denunciarlo ¡No, no! Mejor hay que huir, será mejor ¿No lo crees? Ahora nos van a buscar en las casa a callar lo que sabemos... ¡Joder, pero me matará! No podemos ir a casa nuestros padres irán y seguro no sabrán donde estoy y quizás los dejé ¡Y si no los va a matar por no darle información!.

Mel, sujetó a Estefanía de los brazos y la guío a sentar se junto a ella en la cama. 

– Bien, primero hay que inhalar– inhaló– y exhalar– exhaló. Estefanía la seguía, en momentos con ese Mel sabía cómo actuar. Y no pensaba en momentos donde un asesino serial quería matarlas, sino en situaciones complicadas. ¡Joder un asesino iba tras de ellas! Barbie empezó a hiperventilar. Mel siguió tratando que se calmara, hasta que lo consiguió. Alguien debía pensar con la cabeza fría.

– Averiguaré ¿Bien? Quizás y estamos imaginando cosas de más. Mira, quizás está obsesionado contigo y te tomó fotos... durmiendo– Estefanía la fulminó con su mirada– Bien, está loco. Pero quizá Arthur nos de explicaciones, él se aportado bien conmigo. No creo que sea asesino. 

– ¡Te estoy diciendo que tenía fotos mías! ¡Su hermano! Y si él también está involucrado ¿Crees que no te va a hacer nada? ¡Te lastimará y matará¡ ¡Y me quedaré con la culpa!. 

– Calma, seguiremos fingiendo que no pasó nada, necesitamos hacer un plan para sacarles toda la información.

¡Eso sería una noche de planes! y cada una le rezaban a una fuerza sobrenatural. 

÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷÷

Ya en la madrugada, Arthur, Aarón, Estefanía y Mel, ingresaban a la casa de esta última. Su madre estaba aún hospitalizada y según los médicos estable. Las chicas habían llevado horas atrás a aquel par de asesinos, como Estefanía lo había estado pensando desde que salió en la mañana de casa de aquellos, a un antro para emborrachar a Arthur y Aarón. Necesitaban tenerlos incapaces de poder mantener el equilibrio y como dicen “Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad”.

Aunque estaban borrachos, sus cuerpos empezaban a recuperar muy rápido, pero tenían que fingir al menos algún tiempo. Aarón sabía que algo tramaban y decidió seguirle el juego. 

Al llegar su cuerpo ya se había re-hidratado, al igual que el de su hermano. Las chicas salieron hacia la cocina y ellos se quedaron en los muebles.

  •  « Ellas tienen un plan, no seas idiota ¿Por qué nos emborracharon y ellas no?»- preguntó mentalmente Arthur- «Quieren información»

 

«Lo sé, tu novia lo lleva pensando toda la noche, lo único que decía es “Más borrachos, más sabremos de ellos»

«Y debo suponer que en la de tu chica no leíste ¿Eh?»

«No es mi chica, y no puedo leer su mente»

«¿Qué? ¿Por qué no me lo contaste antes?»

«No es asunto tuyo»

Las chicas volvieron con dos botellas de champagne en las manos. Ambos se miraron, definitivamente tenían un plan. 

– Que hermoza casssa– habló Aarón arrastrando las palabras.

– Y será mucho más hermosa cuando empiecen a hablar.– Mel se sentó al lado de Arthur sirviéndole otra copa. 

– ¡Mel, shhh! ¡Todavía pueden razonar!

– Barbie no, mira.–. Delante de su compañero puso dos dedos.– ¿Cuantos dedos ves?

– Zeisss.

– ¿Ves? 

Estefanía repitió el mismo acto con Aarón, ¡Sí que estaban para morirse! 

– Bien, aquí vamos. Aarón, ¿Cómo sabías donde vivo? 

– No... Ze quee dizess.

– ¡Mel, lo hemos vuelto bruto! 

«JAJAJAJA, ¡PERO SI BRUTO YA ERES HERMANITO!»

Aarón volteó los ojos. 

– Es el alcohol, vamos a intentar con él. Arthur, di como Aarón sabía la dirección de Estefanía.

– No ze, lyinduurra mayirr.

– ¿Lindur- qué?

– Lo obligué a ver una discusión de pareja de Kenia contra Kim, y se quedó con lindura mayor. Creo que esto no está funcionando...

– ¡Quedaron más idiotas de lo que eran!

– Barbie, ¿Quieres seguir intentado? Quizás aflojen un poco. 

– Bien.– ella tomó aire.– No está funcionando, creo que es mejor dejarlos aquí y huir.

– Es mi casa.

– Es eso o morir. 

– No parecen asesinos...

Arthur y Aarón se miraron. ¿Qué sabían? 

– Mel, te quiero. Pero también entiende que encontré sangre en sus polos, fotos mías con lo que hago en el día y además nombre e imágenes de otras mujeres desde hace años. Investigue a las mujeres y murieron ¡Todas, desaparecidas! 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.