Capitulo 4 Nath

La Brisa Fresca de Nueva Zelanda chocó contra mi rostro en cuanto baje del avión, me traía definitivamente viejos recuerdos, hace mucho tiempo que había decidido irme de este lugar, no tenia la intención de  volver a frecuentarlo, el simple hecho de estar aquí me hacía sentir sofocado.

Frote mis manos para producir calor, tanto tiempo fuera de aquí deje de acostumbrarme a estas temperaturas.

Incluso tenía el mismo olor de siempre la ciudad. Como si todo fuera como siempre.

*Flashback*

Hace 7 años

El teléfono no dejaba de sonar en mi mesa de noche, las vibraciones del móvil llegaban hasta mis oídos.

Gruñí y alce mi mano hacia el y lo tome alzándolo hacia mi oído.

—¿Quien?—pregunte con mala gana.

—Nath..soy Steve— contesto, por el tono de su voz supuse que estaba preocupado.

Me incorpore en la cama y tome el móvil para pasármelo hacia el otro oído.

—¿Está todo bien? ¿Pasó algo con Hayle?—Cuestione comenzando a ponerme con los nervios de punta.

Tardo unos segundos en responder antes de volver a hablar—Es...Yanni—respondió.

Es como si hubiese olvidado como respirar por un momento, y el corazón se me hubiera detenido.

—Yanni...tuvo un accidente—volvió a decir,no tuve tiempo para hacer otra cosa que ponerme de pie y salir de casa directo hacia ella.

Mi pulso comenzaba a acelerarse y empezaba a formarse un nudo en mi garganta.

>>No, no, esto debe ser un error<< pensé .

Una lágrima había rodado por mi mejilla sin darme cuenta, llegue al hospital y corrí directo a la recepción con el fin de obtener información sobre ella, cuando todo se detuvo...

Vi como la llevaban en la camilla rápidamente hacia la sala de urgencias, la sangre corría por todo su cuerpo.

Me quede plasmado, mi visión comenzaba a nublarse y dejé de escuchar la voz de los demás.

Yanni...mi quería Yanni.

*Fin del Flashblack*

Actualidad.

Jamás había pensando volver aquí, pero la llamada de Hayle me hizo volver.

>>Nath, necesito un gran favor de tu parte, se que te estoy pidiendo demasiado, pero, Yanni te necesita, su ex prometido la engaño, y está devastada, ya intento quitarse la vida<< Había dicho por llamada.

Por un momento cuando me llamo me pareció egoísta de su parte pedirme que venga, cuando ella sabía que no tenía intenciones de volver jamás. Sin embargo, cuando dijo que ella intentó quitarse la vida, algo en mi corazón que creí haber enterrado hace años volvió a percatarse y dolió.

Y ahora estoy nuevamente pisando el mismo suelo que ella, y respirando su mismo aire cuando me jure no volver a saber de ella.

Negué con la cabeza >> Aún estoy a tiempo de regresar<< pensé

Mi móvil vibro en mi bolsillo anunciando la notificación de un mensaje de mi hermano Steven.

"Esta es la ubicación de la clínica de Hayle, pasa por las llaves del departamento"

Suspire.

¿De verdad iba a volver a verla después de 7 años?

>>Nath, Nath, debes estar loco<< pensé.

Alce mi mano derecha para llamar a un taxi y dirigirme directo a la clínica, mi auto tardaría aproximadamente 3 a 4 días en ser trasladado hacia aquí de nuevo.

Realmente no pensaba quedarme mucho, mi vida profesional estaba en Kansas, definitivamente no aquí.

Cuando se detuvo frente a la clínica trague en seco.

De repente sentí un hormigueo en la parte baje del estómago y quise correr.

Baje del taxi y caminé hacia las puertas de la clínica y entré como si la conociera a la perfección desde siempre y tome un elevador.

La verdad no se que pretendía Hayle, aunque quisiera no se como podría ayudar a su hermana.

Hace años que no dirigía una palabra con ella.

Negué varias veces pensando que esto había sido una locura, volver aquí, y giré la manecilla de la puerta de su consultorio para entrar.

Olvide como respirar cuando lo primero que vi fue a ella.

Era la misma de hace 7 años, su cabello rizado caía por sus hombros, vestía una jeans  rasgados y unas zapatillas doradas y sus ojos.... Estaba cristalizados, demasiado hinchados de tanto llorar, y su camiseta empapada.

Se me partió el corazón.

Sus ojos se fijaron en los míos y se me estremeció el corazón.

—Yan...—me detuve —Lo siento Señorita—dije y cerré la puerta de golpe.

Me giré para irme del edificio pero me encontré con Hayle. Menuda suerte.

—Nath...—susurro, su piel estaba realmente pálida, siempre fue su ventaja su color de piel y sus mejillas rosadas las que mi hermano se había vuelto loco por ella.

—Hey—dije.

—¿La has visto?—pregunto.

Heche mi cabeza para atrás y pase mi mano por mi cabello, empezaba a sentir los hombros tensos.

—Lo hice—conteste, su expresión cambió y suspiró mirando al suelo, abrió su boca para decir algo, pero la interrumpí—No voy hacerlo, no me pidas que la ayude, no se que pretendes, pero que yo me relacione nuevamente con ella no va cambiar nada, así como en un pasado no cambio nada, tampoco será ahora—dije, solté el aire negando con la cabeza—Esto es una locura—volví a decir y pase por el lado suyo rumbo a otra dirección.

—¡Nath!—me llamo pero quise ignorarla.

Giré en un pasillo  y llegue a lo que eran los sanitarios, entre y lo primero que hice fue golpear la pared con mi puño.

Odiaba ser tan débil y no tener el valor para irme.