XIII

El amor te encuentra donde se que se encuentre así que no te afanes en buscarlo, en forzarlo. Así como le pasó a Cleopatra y Marco Antonio, decidienco dar fin a sus vidas por amor como Romeo y Julieta. María Magdalena no podía ofrecer su amor solamente al Señor era una mujer rabiosa de amor. Si Moisés había pactado con un demonio para hacer llover que Magdalena no lo hiciera con Goziel que revive muertos, amaba a Maximiliano y estaba dispuesta a hacer este juego macabro trayéndolo a la vida. Pero sabía que el Señor no la perdonaría. ¿Tendría que suicidarse como Cleopatra y Marco Antonio? Goziel lo revivió mediante una invocación en alemán:

Dies mies, jesquet benedo efet douvema enitemaus!

La aparición se hizo notar, Maximiliano con ayuda del demonio Goziel se hizo presente, este ser resplandecía con todo el oro, como descendiendo del cielo desencarnando a cada instante. Su figura solo era parecida a la de los serafines que solo puede ser vista por Dios mismo. Tal belleza era presenciada por María Magdalena y Goziel. 

"Bueno es el gran Dios que creó estas normas, estas reglas y leyes. Y bueno es el hombre que las respeta, que sigue sus caminos con humildad y paciencia y en fiel seguimiento de su buen Dios.

Muy otro es el príncipe que odia al Bueno. Destruye las leyes y las normas y crea... contra Natura.

Éste es malo, perverso. Y perverso es el hombre que obra como él: un hijo de Satán.

Perverso, muy perverso es entremeterse en las leyes eternas, desencajándolas con mano atrevida de sus quicios de hierro.

Quizá esto beneficie al malo, porque le ayuda Satán, que es un señor poderoso; podrá crear según sus propios deseos, según su orgullosa voluntad; podrá hacer cosas que arruinen todas las reglas e inviertan la Naturaleza. Pero que tenga cuidado: lo que cree será mentira y delirante espejismo. Su obra podrá levantarse y crecer en los cielos, para derrumbarse al final y sepultar en su caída al loco orgulloso que la imaginara."

Juana Jurgan y Catalina se volvieron cómplices de la Magdalena, presenciando su modus operandi, por conseguir el amor de un hombre, como San Cipriano lo intentó alguna vez sin conseguirlo con éxito. Volviéndose a Dios. Ahora María Magdalena presenciaba su acto y seguir viviendo en la farsa hasta que fuese juzgada por su delito.

-¿Cómo es que estoy aquí otra vez María Magdalena? Pregunta Maximiliano

-Te traje con ayuda de Goziel un demonio. Contesta Magdalena

-Osaste hacer ese vil acto en contra de tu Dios... Vocifera Maximiliano

-El amor divino que lo cura todo... Responde extasiada Magdalena

-Pero acabas de distorsionarlo querida mía... Acierta a responder Maximiliano

-Eres más hermoso de lo que me acuerdo Maximiliano.

-Eso parece, pero me recuerdo más hermoso en el Cielo de donde osaste bajarme. Repite enojado Maximiliano. 

Goziel era un pillo y volvería para reclamar pasado el tiempo a Maximiliano no había resucitado Maximiliano solo era un alfeñique del demonio. Custodio de los tesoros subterráneos, los traslada de un sitio cuando están a punto de ser descubiertos; asusta con fantasmales repiques de campanas, y posee la facultad de revivir a los muertos. Almudena era su consorte pero murió por eso vendría por Magdalena para que Almudena tomara posesión de su cuerpo, pero necesitaba tiempo. Es el rey de la mentira y la fantasía. Se puede convertir en perro, pero se dice que esa es su forma original.