Maximiliano y María Magdalena lucían esplendoros juntos. Pero la santa fue cuestionada por Dios Padre.
-Acabas de romper tus votos hija mía, ya no eres una santa. Evocaste al ángel caído Goziel y ahora has roto con mi norma divina. Estás en una situación límite y tu única salida es mi macrosalvación. ¿La aceptas?
-Estoy con mi amado buscando que andaba muerto, no me hagas perderlo de nuevo Padre.
-Mujer de poca fe, lo pudiste haber encontrado en el cielo. Pero tus debilidades humanas triunfaron, ¿ahora respóndeme lo que te he preguntado?
-Lo hice por amor, ¿usted nunca se ha enamorado?
-Es mi Creación, como no estar enamorado. Acierta a responder Magdalena.
-No puedo hacerlo Padre, elijo a Maximiliano.
-Es tu decisión Magdalena, pero ahora tendrás que esperar como los demás mundanos tu juicio. Pero te entrego este as bajo la manga como agradecimiento por tus servicios en caso de no hallar solución en tu aflicción futura...
-¿Qué es eso Padre?
-Podrás suicidarte, de así consentirlo tú misma. No irás al infierno, tendré un lugar reservado para ti. En efecto, yo también me he enamorado.
María Magdalena quedó desconsolada al borde del paroxismo, llega su amado Maximiliano. El cual con el paso de los días aminoraba su belleza y se volvía un ser deforme que ya no podía esconder sus rasgos demoníacos.
-¿Qué pasa Magdalena? Pregunta impertérrito este
-Nada, nada Maximiliano. Solo un poco desconsolada por todos los eventos que han estado pasando. convocaré a mis beatas futuras dominicas.
Las hermanas de esta orden visten de blanco como señal de simplicidad, luz, pobreza y, sobre todo, recordatorio de que son las “novias” de Cristo.
Su velo es negro (símbolo de humildad, además para diferenciarse del blanco de las novicias) y pueden usar una capa de este color durante el invierno o alguna ceremonia. La unión de ambos colores tiene un significado especial, ya que es la penitencia (negro) cubriendo y protegiendo la pureza (blanco), demostrando también que para permanecer “limpios”, se requiere hacer sacrificios. Algunas llevan un largo rosario de 15 misterios sujeto al cinto y todas deben portar un escapulario blanco.
Las únicas que están preparadas son Catalina y Juan Jurgan, tengo que confesarte que tengo miedo de ellas.
-¿Cuál es la razón de tu miedo? Querida Magdalena...
-Son muy estrictas en sus labores, el alumno superó al maestro.