Por mi propio bien Pt 2

—T/N —mi padre se asomó por la puerta, despegue la vista del libro con el que estaba haciendo una de las tantas tareas —¿tienes tiempo ahora hija?

—¿Qué pasa padre?

—¿Cuándo pensabas decirme que habías solicitado el intercambio? —Se recargo sobre el escritorio, viendo lo que hacía antes de que él entrara.

—No lo sé. Cuando aceptaran mi solicitud, y todo estuviera bien —mi padre no estaba enojado — cuando tuviera la certeza de que podría irme.

—Sabes que te apoyo en todo, pero debiste consultármelo, sé que eres mayor de edad, pero sigues siendo mi hija.

—Lo siento, creí que no me aceptarían después de todo.

—Eres muy inteligente hija, claro que tienes las capacidades, no dudes de lo que puedes lograr.

—Hablando de eso… —Estaba por decirle a mi padre que no me iba muy bien, que todo lo que había hecho los últimos meses no lo había hecho bien, por lo que ahora estaba tomando tutorías, pero mi madre entro enojada a la habitación.

—¿Qué hacías con ese chico en la tarde?

—¿De qué hablas madre?

—Esta tarde en la cafetería estabas con un chico, que no era Taehyung, por lo que sé, ese joven no es de nuestra clase —las últimas palabras las dijo con notable desagrado.

—Es un compañero de la universidad, es mi amigo y ¿Qué tiene de malo que no sea de “nuestra clase”?

—¿Estas segura que es tu amigo? O ¿solo está contigo porque tienes dinero?

—Él no sabe que soy su hija, por favor, si vas a investigar a alguien, la próxima vez hazlo bien.

—Cariño, por favor —mi padre tomo a mi madre del brazo —¿podrían no estar peleando cada que se ven? Son madre e hija.

—Lo siento —dije agachando la cabeza, es lo que mejor hacia cada vez que me reprendían mis padres.

Mi madre se soltó del agarre de mi padre y salió de la habitación enojada —es por esto por lo que me quiero ir.

—Te entiendo hija, pero los problemas no se arreglan huyendo de ellos, debes tener eso claro.

—Si padre, oh, por cierto, mañana me voy al departamento por la mañana, es mejor que me vaya cuanto antes —mire a mi padre, me veía con algo de tristeza.

—Está bien hija, te entiendo, cualquier cosa que necesites no dudes en decírmelo, además, puedes regresar en cualquier momento, esta sigue siendo tu casa.

Esa noche fui a dormir un poco más tarde que lo habitual, a pesar de que no había dormido mucho, no tenía sueño, tal vez era porque me iba a ir al departamento o porque me habían aceptado para el programa de intercambio, pero algo no me dejaba dormir. Era extraño, últimamente el sueño me consumía y hoy tengo insomnio.

Conforme pasaron las horas, el sueño me venció, me sumergí en mis sueños, donde todo era diferente, era mi mundo perfecto, en ocasiones deseaba ir a dormir y no despertar de ese largo sueño, pero volvía a ver la luz de la realidad a la mañana siguiente, no tenía depresión, pero cada día que pasaba las ganas de terminar con la vida que llevaba se intensificaban.

—Hola Jungkook —me acerque a la misma mesa de ayer, ahí se encontraba él bebiendo un café —siento haber llegado tarde —me senté frente a él dejando mi bolso en la silla de al lado.

—No te preocupes, solo han pasado nueve minutos de la hora acordada —miro su reloj, pedí un té helado para ti, espero que no te moleste —dijo con una sonrisa.

—Nunca me ha gustado llegar tarde —estaba algo apenada, me había quedado dormida y apenas había tenido tiempo para darme un baño —y gracias por la bebida, el té helado es mi favorito.

—¿Y qué pasa con las clases?

—Por eso he empezado a odiar más llegar tarde —Jungkook acerco a mi mí libro y mi cuaderno y yo saque los de él de mi bolso —es un problema, no sabes lo que me cuesta levantarme por las mañanas.

Desde donde estaba, podía observar a Min Ho en el auto, a pesar de decirle que hoy no quería que viviera conmigo había seguido las ordenes de mi madre, ya me las arreglaría para irme al departamento sin que me viera.

—Pero siempre llegabas muy temprano a la universidad —me miro algo extrañado —¿Cómo es que ahora no?

—Bueno, como te he dicho antes, es algo difícil de explicar, no sé cómo hacerlo.

—Creo que las cosas que más impacto emocional tienen sobre nosotros son las más difíciles de decir.

—Tienes razón —baje la mirada a mis manos por un instante para luego verlo a él —solo a alguien en quien tengas mucha confianza puedes contarle eso malo que te pasa.

Después de esa pequeña conversación, Jungkook siguió ayudándome con lo que no entendía y me dio algunos consejos para poder concentrarme. Habíamos pasado una mañana agradable, no todo fue solo estudiar, habíamos hablado más estos últimos tres días que en todo el tiempo que llevamos de conocernos.