En mi mente ya no estaba del todo a salvo, bueno, había pensado infinidad de veces hablar de todo lo que me pasa, pero tengo miedo, hasta ahora lo que la gente decía es lo que más importancia tenía de cierta forma. No de manera positiva, porque las palabras que escuchaba en casa y la universidad tenían otras intenciones, si pretendían hacerme sentir mal, lo habían logrado.
—Mi Suk —Lai pasó su mano por enfrente de mi rostro haciendo que volteara a verlo.
—¿Qué?
—Llevo hablando un buen rato y no me has puesto atención, ni siquiera has probado bocado —señaló el sándwich que estaba frente a mí.
—Perdón, es que, estaba pensando en algo —le di una pequeña mordida al sándwich para luego dejarlo donde estaba.
—A cada rato te quedas en el limbo, ¿en qué tanto piensas?
—¿Recuerdas la solicitud para el intercambio? —Lai asintió —pues aceptaron mi solicitud, pero mi promedio debe mantenerse sobre 9.5 o más.
—Pero lo harás bien, apenas estamos a mitad del semestre pequeña, lo vas a lograr, y con la ayuda de Jungkook vas a mantenerte en el promedio, debes seguir confiando en ti misma, no importa si los demás no lo hacen, debes seguir adelante y no dejar que los comentarios te afecten
—Para ti es muy fácil decirlo, pero, en fin, creo que la ayuda de Jungkook me ayudará, es muy inteligente, es algo diferente a lo que me imagine.
—¿Cómo?
—Bueno, no es tan serio, hemos hablado bastante en estos dos días, tenemos gustos algo similares.
—Pues luce como todo un rompecorazones —reí ante su comentario —que tú no lo veas como las demás no es mi problema. Muchas chicas están enamoradas de él, es uno de los más guapos de nuestro curso, al igual que Taehyung.
—Bueno, lo veo como un amigo, y lo que dicen las demás no lo niego, si es guapo, pero...
—Mmm así empiezan —le di un pequeño golpe en el brazo —ay, ya te veré enamorada de él —me miro con fingido enojo.
—Ya, mejor vamos a terminar la tarea —nos dirigimos a mi habitación.
—Pero sí se entrega el viernes y hoy es domingo, déjame disfrutar de mi fin de semana, recuérdame no volver a elegir cursos extra contigo.
—Ya, te libraras de mi un semestre si salimos bien en todo lo que sigue —lo empuje para que se acercara al escritorio.
En Lai veía un amigo, un hermano, al cual podía confiarle cualquier cosa y estaría ahí para ayudarme, pero lo quería lastimarlo con lo que me pasaba, con lo que sentía, no quería que se preocupara por lo que me afectaba a mí, todos tenemos problemas y decidimos diferente cómo lidiar con ellos, prefería quedarme con esos malos sentimientos a verlo a él triste por lo que le contaría, por las luchas constantes contra mis demonios. Porque si soy sincera, no es fácil hablar sobre lo malo qué hay en mí.
La sociedad se ha encargado que los miedos sean más fuertes, las imperfecciones frente al espejo más notorias.
—¿En serio te fuiste? —la voz de mi madre sonó enojada al otro lado, no quería contestarle, pero vendría hasta aquí si no lo hacía.
—Sí, el departamento estaba solo de adorno —me acerqué a la ventana, donde tenía una vista espectacular de la ciudad por la noche.
—No seas infantil Mi Suk, estabas perfectamente aquí, ¿es por lo de ese chico?
—No mamá, eso lo tiene nada que ver, pero sí es molesto que te entrometas a tal grado en mi vida, además solo quiero intentar independizarme, así tienes descanso de mí.
—Por favor, es por tu bien, no puedo dejar que andes por ahí con cualquier persona, solo me das dolores de cabeza —escuche un suspiro al otro lado— no puedes relacionarte con personas que no están a nuestro nivel
—Madre, no empieces otra vez, es mi compañero, no puedes solo guiarte por un estatus, pese a no ser iguales como dices, es inteligente y uno de los mejores de la carrera, así que no lo juzgues sin antes conocerlo.
—Eres un caso especial, ya no sé qué hacer contigo —estaba casi segura de que al otro lado, mi madre apretaba el puente de la nariz por el enojo —Por cierto, Min Ho seguirá siendo tu guardaespaldas, solo así te puedes quedar ahí.
—Sí madre, está bien —me sorprendía que me hablara en lugar de haber venido aquí, tal vez había hablado con mi padre.
—Bien —después de eso, termino la llamada.
Había avanzado bastante en los deberes que tenía que entregar en la semana, había sido un gran reto, el sueño me consumía y la llamada con mi madre me hizo despegarme del escritorio e irme a mi cama, no eran ni las ocho de la noche y yo ya me encontraba bajo las sábanas, conversar con mi madre no me gustaba, no sé en qué momento nuestra relación dio un giro tan inesperado, a veces quisiera regresar el tiempo y volver a cuando nos llevábamos bien. Cuando las salidas a las reuniones con las amigas de mi madre eran agradables y lo disfrutaba, todo eso ahora parece un sueño, pero una vez fue mi realidad.
A pesar de que intentaba lo más que podía no mostrar cómo me afectaba emocionalmente todo lo que sucedía en mi día a día, se estaba volviendo más difícil, trato de mostrar una sonrisa cuando hablo con Taehyung, con Lai, con todos, pero han llegado a cuestionarme si remembre estoy bien.