En ocasiones me sorprende cuanto dolor llegan a causar las palabras, tienen un gran impacto emocionalmente. Ya debería acostumbrarme, pero no puedo, creo que nadie se acostumbra a las palabras que nos hieren.
Nuestros pasos resonaban conforme avanzábamos, la secretaria de mi padre, una señora un poco mayor nos miró con una sonrisa detrás del escritorio. —Buenas tardes, señorita, su padre la espera.
—Buenas tardes —ambos saludamos y entramos a la gran oficina, un escritorio negro frente al ventanal capturaba la vista al entrar, y ahí estaba mi padre esperándonos con una sonrisa —¿Cómo están? Lai, hace días que no nos visitas.
—Algo ocupado tío, pero hoy aquí estoy.
—Bueno, sería bueno que ambos pasaran a visitarnos más seguido.
—Trataremos padre —aunque por ahora prefería mantenerme algo alejada, de por si la relación con mi madre no es la mejor, no sé cómo se pondrá con eso de que he terminado con Taehyung. —Disculpen, ahora vuelvo —salí de la oficina para responder la llamada entrante de Taehyung —Hola, ¿Qué pasa?
—Creí que nos veríamos a la hora de la salida, pero ya te has ido.
—Oh lo siento, lo olvide por completo, traigo la cabeza en otro lado, perdón.
—No te preocupes, nos vemos luego —su voz sonó algo extraña al otro lado, pero no tuve oportunidad de preguntar algo ya que había terminado la llamada. Después volví a la oficina encontrándome a mi primo y a mi padre entre risas, ellos se llevan bastante bien.
—¿De que hablaban? —pregunte mientras me sentaba al lado de mi padre.
—Tu primo y sus ocurrencias, sigue pareciendo un niño, en fin, hija —el semblante de mi padre cambio un poco —¿Cuándo puedes regresar a la empresa?
—Por mi mañana mismo, pero no quiero estar en el área de mercadotecnia esta vez, no se me da muy bien —mi padre me miro algo extrañado, pero prefería decirle eso a estar otra vez ahí.
—Está bien, pero eras muy buena en esa área.
—Prefiero empezar de nuevo en algo más, tal vez en marketing, o algo así —después de llegar a un acuerdo con mi padre Lai y yo salimos de la oficina rumbo al estacionamiento. Fue el camino corto hacia el departamento, entre risas el tiempo pasaba más rápido. Lai y yo entramos al departamento, aún faltaba un rato antes de que llegara Jungkook.
Después de que se fuera Lai, comencé a aventajarle un poco al proyecto antes de que llegara Jungkook, así tendríamos más tiempo para revisar y hacer las correcciones que sean necesarias. Después de casi media hora mi teléfono comenzó a sonar rompiendo con la concentración que me había costado lograr.
—¿Hola? —puse el teléfono en altavoz y lo dejé a un lado.
—T/N, ¿Por qué no nos acompañaras en la comida con los padres de tu novio? —lo que menos quería ahora era hablar con mi madre, pero tal parece que la suerte me ha abandonado.
—Mamá, tengo cosas más importantes que hacer, ya hablé con mi padre de eso.
—Nunca me tomas en cuenta para nada, soy tu madre.
—No pienso iniciar una discusión, hablamos luego —antes de que dijese algo más termine la llamada. Después de eso sonó el timbre, haciéndome levantar para ir a abrir. Al otro lado de la puerta se encontraba Jungkook con una sonrisa.
La tarde había paso sin problemas a pesar de las incontables veces que mi madre volvió a llamarme, peor será cuando sepa lo de Taehyung. No sé qué pasa por la mente de mi madre, no sé qué tiene en contra mía.
—¿En qué tanto piensas T/N? —Jungkook paso una mano por enfrente de mi rostro llamando así mi atención.
—Perdón, me distraje. Estaba pensando en mi madre —baje la mirada —sabes que no tenemos una muy buena relación —el asintió, me miraba atento como si estuviese hablando de un tema muy importante —pero a pesar de que me he alejado seguimos teniendo problemas.
—Dale su espacio—tomo mi mano —ya entenderá que lo que está haciendo está mal —comencé a sentir los nervios apoderarse de mí, no es común que me tomen de las manos, no me gusta, pero se sentía cálido.
—Me siento terrible después de hablar con ella —mantuve mi vista fija en mis manos un instante—he tratado de que nos llevemos bien, pero todo termina mal, no sé qué será cuando sepa lo de Taehyung.
—Tendrá que aceptar las cosas, no puedes permitir que te lastime, es fácil decirlo, pero debes seguir adelante y no darle importancia a eso que te hace mal.
—Bueno, es difícil no darle importancia, pero seguiré haciendo un esfuerzo.
Por más que había tratado de hacer un cambio en mí, había sido difícil mi madre me llamaba o me iba a buscar al departamento, pero por suerte yo me encontraba en la universidad o hacia todo lo posible por no verla con excusas como ella siempre dice.
El paso de los días era más llevadero, había pasado más de un mes, a pesar de tener tantos problemas cargando sobre mis hombros, el hablar con Jungkook, me ha hecho cambiar un poco la percepción que tengo sobre algunas cuestiones, no saco sus palabras de mi mente, hace unas horas que habíamos hablado y parecía que había sido hace unos segundos.
—Sé lo que te digo —la voz de Jungkook me hizo levantar la vista —solo tu pones los límites, a cualquier cosa, entiendo que aún no te sientes del todo preparada para los siguientes exámenes, pero si dudas de ti, no llegaras tan lejos como pretendes.