Estoy cansada de esperar palabras buenas por parte de la persona que me dio la vida, sería injusto y cruel culpar a esa persona por ser la causante del odio hacia mí. Por ser la causante de que lo que más odio es la persona que veo frente al espejo. No recuerdo la última vez que me ha felicitado por algún logro, o siquiera cumpleaños, creo que ni siquiera lo recuerda.
Me senté en la arena y recargue mis brazos sobre mis rodillas ocultando mi rostro, me siento un fracaso cada que escucho a mi madre decir que no sirvo para nada, soy un estorbo.
—Todo va a estar bien —Jungkook acariciaba mi cabello en un intento por calmarme.
—Me quiero ir —mi voz sonó pésima —no quiero estar más aquí.
—¿qué paso? ¿quieres contarme?
—Tuve una discusión con mi madre hace unos días, y hace un rato con Taehyung, mi padre ha hablado en un intento por resolverlo, pero no ha salido nada bien.
—Vamos cariño, esto solo es pasajero, si quieres irte no hay problema, te acompañare —me envolvió en sus brazos y deposito un suave beso en mi frente.
—No, quiero estar sola —limpie mi rostro —tu quédate aquí, no quiero arruinar tu fon de semana con tus amigos, no quiero ser una molestia.
Alejarme de todos era lo que mejor podía hacer, solo era un problema andante, con una nube gris rodeándola noche y día a donde quiera que vaya. Como podría tomarme en serio las palabras de los demás cuando las palabras de la persona que más me importa son de desagrado por mi simple existencia o al menos así se siente estar cerca de mi madre.
—T/N, no eres ninguna molestia, me gusta estar contigo, no vuelvas a decir eso —hizo que me pusiera de pie —eres una chica hermosa y sobre todo eres muy buena en muchos aspectos.
Su mirada era especial, ¿Cómo una persona así se podría fijar en mí?, ¿Qué tengo yo de especial para ser por quien él ahora sonríe?
Caminamos de regreso a la casa, más tarde regresaríamos, a pesar de mi insistencia por que se quedara el prefirió irse conmigo, caminábamos tomados de la mano mientras escuchábamos el sonido de las olas, es triste como dejamos que todo nos afecte de tal manera que preferimos alejarnos de todo por más que queremos quedarnos. Estoy consciente de todo lo que hago, mis errores no me dejan en paz, son la sombra que me sigue a cualquier parte.
Taehyung estaba en la sala cuando llegamos, Lai estaba a su lado, se veían algo tensos, al vernos entrar, Tae se levantó, pero antes de que pudiese decir algo yo fui directo a la habitación, estaba bastante dolida, el enojo había pasado, pero su forma de hablar me había hecho sentir mal, pareciera ser como los demás, solo ven a las personas con un problema, pero no como esa persona trata de lidiar con eso.
—T/N, ¿podemos hablar? —escuche la voz de Tae a mis espaldas mientras comenzaba a acomodar mis cosas.
—¿De qué quieres hablar Taehyung? —no voltee a mirarlo, no quería hacerlo.
—Perdóname, no debí hablarte así, entiendo que…
—No, perdóname tu a mí, por querer más de lo que merezco, por favor dejemos esto aquí, no quiero seguir discutiendo.
Antes de que pudiese alejarme, me abrazo, no era algo que el hacía, pero ahí estábamos —mi intención no era hacerte sentir mal, solo es que me preocupo por ti, eres muy especial para mí, no me gusta verte llorar y menos por mi culpa, no te vayas, no pretendía molestarte tanto.
—Déjalo así, no te preocupes —me aleje de él —solo dame espacio y hare de cuenta como si no hubiese pasado nada, pero no me quedare.
—Está bien —escuché sus pasos salir de la habitación, solté un suspiro, no es esto lo que quiero.
Mirando hacia un punto lejano, me mantenía de pie en el balcón, sintiendo el aire fresco mover mi cabello, tenía un dolor en el pecho, sentía tristeza. Una tristeza abrumadora, que lo único que quería era desaparecer. Ese era mi constante sentir desde hace tiempo.
Mi teléfono comenzó a sonar a mi lado, odiaba el sonido que produce, por eso la mayor parte del tiempo lo tengo en silencio, pero eso le molesta a Lai y a mi padre, y que decir de Tae.
—¿Cómo estás hermanita? —La voz de Chiara sonó al otro lado algo adormilada —hablé con papá hace un rato y me dijo que te has enojado con él.
—Estoy bien —realmente todo estaba mal, pero prefería no preocuparla —solo ha pasado lo mismo de siempre.
—No le hagas caso, no lo dice en serio, mamá es algo dura y no sabe medir sus palabras.
—Contigo no es así, en fin, no quiero hablar de eso, mejor dime, ¿Cuándo regresas?
—Es sorpresa, pero no hablemos de mí, mejor cuéntame, ¿Cómo es eso que tienes novio? ¿Quién es?
Empecé a contarle todo lo sucedido, hablábamos muy poco, pero no podía evitar no contarle como me sentía en ese momento tan feliz, al empezar a hablar de eso estoy segura de que tenía una sonrisa en el rostro, como no iba a estar feliz si era mi primer novio.