Mantener una conversación de este tipo con mi padre no era algo que me hubiese esperado, si tuviese la oportunidad de evitarlo lo hubiese hecho. El ser parte de una de las familias más importantes de Corea del Sur tenía este tipo de cuestiones, matrimonios por conveniencia era lo mejor para hacer crecer empresas y fortuna, pero no estaba de acuerdo en eso, prefería mantenerme alejada de eso.
Mi padre me miraba con tristeza —Hija, tu madre no me dijo a qué iba todo esto hasta hace un rato.
—¿Por qué no me lo dijiste?
—Tu madre no me dejo hacerlo.
—Está bien, pero que quede claro, no estoy de acuerdo con eso, no sé por qué está haciendo esto, pero no lo voy a aceptar y espero y me entiendas.
—Claro que sí cariño —me abrazo, después de nuestra pequeña conversación se fue.
Era algo tarde y ya no tenía ánimo de nada, mi teléfono indicaba llamadas entrantes hasta que lo apague, quería estar en silencio, no quería pensar en nada, no quería hacer ya nada, tenía la ventaja que mañana no tendría que ir a trabajar, así que tendría más tiempo sola.
Las horas pasaron y el insomnio se había hecho presente, daba vueltas en mi cama, el silencio abrumaba la habitación, no estaba en paz, la hora del reloj digital marcaba casi las cuatro de la mañana, ya no puedo más.
Tomé el teléfono que descansaba debajo de mi almohada, al encenderlo tenía unas cuantas llamadas y mensajes de Tae, Chiara y de Jungkook, lo primero que hice fue ver loe mensajes.
Chiara:
T/N, en serio no lo sabía, nos ha tomado por sorpresa
Por favor contesta, me estas preocupando
Papá va para allá, necesita hablar contigo
¿estás bien?
Taehyung:
¿podemos hablar?
¿Qué ha pasado con Jungkook?
¿está todo bien?
Kookie ;) :
T/N, ¿Cómo estás?, ¿Cómo te fue en casa de tus padres?
Hermosa ¿está todo bien?
¿Quieres que vaya a verte?
Hubiese preferido no despertar, mantenerme en ese sueño profundo antes de saber lo que me esperaba al volver a la realidad. Mi madre había entrado al departamento alzando la voz, llegando a mi habitación.
—No puedo creer que hayas hecho eso T/N, me hiciste quedar en ridículo en frente de todos —me levanté en cuanto la vi entrar.
—¿Yo te dejé en ridículo madre? —me puse un suéter que estaba al lado de la cama —¿acaso yo te dije que me comprometieras? Quien ha quedado en ridículo no eres tú, sabes que tengo novio y que nunca aceptaría un matrimonio por conveniencia y aun sabiéndolo hiciste eso ayer, ¿por qué eres así?
Su mirada era intimidante, pero no era la única enojada —te dije que no quiero a ese don nadie cerca de ti, y espero que esta vez me hagas caso, después de lo de ayer, no te permitiré otra desobediencia, te prometí en matrimonio con el hijo de la familia Min, una de las mejores familias de todo el país, además no te tienes que preocupar por si estas fea y gorda, no se casaran por eso, ¿no te puedes conformar con eso?
Negue —yo no busco dinero, busco estar bien conmigo misma, que tus intereses sean esos no quiere decir que yo soy igual a ti, yo quiero a Jungkook y no me importa si lo aceptas o no, no te voy a dar el gusto en eso —después de decir esas palabras sentí su mano impactar contra mi mejilla.
—No quiero que estés con él, te lo prohíbo, si te vuelvo a ver con ese chico sabrás de lo que soy capaz—sentenció mi madre, estando ella y yo a solas era una discusión segura —si no obedeces mis órdenes, yo me encargare de ese muchacho.
—¿Estas bromeando cierto? No te atreverías a hacerle daño —una lagrima bajo por mi mejilla —él es lo único que me hace feliz en esta vida que te has encargado día con día hacer miserable.
—Estas advertida, o te alejas de ese chico o te atienes a las consecuencias. Hablo muy en serio, yo no soy de jueguitos, no tientes a la suerte, hija, que te puede dar una mala jugada.
—¿Serías capaz de causarme tal daño? —no podía contener las lágrimas —¿Tanto me odias?
Me dejo con las palabras en el viento, me miro con arrogancia y salió de la habitación, dejándome ahí con la ira y la tristeza acumulándose. Ahora si quería terminar con todo, tenía la vista nublada, la conciencia dando malos consejos que no medí las consecuencias de lo que estaba haciendo. El dolor emocional que sentía en ese momento era tan fuerte que no sentía nada, mi madre nunca me había puesto una mano encima, pero sus palabras eran hirientes.
¿Era mucho pedir que me quisiera o me tratara bien?
¿Le estaba pidiendo mucho a la vida queriendo ser feliz?
—¡T/N! ¿Qué hiciste? —escuche la voz de Jungkook a lo lejos —No por favor, quédate aquí conmigo —su voz estaba entrecortada. —Sí, necesito una ambulancia, intento de suicidio, por favor dense prisa. —T/N, por favor resiste, no me dejes, por favor, no cierres los ojos, abrázame, aférrate a mí, no me dejes en este mundo donde no poder volver a tenerte entre mis brazos nunca más.