Todo parece un lindo sueño

Escuchaba a Jungkook decirme varias veces que dejara de tomar, pero había perdido la cuenta de hace cuanto tiempo y de cuanto había bebido, por suerte no era más que la vez que fuimos al bar con sus amigos. Me había puesto bastante feliz con lo que me habían dado de beber Lai y Jimin.

—Deja ya de beber, temprano debemos tomar un vuelo —Jungkook hizo que me recostara en su hombro y me quito el vaso que sostenía entre mis manos y lo dejo a un lado.

—Pero si no he tomado tanto.

—No quiero saber hasta donde puedes aguantar el alcohol, no estamos para hacer ese tipo de experimentos cariño.

—No he bebido tanto como para no saber de mi Kookie, así que no tienes de que preocuparte —trate de sonreír, pero fue más un bostezo, tenía bastante sueño y eso que aún no era ni medianoche.

—Mejor prevenir que lamentar, ya hasta te estas quedando dormida, está más que claro que tú no bebes.

—Lo sé, lo sé, ¿y si mejor ya nos vamos?

—Por mi está bien, le digo a los chicos —asentí—nos divertimos mucho el día de hoy, gracias por todo, esto no es un adiós sino un hasta luego, en unos meses nos volveremos a ver, y bueno, como ya saben, temprano debemos tomar un vuelo, así que creo que aquí nos despedimos chicos, gracias por todo.

Después de unos cuantos abrazos nos despedimos de todos, Jungkook se fue y Chiara y yo también, Chiara estaba bastante contenta, no había bebido tanto, pero si había hecho efecto. Al llegar a casa mi madre y mi padre ya no se encontraban en el primer piso, todo estaba en silencio, ahora si pasaba de medianoche.

—Bueno, nos vemos en la mañana hermanita, que descanses —Chiara me dio un abrazo y se dirigió a su habitación y yo a la mía.

Antes de llegar me encontré a mi padre saliendo de su estudio, se veía algo cansado, pero a pesar de eso se quedó despierto —¿Cómo les fue? —me dirigí hacia su estudio con él.

—Bastante bien, fue algo pequeño, solo estábamos unos cuantos amigos en casa de Lai.

—Me alegro hija, ¿ya tienes todo listo?

—Sí, todo, mi lista mental me dice que no me falta nada —sonreí.

—Está bien, ve a descansar, que mañana será un gran día.

Era algo tarde, la noche se había hecho presente hace ya varias horas, pero no podía conciliar el sueño por más que lo intentaba. Tenía los nervios a flor de piel, la emoción de esperar a que ya amaneciera y por fin alejarnos de todo. Mirando hacia el techo oscuro no paraba de pasar una y otra vez la idea de al fin poder alejarme de los malos momentos hasta que se llegue el día en que no me duela lo que paso estando en Corea.

Una suave briza entraba por la ventana, hacia algo de calor por lo que la mantenía abierta, la luz de la luna se reflejaba en el piso, era algo que me gustaba contemplar en soledad, asimilando que el estar a solas era lo que últimamente había dejado de hacer, tomando en cuenta los últimos meses todo era diferente.

En menos de lo que me hubiese imaginado había pasado, por tanto, el inicio de una amistad que se convirtió en mi primer amor, discusiones con mi mejor amigo, otro intento de suicidio, y ahora estaba a unas horas de escribir una nueva página en mi vida, que estoy segura de no haber aceptado al ayuda de Jungkook, ahora no estuviese aquí.

Muchos suelen decir que las personas son algo dramáticas y exageradas, mi madre es ese claro ejemplo, me cuestiona por todo, sus razones no las sé. Pero hay veces en las que las personas no saben cómo continuar con su vida, uno llega a ese gran vacío donde nada complementa, cada acción se va volviendo un enorme reto y de repente sin esperarlo una persona llega cargada de buenas intenciones ayudando a sanar las heridas que uno mismo se ha encargado de hacer al escuchar los malos comentarios de los demás.

—¿Has dormido bien? —pregunto Jungkook al otro lado de la línea, su voz sonaba algo ronca, mostrando indicios de que había despertado hace porco.

—Fue algo difícil, pese a que tenía sueño me quede dormida algo tarde —ya tenía todo listo, ahora solo estaba viendo hacia el techo, como si estuviese pasando algo importante ahí —¿Qué hay de ti?

—Estoy en las mismas, creo que es por los nervios, esto de estudiar en el extranjero nos tiene así.

—Tienes razón, ah, ya quiero estar en Londres, un cambio de aires es lo que se necesita, unas vacaciones de las vacaciones antes de clases.

—A veces pienso que no te gusta estudiar —escuche como movía cosas de un lugar a otro, conociéndolo está indeciso aun de que llevar y que no.

—A veces no me gusta, mejor dicho —escuchar su risa al otro lado me hizo reír a mí también —estoy en ese punto medio, donde me gusta, pero a veces me complica la existencia.

—¡T/N! —escuche la voz de mi madre, lo que hizo que colgara la llamada al instante —T/N, vamos a desayunar, Yoon Gi llegó, no lo hagas esperar —salí de la habitación dirigiéndome hacia ella —date más prisa, a ese paso no llegaras hoy —solo asentí y baje las escaleras tan rápido como pude.

—Buen día T/N —me saludo Yoon Gi con una sonrisa cuando llegue a donde se encontraba.

—Hola Yoon Gi, buen día —respondí con una sonrisa, mi madre nos dejó a solas, conocía sus intenciones, por suerte ella aún no sabía de lo que sucedió durante sus maravillosas vacaciones como ella lo mencionaba.