Abrázame ( Jeon Jung Kook) En Edición

Un beso de amantes a escondidas

Un beso de amantes a escondidas

Homenaje a la cursilería

Dóciles formas de entretenerte, olvido:

Recoger piedrecillas de un rio sagrado

Y guardar las violetas en los libros

Para que amarilleen ilegibles.

 

Besarla muchas veces y en secreto

En el último día,

Antes de la terrible separación

A la orilla

del adiós tan romántico

y sabiendo

(aunque nadie se atreva a confesarlo)

Que nunca volverán las golondrinas.

 

 

Todo mi mundo había comenzado a girar de nuevo, solo esperaba que pasara el tiempo para poder ver a la chica que me tenía ahora sumido en la ansiedad del saber que sigue con vida, en la espera de volver a verla. No me imaginaba pasar la misma situación de aquella vez, ella al borde de la muerte y yo al borde de la locura.

—Hola hijo, ¿Cómo estás? ¿podemos hablar un momento? —el señor Park se acercó a mi señalando un lugar un poco más alejado parta hablar en privado.

—Al borde de la ansiedad, no pude evitarlo, le prometí que cuidaría de ella, pero no pude hacerlo —él negó.

—No tienes por qué preocuparte por eso, sé que no es tu culpa, si hubieras podido evitarlo lo hubieras hecho, pero no estaba en manos de nadie contemplar este tipo de situaciones que aparecen de la nada.

—Y ¿usted sabía que la señora Park vendría a buscarla?

—No, no sé cómo ha terminado aquí si estaría en un crucero —dijo mirando a la señora que se encontraba al otro lado abrazando a Chiara. Verlas así me hacía ver como se sentía T/N cuando estaba con ellas, se notaba mucho la diferencia que hacía entre las dos hermanas.

—¿Se la llevaran a Corea? —pregunte, dejando salir al fin la pregunta que me había estado dando vueltas por la mente desde que supe que vendría.

—Será mejor que se quede aquí, durante su recuperación alejada de todo ese ambiente tenso. Es mejor para ella que se quede. Pero será mejor que te alejes de ella, sé que la quieres, pero no puedo permitir que mi esposa siga lastimando a mi hija solo por estar con un chico que a ella no le termina de agradar.

—Pero…

—Lo siento en verdad, T/N se veía más feliz desde que estaba contigo, pero es mejor que todo esto llegue a su final, nunca me opuse a lo de ustedes, pero debo poner distancia para que T/N haga las cosas bien. Por ahora puedes quedarte en el departamento hasta que tengas que regresar a Corea, no te preocupes por eso.

—Solo quiero verla una última vez por favor.

—Claro que sí —me dio un leve apretón en el hombro y se fue al lado de su esposa.

Al llegar la mañana, y tras varios vasos de café, seguía en esa horrible sala de espera, al lado de Lai, quien intentaba distraerme y a él haciendo preguntas sobre la ciudad, sobre la universidad y temas que la verdad no me interesaba en lo más mínimo en este momento, la ansiedad había vuelto tras una corta visita del médico trayendo más malas noticias. Sus palabras rondaban por mi cabeza partiéndome el corazón otra vez.

Tenía que alejarme de la persona que amaba, la persona que había llegado a ocupar mi mente día y noche y ahora recibía una de las peores noticias, su vida estaba en juego, estaba perdiendo todo por una cosa tan común como el dinero y los estándares sociales.

—Ella está fuera de peligro —dijo el doctor —hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos, pero no pudimos salvarlos a los dos, en un rato más pueden pasar a ver a la joven.

—¿Qué? —en mi mente se repetían las palabras del doctor como una cinta descompuesta atrayéndome a la dolorosa realdad.

—La joven tenía entre tres y cuatro semanas de embarazo, pero por los golpes que recibió no pudimos hacer mucho para salvarle. —En definitiva, era el peor día de mi vida, quien iba a imaginar que todo esto iba a terminar de esta manera.

—¿Puedo pasar a verla?

—Sí, solo que sigue bajo los efectos de la anestesia.

—No iras a ver a mi hija —la señora Park me detuvo antes de que pudiese seguir al doctor.

—Solo déjeme estar con ella una última vez, déjeme verla por última vez —pedí a la madre de T/N con las lágrimas recorriendo mi rostro después de escuchar las palabras del médico.

—Lo siento mucho hijo —dijo el padre de T/N —ve con ella —siguiendo con la voz entrecortada—no tienes por qué pedir permiso.

—Dae Hyun —reprochó la madre de T/N, pero él la interrumpió.

—Hyo-ri déjalo, ya acepto alejarse de ella como tanto querías ahora solo déjalo despedirse.

Haciendo caso a las palabras del padre de T/N acompañado de Chiara llegue a la habitación donde ella se encontraba. —Adelante —dijo Chiara quedándose en la puerta limpiando constantemente sus lágrimas.



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Editado: 13.12.2022

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