Abrázame -Jungkook

Por mi propio bien.

—Pues ahora no me iré.

—Haz lo que quieras —tomé mi teléfono y comencé a ver mis redes sociales, no había nada divertido, solo me aburría más.

—¿Qué harás en las vacaciones de verano?

—No lo sé, todavía falta mucho para eso Taehyung, ¿a qué viene la pregunta?

—Nada en especial, solo quiero saber, además el tiempo se pasa rápido, tres meses no son mucho.

—No me gusta el verano, hace mucho calor —Tae no preguntó nada más, solo se quedó en silencio a mi lado.

No planeaba seguir enamorándome del chico a mi lado, lo había visto incontables veces al lado de otras chicas durante la preparatoria y lo que llevamos de la universidad, y después de tantos años, este sentimiento que tengo por él no me ha abandonado a pesar de las grandes decepciones que me he llevado. Un par de veces quise dejar todo de lado y decirle todo lo que sentía, solo para librarme, aunque fuese un poco de ese sentimiento que me atormentaba.

Me di vuelta en la cama topándome con Taehyung, se había quedado dormido, su respiración era lenta y abrazaba una almohada, tenía la boca entreabierta, así lucia como un niño pequeño, indefenso y tierno. Casi nunca hacía esto, las veces que él venía a mi casa era solo un rato, y por lo general nunca encontrábamos a mi madre en casa, aunque no tendría inconveniente con este chico, es demasiado lindo y sabe cómo tratar con las personas.

—¿Por qué no puedo dejar de quererte? —sentí una punzada de dolor en el pecho al decir esas palabras, que apenas y fueron audibles. Cerré los ojos, que empezaron a escocerme por las lágrimas que amenazaban por salir —¿Por qué no soy lo suficientemente bonita para que te fijes en mí?

Al verme al espejo, las esperanzas que él me aceptara se iban más rápido de lo que habían llegado, ¿amor propio? No lo conozco, ese sentimiento de aceptación no lo he llegado a experimentar o al menos no existe tal recuerdo en mi memoria. He tratado de aceptar mis defectos y corregir algunos de ellos, pero las ganas de seguir adelante se agotan.

Mis oportunidades de encontrar a alguien que vea más allá del aspecto físico son pocas, mi madre me lo recuerda cada vez que puede, “eres gorda cariño, los hombres no se fijan solo en los sentimientos”; si tan solo pudiera demostrar que las cosas pueden ser diferentes, pero no sé cómo hacerlo, tiene razón, o bueno, hasta ahora ha sido así.

Taehyung se fue antes de la cena, mis padres habían salido hace un rato a la fiesta de compromiso y yo ahora me encontraba sola en la inmensidad de mi habitación, tenía entre mis manos la carta de aceptación de intercambio a una universidad en Londres. Una parte de mí estaba feliz, el próximo verano estaría al otro lado del mundo, solo tengo un problema, si no mejoro en mis calificaciones, ese intercambio no sucederá.

Unos goles en la puerta me sacaron de mis pensamientos —adelante —dejé la carta en el mismo cajón donde la había puesto durante la tarde.

—Señorita, ¿va a cenar en el comedor o en su habitación? —Re Mi se asomó por la puerta.

—No tengo hambre, gracias.

—Su madre dijo que debía cenar y no seguir saltándose las comidas.

—Más tarde bajo a cenar—. Re Mi asintió y volvió a cerrar la puerta dejándome de nuevo a solas, pensando en cómo hacer para mejorar mis problemas. Todo lo que tenía en frente eran más problemas que soluciones. Soy un desastre andante, desde que estoy en secundaria me he enfocado en estudiar, mi prioridad no fue tener amigos, no era buena con las palabras, y en la preparatoria iba a ser igual, pero llego Taehyung, trayendo consigo un par de problemas más a mi vida, pero en menor magnitud a todo lo que cargaba en mis hombros.

—Se Ra —mi padre se asomó por la puerta, despegué la vista del libro con el que estaba haciendo una de las tantas tareas —¿tienes tiempo ahora hija?

—¿Qué pasa padre?

—¿Cuándo pensabas decirme que habías solicitado el intercambio? —Se recargó sobre el escritorio, viendo lo que hacía antes de que él entrara.

—No lo sé. Cuando aceptaran mi solicitud, y todo estuviera bien —mi padre no estaba enojado — cuando tuviera la certeza de que podría irme.

—Sabes que te apoyo en todo, pero debiste consultármelo, sé que eres mayor de edad, pero sigues siendo mi hija.

—Lo siento, creí que no me aceptarían después de todo.

—Eres muy inteligente hija, claro que tienes las capacidades, no dudes de lo que puedes lograr.

—Hablando de eso… —Estaba por decirle a mi padre que no me iba muy bien, que todo lo que había hecho los últimos meses no lo había hecho bien, por lo que ahora estaba tomando tutorías, pero mi madre entro enojada a la habitación.

—¿Qué hacías con ese chico en la tarde?

—¿De qué hablas madre?

—Esta tarde en la cafetería estabas con un chico, que no era Taehyung, por lo que sé, ese joven no es de nuestra clase —las últimas palabras las dijo con notable desagrado.

—Es un compañero de la universidad, es mi amigo y ¿Qué tiene de malo que no sea de “nuestra clase”?

—¿Estás segura de que es tu amigo? O ¿solo está contigo porque tienes dinero?

—Él no sabe que soy su hija, por favor, si vas a investigar a alguien, la próxima vez hazlo bien.




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