Abrazo de Amor

6- Final

El sol se estaba poniendo en el horizonte cuando Max salió de la oficina, sintiéndose aliviado de que otro día de trabajo hubiera llegado a su fin. Sin embargo, esta vez, su jornada no terminaría como de costumbre. Había planeado algo especial para esa tarde.

Max se acercó a Wendy, quien estaba recogiendo sus cosas en su escritorio. Su corazón latía con fuerza en su pecho mientras se acercaba a ella, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo por lo que estaba a punto de hacer.

  • Max: "Hey, Wendy. ¿Tienes algún plan para esta noche?"

Wendy levantó la mirada, sorprendida por la pregunta de Max. Sus ojos se encontraron, y Max pudo ver una chispa de curiosidad en los suyos.

  • Wendy: "No, en realidad no tengo planes. ¿Por qué?"

Max le ofreció una sonrisa misteriosa, guardando su secreto por el momento.

  • Max: "Bueno, en realidad tenía pensado invitarte a cenar. ¿Te gustaría acompañarme?"

Los ojos de Wendy se iluminaron con emoción ante la inesperada invitación de Max. Ella asintió con entusiasmo.

  • Wendy: "¡Claro! Me encantaría."

Con una sonrisa, Max condujo a Wendy hacia su vehículo y juntos se dirigieron hacia un encantador restaurante en las afueras de la ciudad. Durante el trayecto, la tensión en el aire era palpable, ambos sintiendo la electricidad entre ellos mientras compartían pequeñas charlas y risas nerviosas.

Al llegar al restaurante, Max condujo hasta el aparcamiento y aparcó el coche. Apagó el motor y se giró hacia Wendy, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.

  • Max: "Wendy, hay algo que he querido decirte desde hace mucho tiempo."

Wendy lo miró con curiosidad, preguntándose qué estaba pasando por la mente de Max.

  • Wendy: "¿Qué es?"

Max tomó una profunda inspiración, reuniendo todo su coraje antes de hablar.

  • Max: "Quiero que seas mi novia, Wendy. He estado enamorado de ti desde el momento en que te conocí, y no puedo imaginar mi vida sin ti."

Los ojos de Wendy se llenaron de emoción mientras escuchaba las palabras de Max. Sin decir una palabra, asintió con la cabeza, dejando en claro su respuesta.

Max sonrió con alegría y alivio, sintiendo como si un peso se hubiera levantado de sus hombros. Se acercó lentamente a Wendy, sus labios temblando con emoción mientras se inclinaba para besarla.

El aire estaba cargado de electricidad mientras Max y Wendy se miraban intensamente, sus corazones latiendo al unísono en medio de la tensión palpable entre ellos. Sus labios temblaban con anticipación, anhelando el contacto del otro en un beso que prometía desatar una tormenta de emociones. Con un suspiro apenas audible, Max se inclinó lentamente hacia adelante, su mirada fija en los labios tentadores de Wendy. Ella cerró los ojos, entregándose al momento con una mezcla de ansiedad y anticipación, sintiendo el cálido aliento de Max rozando su piel.

El beso fue suave y tierno al principio, pero rápidamente se intensificó, lleno de pasión y deseo. Wendy respondió al beso de Max con la misma intensidad, dejando que sus emociones se desbordaran en ese momento mágico.

 

 

Cuando sus labios finalmente se encontraron, fue como si el tiempo se detuviera a su alrededor. Max tomó suavemente el rostro de Wendy entre sus manos, acariciando sus mejillas con ternura antes de profundizar el beso con pasión y deseo.

Los labios de Wendy respondieron con urgencia, buscando el calor y la cercanía de los de Max en un torbellino de emociones abrumadoras. Sus cuerpos se fundieron en un abrazo apasionado, sus corazones latiendo al unísono mientras se perdían en la intensidad del momento.

El beso era ardiente y lleno de pasión, cada movimiento de sus labios y cada suspiro compartido solo alimentando el fuego que ardía entre ellos. Se sumergieron en un mar de sensaciones, entregándose por completo al éxtasis del momento mientras sus labios se movían en un baile de amor y deseo.

Para Max y Wendy, aquel apasionado beso era mucho más que un simple gesto físico; era la manifestación tangible de la profunda conexión emocional que compartían, un símbolo del amor ardiente y la pasión desenfrenada que los consumía por completo.

Y en ese momento mágico, mientras se perdían en el abrazo apasionado del otro, supieron que aquel beso solo era el comienzo de algo mucho más grande y profundo, una historia de amor que los llevaría a lugares que nunca habían imaginado y los uniría en un vínculo eterno de pasión y devoción.

 

Pues juntos, Max y Wendy se perdieron en el éxtasis del beso, sintiendo como si el mundo entero desapareciera a su alrededor, dejando solo la intensa conexión entre ellos. Era el comienzo de algo hermoso y emocionante, una nueva etapa en sus vidas que los llevaría por un camino de amor y felicidad juntos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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En el texto hay: amor en oficina, envidia

Editado: 07.05.2024

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