Caminé sobre las puntas de mis dedos,
me desplacé sin creerlo sobre mis deseos.
Me abrí paso para no lastimar a nadie,
me herí para no hacer sufrir a nadie
y el reloj se detiene para apuntarme,
como un arma, va a matarme.
Me han golpeado y yo soy la criminal,
me robaron y lo tengo que aguantar,
me han usado y ellos son las víctimas,
me han abusado, acosado y acusado que me falta lealtad,
tuve fuerza para decir la verdad,
pero temprano o tarde, soy la criminal.
Vuelve el reloj atrás,
cambio mis acciones y todo sigue igual.
Voltean las cruces para causar alguna herida,
¿no ven que ya me hicieron trizas?
bendicen mi sangre podrida.
No tengo nada que temer,
porque sé bien
que los papeles se invirtieron,
tú que eras mi verano ahora eres mi invierno.
Congelas y traicionas en mi época favorita,
no hay margaritas, solo hay ruinas,
me tirás y me pisas,
oigo tus risas.
Soy la sombra de una vergüenza,
el pasado que no importa y sus miserias,
el destino me persigue y se marchita.
E intento olvidar cada morado y cada blues
pero no puedo escapar del momento
en que para mí era amarillo y rojo.
Y aunque esté en libertad,
me hacen sentir en una celda.
Y marchitan a alguien más,
otra inocente criminal.