Absoluto Diario de poesía

La voz de Van Gogh

Tú. Me desagrada tanto,

mi exposición, no es motivo de tu asalto.

Para ti nunca voy a ser lo suficientemente buena.

Sigues derritiendo mi cerebro como una vela.

 

Doy todo de mí, tienes todo de mí,

y lo usas para reír.

No tengo nada de ti, no quiero nada de ti,

pero sigo pensando que lo que haces y dices está bien.

 

Tus palabras me llegan,

me cortas como a una oreja.

Tengo sus órdenes vigentes, su voz en mi mente,

y cada letra duele.

 

Sin ti no soy nada, haré que no pasa nada,

porque podrías dejarme mañana.

No quiero que el éxito de mi vida

sea el fin de la misma,

pero tú sigues provocando esa salida.

 

Llenas tus manos de pintura,

te llevas toda mi cordura.

Calla, tú, cállate, calla,

quiero mirar en silencio esta noche estrellada.

 

Mi obra y mi arte,

son bellos y surreales,

pero tú eliges dispararle a las aves.

 

Soy hermosa y estoy loca,

por eso de tu boca

luego de flores sale una horca.

 

Tu amor, es frío,

su voz, un escalofrío.

Su voz hace sangrar mis oídos,

lo veo en el espejo y digo.

 

Tú eres la bala y yo Van Gogh,

haces que vea medio vacío mi vaso.

Tú eres la prostituta y yo la oreja de Van Gogh,

dejá de decir que a los artistas les falta razón

y les sobra corazón.

 



#8390 en Otros

En el texto hay: poesia, melancolia, poemas

Editado: 09.04.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.