En letras rojas

¿Al verme y besarme podrá oler y tocar música de los 80'?

Mi chico es malo haciendo bromas

pero bueno haciéndome llorar.

Y eso no significa que solo me provoca melancolía.

Cuando fluyo en sus latidos, mi alma expía.

Podemos hablar sobre cómo perdernos

mientras lo abrazo y rodamos hasta el fin de los tiempos.

O de lo peligroso que es que me enseñe a manejar

porque aprendería el camino a nuestras casas.

Siento que respiro mejor cuando me asfixia.

Intento que no piense demasiado.

Pone de punta mi pelo y mis nervios,

los controla con vértigo

porque la cabeza de uno de los dos

puede desprenderse y volar con el viento.

¿Cuánto puede durar un para siempre?

Bajo el fuego y el agua es diferente

pero cuando entrelazamos nuestros dedos por fuera

él es negro y yo rosa.

Podríamos ganarle al cielo sin metáforas.

Y sabe que no es el primero

por el que siento que bellamente tengo miedo.

Ciegamente quiero darle un cierre,

sentimentalmente cuando la vida de la tierra finalice.

Y sé que no soy la primera

por la que siente que el mundo mejora.

Palabras bonitas salen como humo de su boca.

Nuestra poción no es tóxica aunque tuviera una s y una a.

Sobre un árbol escribo nuestros nombres con sangre.

Es el clímax de cualquier droga que haya probado.

Le gusto más que cualquier droga que haya probado.

Esas contradicciones nos hace adictos a nuestro romance.

Tu amor es el principio y el fin pero no mi apocalipsis.

Antes que decepcionarte prefiero morir.

Me gustaría saber qué sentís los domingos

que no te despertas conmigo.