Levantarme en la mañana teniendo lejos tu corazón
es enloquecer, es comida sin dulzón.
Todo lo que te pedí
cuando te fuiste,
es que no me olvides.
Piensa en mí.
Sin tu voz que hace más coloridos mis días,
aprendí a vivir en gris,
aprendí a sonreír en las despedidas.
Te deseo que puedas ser feliz.
Pero donde quiera que estés,
piensa en mí.
A ti, no se asemeja nadie.
Nadie puede reemplazarte.
Si eres feliz, yo soy feliz,
pero si te tienes que ir,
¿a quién saludaré en las noches?
Hoy probablemente llore menos que ayer,
no voy a disimular.
Si quieren saber cómo es un amanecer sin sol,
esa respuesta la tengo yo.
Los hilos del destino quisiera desenredar,
sin ti todo es insólito, es tan aburrido.
Donde quiera que estés,
piensa en mí.