Absoluto Diario de poesía

Catalina

La vieron deambulando en cada esquina.

Suspira. Al salir la luna, la mira.

En plena ambivalencia la luz ilumina.

Sus pupilas titilan, la muerte le hace cosquillas.

 

Su mayor delito es la valentía.

La hacen llorar y la hacen trizas.

Su pasado sufre amnesia.

No entiende si es aceptada o asistida.

Espera que lo que nadie olvida,

que su nombre es Catalina.

 

Su padre la llama guerrera, y su madre, mi niña.

En su infancia nunca le dijeron que era bonita.

Detuvo golpes, la llamaron extremista.

Irrumpió el silencio, se perdió en una fila.

Cuando se duerme ceniza se vuelve.

 

Catalina en el cuerpo tiene cicatrices

y heridas en la cabeza.

De ella se ríen, y ella ahora y por siempre ríe.

 

Ella entiende sobre sentimientos

pero nada sobre el mundo.

Se arrastra sobre el cielo del infierno.

Catalina perdió el vestido blanco de su bautismo.

 

Baila con la cadera quebrada.

Piensa con un nido en las neuronas.

Anda sin lengua por las lagunas.

Dijo no y le dijeron puta.

Pero ella no se llama Catalina.

 

Catalina consigue lo que quiere.

Catalina a veces obtiene lo que no pide.

Catalina una vez más se levanta y ve la hora.

Catalina en absoluto somos algunas.

 



#5871 en Otros

En el texto hay: poesia, melancolia, poemas

Editado: 09.04.2023

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