después de horas leyendo libros llega shay a ayudarle con su trabajo, pero había llegado de imprevisto y no lo estaba esperando, estaba concentrado en la lectura, cuando de repente ve la vela se mueve y por un momento se coloca alerta, a lo que aprovecha y se por detrás con demasiado sigilo por detrás de charles, para asustarle, pero al parecer él ya había supuesto que era el, y estaba a punto de comprobarlo cuando shay y salió por detrás de un armario que había, por lo que charles le dice –espero que tu visita a estas alturas de la noche, sea para cosas buenas –
Shay y Arno eran muy buenos amigos, shay en secreto le enseñaba a un pequeño a manejar una espada, claro todo sin que su padre se diera cuenta, no quería escucharlo decir, hay que esperar a que tenga unos 10 años para enseñarle, pero él sabía que en ese tiempo podría pasar cualquier cosa, y aun peor sabía que era un asesino y lo llevaba en la sangre, y por aquella razón tenía que aprender a pelear, y además de eso tenía que aprender el siglo.
Después de haber leído libros y no encontrar ninguna respuesta a lo que significaba todo lo que estaba escrito, deciden que es momento de descansar, ya eran más o menos las 2 de la mañana, y charles estaba demasiado cansado para seguir así que le dice a Shay – estoy cansado, eh tenido mucho por hoy –
Shay le coloca la mano en el hombro diciendo – no tienes que ocultar nada, eres como mi hermano, así que cuéntame todo lo que tengas adentro – el suspira y se sienta de nuevo diciendo – ella se fue, estaba enojada, porque no le había dicho toda la verdad, pensé que, escondiéndole la verdad para protegerla, pensé que le estaba dando una buena vida, pero no ella se fue, y me dejo con Arno, no sé qué hacer, ella era la que la que cuidaba de él, no sé qué hacer de verdad –
Charles se levanta y le despide dándole las gracias, y por ultimo le dice – no te olvide de cerrar la ventana, puedo estar ocupado, y aun así escucharte entrar - Shay se ríe y se va diciendo – valla que si es todo un maestro del sigilo –
Charles se va a dormir, cayendo como una piedra en su cama.
Al otro día Arno se levanta demasiado temprano, la sirvienta estaba alistando el desayuno, cuando ve que algo que estaba detrás de la mesa y con una sonrisa dice – vamos Víctor te estoy viendo, esta vez no me vas a robarlas fresas –
Arno se levanta y la mira – solo uno mi padre todavía no se ha levantado y sabes que a él no le gusta que tome cosas –
Su padre ya se había levantado y estaba listo para salir, Arno escucha como él va a su habitación y rápidamente se regresa a su cama para que no notara que había ido a la cocina, pero su padre lo había escuchado desde su habitación, y como si nada hubiera pasado va a la habitación de él y le dice – valla así que todavía sigues dormido – Arno se controlaba las ganas de reírse hasta que su padre le dice – valla que mal, me iba a llevar las fresas conmigo, que mal que Arno está dormido – Arno se levanta y le dice – no te las leves –