Academia Aether

Capítulo 12: Espíritus de vuelo.

Wind miraba a todos con una expresión que demostraba la gran confusión que la inundaba, con sus labios pocamente separados y sus ojos bien abiertos mientras tenía sus alas extendidas; emocionada y orgullosa de sí misma hasta que una sonrisa creció lentamente en su rostro.

—¡Esto es fantástico! —Gritó—.

Pero dicha sonrisa y emoción se esfumó al instante cuando notó que las alas desaparecieron sin ningún motivo aparente.

 

—¿Que? ¿Qué paso? ¿Porque se fueron las alas?

Confundida da muchas vueltas tratando de mirar su espalda, como un perro persiguiendo su cola, y a la vez intenta hacerlas volver haciendo un esfuerzo, tanto así que una vena logra marcarse en su frente.

La Profesora se acerca y le coloca una mano sobre el hombro, para así decirle:

—Tranquilízate, ya explicare porque sucede esto.

La chica, mira los extraños ojos hipnotizadores de la Maestra por unos segundos, y luego procede a sentarse donde estaba antes con los demás.

—¡Lo hiciste muy bien! —Le expresa Kris justo cuando se sienta—.                            —¡Gracias! —Le responde—.

La Maestra luego de eso procede a decir en voz alta:

—Como todos los años se les instruye, La habilidad de vuelo no es algo natural en un ser humano, ni siquiera por ser un manipulador. Sin embargo, la manipulación es algo que vive dentro del portador, y al estar en situaciones peligrosas es posible que se active sin ninguna orden, esa es la razón por la que a los nuevos pensé en arrojarlos desde un lugar alto como este, porque cuando su manipulación detecta que el portador está a punto de morir en caída, reacciona creando estas alas para sobrevivir, a pesar de eso, es imposible invocar alas al antojo. Como lograron observar a Wind se le esfumaron las suyas justo en el momento en que salió de la situación peligrosa. Pero no tendría sentido que existiera una clase de Vuelo si casi nunca van a poder volar, por eso existe una manera de que puedan controlar alas temporalmente, que todos los que están aquí ya saben.

Para los nuevos: la forma de conseguir alas es obteniendo un "espíritu de vuelo", la forma de conseguir uno de estos es arrebatándoselo a cualquier criatura voladora del mundo. Para la clase de mañana todos deben traer un espíritu de vuelo embotellado. Ya pueden retirarse que pasen una feliz tarde

Todos los estudiantes comienzan a bajar de las gradas y regresan al elevador que los trajo.

—¡¿Que?! ¡¿Eso es todo?! ¡¿Ni siquiera nos dirá dónde encontrar a esas criaturas o al menos como embotellar un espíritu?! —Exclama Wind en voz baja—.

—No te preocupes, nosotras te ayudaremos a conseguir el tuyo, la Maestra confía en que ayudemos a los nuevos, por eso no dice nada. De hecho, si mañana vinieras sin espíritu de vuelo las afectadas seriamos nosotras —Le responde Alba—.

Wind hace un gesto de aceptación sin decir ni una palabra.

Un largo rato después de bajar por el altísimo elevador a través de la torre y caminar hasta las afueras de la Academia; lugar donde a esas horas puede admirarse un hermoso atardecer y un ambiente rebosante de sociedad con todos los estudiantes riendo, caminando y volando; las muchachas cargan a su nueva amiga una vez más para irse de vuelta a la cabaña, pues pensaban descansar del largo día antes de ir por los espíritus.

—¡Estoy acabada! —Exclama Alba con una voz débil mientras se quita la armadura y la tira por lados aleatorios de la sala—.

—¡Oye! ¿¡Que te he dicho sobre hacer eso!? Pon todo en su lugar —Le grita Kris enojada—.

—¡Oblígame!

Wind solo sube a la habitación y deja todas sus cosas ahi, luego baja y se sirve algo de beber del refrigerador de cristal mientras observa como las chicas pelean porque Alba es tremendamente desordenada.

—¡Tú nunca mueves ni un dedo para asear la cabaña! ¿Sabes? ¡Las cosas no se limpian solas!

—¡Esta bien ya! ¡Qué amargada eres!

La chica de fuego, con una cara obstinada recoge su mochila y todas las partes de su armadura, y sin dirigirle la mirada a Kris, sube a la habitación para colocarlas ahí.

—Son muy graciosas cuando discuten—le dice Wind a Kris con deje jocoso; riendo y bebiendo—

—¡Ella es muy desordenada y desaseada! Si no fuera por mí no se vería como se ve ahora, si la hubieses conocido desde el primer día, literalmente la confundí con una vagabunda, le intente dar limosna.




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