Capítulo 27: Derrota.

—¿¡Thaxrias que piensas hacer!?

La malvada mujer soltó una pequeña risa y caminó lentamente hasta estar frente a frente del inmovilizado Ainz'razius. Acarició su mejilla y le dijo: —Verdaderamente, eres el guerrero del Aether más ingenuo que he conocido.

Este, respondió con una gran expresión de desprecio y furia; frunció el ceño y apretó los dientes hasta que las venas de su cabeza se hicieron visibles. La mismísima ira de su posición guerrera corría entre su sangre. —¡¿Cómo es posible que nos traiciones ahora?!

La mujer sigue caminando hacia delante hasta darle la espalda, entonces le responde: —¿Traición? yo no lo consideraría una traición, nunca fui parte del Aether.

Ainz quedo asombrado ante tan viles palabras. —Realmente nunca había conocido una mujer tan maldita como tu ¡juro que te matare!

—Exactamente... aunque también, el Aether creo que jamas conocerá a un guerrero más traidor que tú.

—¡¿Que?! ¿De qué hablas? —Preguntó cómo una exclamación, crispando su rostro—.

Riéndose nuevamente, Thaxrias le responde: —¿Piensas que ellos creerán que tenías un buen objetivo con el Núcleo de Sangre? ¿Crees que ellos no descifraran que si alguien se hace con este poder toda la Academia caería en ruinas? Jamas te convertirás en un mártir Ainz, todos te recordaran como un enemigo; Ainz'Razius el traidor.

—¡Cállate! ¡Eso no sucederá! ¡Todos sabrán que mi único objetivo era erradicar a los hemomantes! ¡Eliminar la escoria de este mundo!

—Pues espero te crean después de que el Nether se haga con este poder... crearemos un incontable ejercito de geomantes, seremos tantos como las estrellas. Invadiremos los demás mundos y convertiremos a las artes hemomanticas incluso a las bestias. No habrá fuerza, hombre, monstruo ni dios capaz de detenernos... pero sobre todo... traeremos de vuelta a nuestro gran rey y señor... ¡Ohanegos el Carmesí! Aquel que dio inicio a la nueva era, aquel a quien le debemos nuestra vida y manipulación, aquel quien murió injustamente.

Ainz'razius siente que algo le perfora el corazón, abre sus ojos y queda boquiabierto del miedo y asombro, pues ya sabía el terrible plan del Nether y conoce las futuras consecuencias; el fin del Aether. Entonces Thaxrias procede a reírse más y más fuerte progresivamente mientras que este, enojado, asustado y desesperado tratando de liberarse grita:

—¡Thaxrias! ¡Espera! ¡¿Que vas a hacer?!...¡Thaxrias!... —El Profesor intenta liberarse usando fuerza física—. ¡Malditos tentáculos!

La malvada mujer entonces, levanta sus afiladas manos en dirección al gran núcleo y comienza a canalizar extraños rayos hemomanticos hacia este, como relámpagos rojos; ruidosos y resplandecientes. La gran reliquia procede a resplandecer, y la Academia a temblar como si hubiese un terremoto. Los pilares, columnas y el techo comenzaron a caerse por pedazos, los guardias y estudiantes que estaban dentro salían corriendo y volando despavoridos con el objetivo de abandonarla, o si no esta se les vendría encima.

—¡Demonios! ¡Esto se salió de control! ¡Debemos intervenir o toda la Academia caerá! —Murmuró Aarón nervioso por todo lo que comenzó a suceder; por todo lo que había observado y escuchado, Entonces le dice Lucas: —Estamos en problemas...

—¡Vamos! —Exclama el joven  pelirrojo levantándose y corriendo a través de aquel túnel en dirección a la Profesora traidora—.

Ainz'Razius, estando inmovilizado con su cuerpo mirando en dirección al túnel; observa a los dos jóvenes acudiendo en su ayuda.

—¡¿Que hacen ustedes aquí?!— Les preguntó, atónito al verlos.

Inmediatamente Thaxrias volteó la mirada y se percató de que va a ser atacada, así que dejó de canalizar para girar todo su cuerpo, iniciando asi un combate, inmediatamente el temblor cesó. Aarón estiró su puño al frente con gran fuerza mientras corría, y asi disparó múltiples puntas de cristal para dañar a Thaxrias, pero ella endurece la piel de sus manos y ágilmente las repela todas con una facilidad impresionante. Aarón a pesar de eso sigue corriendo y esta vez, como siempre hace, cubre todo su cuerpo hasta el cuello con cristal invocando dos sables de este mismo material desde sus manos.

—Es uno de esos niños... —susurró Thaxrias estupefacta y preparándose para el encuentro cuerpo a cuerpo. Solo unos segundos después de eso, Aarón dio un salto con impulso para así chocar fuertemente contra la Maestra. Los dos sables impactaron cada uno contra cada mano endurecida, produciendo numerosas y efímeras chispas en el momento tras un sonoro ruido de choque, y una débil onda de viento que levantó sus cabellos. Sus brazos temblaban ante la nivelada fuerza que ejercían y las expresiones crispadas de sus rostros demostraban gran concentración y resistencia. De inmediato ambos parecieron haber pensado al simultáneamente y separando sus cuerpos comenzaron a lanzarse tajos el uno al otro sin asestarse ninguno. Las chispas volaban por todos lados y los impactos creaban fuertes ondas viento mientras que el Profesor Ainz trataba de liberarse de los tentáculos para poder cortar la cabeza de esa desgraciada. De repente aparece Lucas demostrando sus poderes gaiamanticos invocando tres hombres árbol gigantes que corren a apoyar a Aarón arrojándole golpes, patadas y pisadas a la Profesora. Con cuatro enemigos atacando y ella tratando de esquivarlos o pararlos, se presiona tanto que termina cayendo al suelo, donde Aarón trata de darle el golpe final, pero ella le arroja una ráfaga de sangre hirviente desde sus manos; la cual le quema todo el rostro. El pobre muchacho cae cubriéndose la cara con sus manos y aullando de dolor, mientras que el vapor sale de estas. Eso le da tiempo a la Profesora para convertir sus brazos en letales tentáculos carnosos con los que corta en rebanadas a todos esos esbirros, pero por el otro lado también le dio tiempo a Ainz para en un poderoso y anciano grito de guerra activar su esplendorosa aura herromantica; liberándose de los tentáculos de sangre y desenvainando su poderoso mandoble, provocando un hermoso sonido del metal rozando con la funda.