Academia de Asesinos: Ulfar, martillo helado

Capítulo 26: Voodoo, el arte siniestro del combate parte 2

El arte Voodoo, no se sabe cuándo o porque fue creado solo que es parte de la cultura de los pantanos oscuros en el sur y donde sus habitantes tienen fuerte conexión con la naturaleza ignorada por la naturaleza común. Las almas de los difuntos y practicas rituales son parte de estos pueblos que albergan una gran ignorancia sobre el mundo fuera del suyo.

Es un cierto sentido, son artes que busca mantener un grado de equilibrio con el más allá y según estas creencias se consigue gracias al voodoo. Por intermedio de huesos que pertenecían a los difuntos es que los chamanes y brujas adquieren la habilidad de poder entrar en contacto con ellos mediante trances extensos, medianos o cortos. Sin embargo, hay quienes también lo adoptaron para manipular sangre de los vivos, huesos y carne para ocasionar daños graves a su organismo o simplemente controlarlos como si fueran seres sin capacidad de raciocinio.

No son muchos los que creen que las artes voodoo están destinadas a algo más que hablar con los muertos y mantener una vida aislada de otros territorios, pero no son poco los que llegan de otras tierras para aprender lo necesario de las artes. Borful, en su momento como viajero y aprovechando la ignorancia de los pueblos del sur que practicaban el voodoo, los manipuló para que les enseñasen y en un tiempo de dos años pudo aprender lo necesario.

Para esta gente el hecho de que Borful haya aprendido esas artes fue la condena absoluta pues el norteño decidió usar sus nuevas habilidades contra esas personas. Niños, mujeres, hombres, ancianos, nadie quedó vivo tras haber usar descontroladamente el arte voodoo para perfeccionarlo. Borful se jacta de haber aniquilado a todos aquellos que sabían, pero nada más alejado de la realidad pues existen más pueblos en esa zona. Aun así el daño estaba hecho ya que una amenaza sádica y adicta a la batalla había adquirido una habilidad que le permite poner por arriba de cualquiera.

Eso incluye también a Ulfar.

Borful empieza a reírse a modo de burla contra Ulfar y Astold. Asume que es necesario que haya más personas para vencerlo lo cual infla su ego como alguien imparable.

Los dos guerreros intercambian miradas y asientan con la cabeza al mismo tiempo. Acto seguido corren hacia Borful, cada uno en costado. Si Borful ataca a un costado dejaría el otro desprotegido. Si decide defenderse podrá recibir el doble de daño por más que su defensa y capacidad de absorción de daño sea intrigante.

Entonces, Borful decide cruzar sus brazos y recibir de lleno el golpe. Ulfar prepara su puño imbuido en origen del ataque mientras que Astold salta e imbuye su pierna también con origen. Borful usa origen de la defensa y activa su habilidad especial.

Ambos golpean el cuerpo de Borful con una violencia tan grande que sacude el suelo provocando ondas expansivas, ráfagas y toda la nieva se sacude con fuerza. Al golpéale el brazo a Borful, Ulfar siente extraño como si tuviera grasa y no pudiera llegar al hueso para quebrarlo. Sospecha que algo anda mal. Lo mismo con Astold. Se queda atascado con su pierna contra el hombro de Borful:

—¿Se dieron cuenta de mi habilidad especial? —pregunta Borful en tono burlesco. —Son guerreros, pero ciertamente me decepciona la poca percepción y capacidad de análisis en plena batalla.

—Si lo pensamos tiene lógica no poder analizar a Borful como oponente. Tiene conocimientos en artes difíciles de comprender. Además, su habilidad especial logró neutralizar a Markus. Hay que ir por otra vía o estaremos en problemas. —piensa Ulfar.

Los ojos de Borful expulsa un color rojo y luego de su cuerpo produce una fuerza que empuja a los dos unos cuantos metros lejos. Se impulsa hacia el frente y los toma a ambos de la cabeza y se las arrastra contra el frio suelo que tras haber movido la nieva queda el césped al descubierto y también la tierra húmeda.

Mientras las causa daño en sus rostros, Borful se mofa de lo débiles que son y hasta insinúa que Markus ofrecía mayor oposición, algo que sin duda ofende a Astold ya que su capitán es sagrado y toda mención por parte de ese sádico esclavista homicida es un insulto:

—¡Astold, intenta calmarte y prioricemos contraatacarlo! —exclama Ulfar mientras aprieta con fuerza el brazo de Borful para reducir el empuje.

—¡Ya cierra la boca, montañés! ¡estoy intentándolo! —responde Astold. Toma del brazo a Borful y se enroca con las piernas. —¡Veamos si aguantas una pelea con el brazo roto idiota!

—¡Ja! ¡no lo creo! —dice Borful con una sonrisa.

—¡¿Huh?! —deja escapar Astold.

Borful levanta su enorme brazo y avienta el cuerpo de Astold contra el suelo varias veces. Con su otra mano levanta a Ulfar de la cabeza y presiona con fuerza. La sangre de su nariz sale a cántaros mientras lucha para zafarse.

La situación es crítica con todo el daño recibido.

El esclavista no se inmuta solo sonríe. Disfruta. Se entusiasma y hasta en cierta forma, la excitación producida por la batalla es algo que no deja de encandilarlo como beber una fría cerveza en verano o comer carne de alce en un estofado o recorrer la costa fría con la persona que amas, así se siente Borful. Su amor desmedido por la batalla puede igualar a Markus.

Irónicamente Astold piensa que si Borful no fuera el enemigo podría haber sido un gran amigo de Markus.

La gruesa capa de musculo y grasa de Borful lo hace casi imparable y contando a su habilidad aún desconocida para sus enemigos, es como si no tuviera una debilidad. Pero Ulfar insiste con resistir a base de patada al brazo y presionando con sus propias manos.




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