Academia Sobrenatural

Capitulo 1: Viaje a París

Soy Catherine Lyvittza, tengo nacionalidad rusa por parte de mi padre, lo que explica mi extraño apellido.

Mi vida era relativamente normal, acababa de cumplir mis 15 años, tuve mi apropiada fiesta de cumpleaños.

Al siguiente día fui con mi madre al zoológico. Fue una tarde divertida, visité a las tortugas, me asusté con las serpientes y me emocioné con los leones .

¡Mis 15 eran perfectos! Pero no contaba con que en mi día siguiente, cosas raras comenzaran a pasarme, literalmente mi cuerpo comenzó a cambiar.

Recuerdo que ese día busque a mi madre angustiadamente, mientras le explicaba llena de miedo lo que me pasaba, ella simplemente me miro decepcionada y me revelo algo que cambiaria mi mundo.

Ahora de la nada, ¡Literalmente de la nada!.

Me encuentro abordo de un vuelo con destino a Francia. Aun recuerdo la despedida entre lagrimas que tuve con mi madre. Aunque debido a lo llena de dudas que me encontraba en ese momento, apenas derrame algunas.

En el mundo éramos solo mi madre y yo, mi padre había muerto en un accidente cuando era pequeña, lo recuerdo como un hombre tierno y alegre que siempre me hacia reír.

Dejando eso en el pasado, ahora solo me interesaba saber respuestas de todo lo que me había pasado, no tenia ni idea de lo que era un Lowenmesh hasta que mi madre me dio una vaga explicación. Y resulta que ahora debo ir a una academia en París, llena de mas personas como yo.

Le hice muchas preguntas a mi madre.

Pero no me dio muchas explicaciones, me dijo que me enseñarían todo allá en la academia, así que dudosa, me puse mi suéter blanco y empaque una maleta con lo mas necesario, me gustaba viajar ligero, además era una de las que se mareaba y tenia nauseas en los viajes de carretera, por lo que un avión me aterrorizaba, odiaría llegar con las tripas hacia afuera.


Ahora si se están preguntando. ¿Como descubrí que era una mujer león?

Supongo que eso lo dejaremos para después. Porque debo cuidarme de no emocionarme ni exaltarme, ya que al parecer ronroneo como un gatito cuando eso sucede.


Lo único bueno de todo esto es viajar a Francia, siempre he querido visitar la torre Eiffel, además mi avión era uno de los privado.

Cuando entré, estaba dividido por habitaciones y me ubicaron en la ultima de todas.


Mi habitación privada tenia lo básico, al fondo de ella, una cama de dos pisos.


El hombre alto de traje negro que había conducido nuestro auto hasta el aeropuerto también subió al avión y me dijo que permaneciera allí, que el vuelo duraba 10 horas y que la comida se serviría a domicilio. Además de que le había puesto seguro a mi puerta.


Así que como cualquier persona con sentido común, acomode mis maletas en un rincón, me tumbe sobre la cama de abajo porque sufría de vértigo y me bastaba con saber que estaría a miles de pies de altura.


Lo primero que hice fue intentar conectarme al wifi, para mi desgracia tenia contraseña así que no tuve mas opción que encender algo llamado televisión. Hace mucho tiempo que no la veía porque simplemente era aburrida.

Le cambie al canal de dibujos.


Pasado unos minutos, llamaron a mi puerta.


No conteste nada y volvieron a tocar.


-¿Puedo pasar?- Preguntó una voz masculina, me supuse que era el hombre de traje negro.


-Adelante, esta abierto-dije en tono sarcástico


La puerta se abrió y entró el hombre de negro junto con una chica pelirroja, ojos verdes y delgada. Vestida con una blusa negra y gris.

-Ella es tu nueva compañera, acomódense y permanezcan en la habitación. El avión despegara en 10 minutos- termino de decir el hombre de negro mientras cerraba la puerta y le ponía el seguro desde afuera.


Así que ahí estaba yo, una Lowenmesh en un avión privado con dirección a una Academia en Londres, junto una chica pelirroja parada en frente mío.


-¿Entonces, que eres tu?- me preguntó la pelirroja mientras acomodaba sus maletas junto a las mías.


-¿A que te refieres?


-Así que eres una de esas- susurro, mirándome con curiosidad- ¡Que interesante! Seguramente eres de los que acaban de descubrir que son mitad humano y mitad algo mas- me dijo, cambiando su tono completamente- Debes tener muchas preguntas...


-Um... creo que si-le dije. Si tuviera que dar mi primera impresión sobre ella debo decir que era muy sonriente y expresiva, también un poco extraña ya que inmediatamente después de entrar se quito sus zapatos y de un salto subió a la cama de arriba.


Ella estaba colgando la mitad de su cuerpo de la cama de arriba para hablar conmigo y me di cuenta que su cabello pelirrojo era mas largo de lo que parecía.


-Supongo que podría explicarte algo sobre los poderes y las demás especies. ¡Pero es una historia muy, muy, muy larga!


-El viaje dura 10 horas, no hay wifi, así que hay tiempo de sobra- le dije haciendo énfasis en lo triste del wifi.


-¿No hay Wifi?- pregunto exaltada, su rostro cambio a uno preocupado. Algo que me calmo ya que me incomodaba su sonrisa, no es que fuera fea de hecho era una chica bonita, pero digamos que no estaba acostumbrada a juntarme con personas tan enérgicas.


-Si ya lo intente, no hay Wifi ni nada adentro de este avión- expliqué, ya que vi como tecleaba su celular con frustración.


-¡Demonios! Y justo hoy que es el final de mi serie-me dijo ella molesta, mientras revolvía su cabello y mirando al suelo. Mas de la mitad de su cuerpo estaba colgando y poco a poco se resbalaba aunque parecía no darse cuenta- Ahora tendré que evitar miles de spoilers. Mañana va a ser un infierno.


-¡Uy si! que triste. Se lo que estas pasando querida- le dije fingiendo entenderla, mientras a escondidas encendía la cámara de mi teléfono.


Entonces ella se cayó, pero no fue para nada como yo esperaba, en ves de reírme como quería me quede impresionada y sin habla. Cuando la chica resbaló en vez de darse un cabezazo, ella se quedo parada sobre su mano.




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