Las intenciones de Nora eran nobles y realmente necesitaba estar tranquilo pero era imposible ya que a cada segundo me sentía culpable, yo debía protegerlo y no lo hice.
Me tumbé en con las manos en el rostro y me quebré.
- Señor Claremont‐Diaz tiene un segundo? - Era Shaan, el asistente de Henry quien tocó mi hombro y me sugirió ir a hablar conmigo a otro lado.
- No quisiera ser yo quien le de esta noticia pero usted no puede estar acá, ordenes del nuevo rey.
Pensé que se trataba de un mal entendido pero Shaan sonaba muy en serio.
- ¿Y eso por que?
Ni él lo tenía muy claro y que tampoco quería hacerlo pero que si no cumplía perdería su trabajo.
Después de esa extraña conversación quise hablar con el verdadero culpable, Philip.
- Oye necesito hablar contigo ya que no entiendo que es lo que te pasa conmigo o porque no dejas que hermano sea feliz, nosotros no le hacemos mal a nadie solo nos enamoramos y lo sabes...
- Lamento interrumpirte Alex pero la razón de la porque te estoy sacando es simple, no quiero que sigas lastimando a mi familia.
- De que me estás culpando Philip o crees que yo lastimaria a la persona que amo?
- Lo tuyo con Henry no es amor.
Agregando más tarde de que mi relación con el hermano del rey era solo un capricho que estaba de moda. No pude evitar sonreir ante tan estúpido comentario.
- Sabes no vine a pelear contigo por eso no te voy a decir nada pero si te voy a dejar clara una cosa, yo a Henry lo amo y lo voy a sacar de este mundo que tanto daño le ha hecho donde él no puede decidir quien quiere ser y lo han avergonzado toda su vida, lo han humillado y no han permitido que sea feliz, por eso yo voy a cuidarlo y llevarlo a vivir conmigo donde cada vez que viaja se relaja es feliz y es capaz de decirme "te amo" en público cosa que aqui no puede hacerlo.
- Pero esta vez no pudiste salvarlo o no estaríamos en este hospital.
Sabía que me iba a decir algo así pero no le hice caso y lo dejé hablando solo.
- Por qué huyes Alex o no te gustó que te dijera la verdad, porque de no ser por ti no estaríamos en este hospital.
Una rabia incontrolable se apoderó de mi cuerpo pero fui detenido por uno de sus guardaespaldas. Pero cuando estaban a punto de sacarme, una enfermera salió y dijo que el joven príncipe había despertado.
- ¿Y puedo ir a verlo?
Por supuesto que aún era muy pronto para ingresar pero si todo salía bien, tal vez mañana podría verlo.
Después de llorar por horas, por fin la sonrisa iluminaba mi rostro. Estaba muy emocionado por el día de mañana.
Cuando regresé al día siguiente me sorprendió que me dejaran pasar a mi primero.
- De verdad - Pregunté dudoso mirando a todos, en especial a Philip quien se estaba tragando las ganas de golpearme.
Al entrar lo vi acostado algo mareado todavía pero en cuánto él me vio sonrió y se veía hermoso.
- Eres un tonto y no sabes el susto que me hiciste pasar anoche pero que bueno que estás bien, te amo tanto - Lo besé.
Se que esto lo debo decir todo el tiempo pero ese beso fue el más romántico que le he dado en mucho tiempo.
- Te amo - Dijo con su voz aún débil pero fue el "te amo" más tierno que le escuché decir.
Quisimos volver a besarnos pero fuimos interrumpidos por el simpático de su hermano a arruinar el momento.
- Alex creo que deberías dejar que la familia lo visite ahora, así que te voy a pedir que te vayas - En eso Henry tomó de mi brazo.
- No, mi amor tu te quedas el que se tiene que ir es otro, no tengo nada que hablar contigo Philip ni mucho menos con mamá.
Traté de disimular mi sonrisa burlesca que estaba a punto de brotar de mis labios. Pero las palabras de Henry me sorprendieron, jamás pensé que se enfrentaría a su propio hermano, que además era el nuevo rey de Inglaterra.
- No puedo creer que hayas preferido arruinar tu futuro por una relación que no te llevará a ninguna parte.
Pensó que con decirnos tal estupidez nos arruinaría el momento y sin embargo, ni nos inmutamos, es más hasta nos dimos un apasionado beso frente a él.
A Philip no le quedó otra opción que abandonar la habitación.
Ya habían pasado varios días, tres o cuatro como mucho antes de que a mi amor le dieran el alta y juntos nos fuéramos a la casa de Percy.
- Amo que pienses en nosotros pero debo ir al palacio donde espero no encontrarme con nadie pero te voy a pedir algo, quiero ir solo.
- Si por supuesto no quiero que me sigan culpando por lo que te pasó.
Él me miró como si le estuviera hablando en otro idioma. No entendía nada.
- Resulta que el día que te atropellaron y aún no tenía información de ti, Philip aprovechó esa instancia para hacerme sentir culpable de no protegerte y casi lo logra hasta que abriste los ojos.
- Él siempre te va a encontrar algo malo para resfregarmelo en la cara y decirme acerca del mal novio que eres pero sabes que... yo se que no eres un mal novio, te amo - Me dio un corto beso y esperó a que Shaan lo fuera a buscar, mientras que yo regresaba a la casa de Percy.
- Oye veo que lo estás pasando muy bien, cuéntame como va a tu relación con el príncipe Henry - Dijo Nora.
- Eso creo que ya ronda en la barrera de lo personal pero cada día me enamoro más de ese hombre.
- Y a que hora va a llegar tu príncipe?
Que buena pregunta hizo mi amiga, porque la verdad no tenía muy claro a la hora de él llegaría. Se estaba demorando por lo que llamé y le llené su teléfono de mensajes pero no hubo respuesta.
- No quiero sonar ansioso pero esta demora me está volviendo loco Nora, no lo habrán encerrado en su torre?
- Tendrás que averiguarlo y ve por tu hombre.
Sin más preámbulo, tomé el auto del dueño de la casa y fui en busca de Henry. Toqué a la puerta y ahí estaba parado con una bata puesta.
- Mi amor que haces aquí y por qué estas en pijama y dónde están tus cosas?
- No podré ir contigo Alex y es más creo que no debemos vernos más.