Acaso Dije Que Sería Fácil?

::Cap 33:: Al Ritmo Del Amor

Después que ambos elegimos los anillos más hermosos que pudiera tener ese lugar, él y yo estuvimos paseando libremente por las calles de Londres como si fuéramos dos personas totalmente anónimas en este mundo, algo que siempre buscábamos.
Al caer la noche él me llevó al mismo museo en el que bailamos bajo las estatuas la vez que creí que ya no podríamos estar más juntos o el lugar en donde le prometí que escribiriamos nuestra propia historia.
- Que hacemos aquí mi amor, o quieres que volvamos a bailar bajo estas estatuas?
- Quiero que aquí sellemos nuestro amor.
Sonreí como un tonto al no saber que quiso decir Henry con querer sellar nuestro amor en este lugar.
- Que me miras de esa manera cariño o no entendiste el mensaje - Se acercó a mi tocó mi mejilla y se acercó a darme un beso.
- La verdad es que no te entiendo pero me gusta como aplicas el misterio en tus conversaciones, ahora me puedes explicar que es lo que quieres decir con eso de sellar nuestro amor aquí. 
- Eres tan ingunuo mi amor lo quiero decir es que quiero hacer oficial nuestro compromiso aquí en donde realmente comenzó nuestra historia, donde aquí se supo la verdad de nuestro y no por los correos, fue aquí en este museo y que mejor lugar para decirte "si acepto" que este no hay.
Ahora si que entendí el mensaje por lo que me arrodillé y por tercera vez le pedí que se casara conmigo y aunque nuestros anillos fueron hechos para cuando ya estemos casado, los usé para comprometerme oficialmente con su alteza real.
El nerviosimo era evidente que ninguno de los dos podía dejar de sonreir pero la suya iluminaba todo el lugar.
- Que lástima que hayan cámaras de seguridad ya que me hubiese encantado quitarte la ropa y hacerte el amor como nunca te lo hecho mi amor.
- Conozco un mejor lugar - Murmurándome al oído y posteriormente tomó de mi mano saliendo así del museo.
Estaba intrigado y necesitaba saber a donde me estaba llevando.
Caminamos un buen rato hasta llegar a un mirador.
- Que hacemos aquí mi amor?
- No preguntes cariño y solo sígueme.
- Como usted diga su majestad.
Después de sentarnos unos momentos en silencio contemplado la hermosa vista de la ciudad comenzamos a besarnos y a acariciarnos, acciones que lentamente comenzaron a subir de intensidad y lentamente sentí como se recostaba sobre mi con una de sus manos entre mis piernas por encima de mi pantalón haciéndome soltar un pequeño gemido para luego bajarlos y hacerme sexo oral.
Para ese punto ya estaba entregado y solo quería hacerle el amor por lo que en cuanto encontré una oportunidad me lo quité de encima y le hice lo mismo.
Ahora yo quien estaba sobre él mientras le besaba sus labios, su cuello, su pecho, su abdomen hasta llegar al pantalón donde, al igual que él, le practiqué sexo oral. Para luego bajarle su pantalón hasta la altura de las rodillas abriendo sus piernas.
- Estas seguro que quieres hacerlo aquí? - Le pregunté para que después no hayan dudas y se arrepienta.
Henry solo asintió con la cabeza y sin más me acomodé sobre e intenté poder entrar y sin embargo, no pude, el problema que tuve hace algunos meses, había vuelto.
- Qué ocurre cariño?
Rápidamente me quité de encima dándole la espalda a quien se suponía era el amor de mi vida.
- No pude hacerlo?
Fueron las únicas palabras que pude decirle antes de que mi voz se quebrara.
- Tal vez el problema soy yo - Decía él con tristeza y para ese punto comenzaba a creer que él tenía razón.
- Perdón.
- Oye, vamos a solucionar esto solo hay que tener un poco de paciencia y hacer algún tipo de tratamiento pero esto no es impedimento para que nos amemos o si?
- No por supuesto que no pero lo más extraño es que con... con Nicole si pudo funcionar.
Pensé que con eso se enojaría y dejaría de hablarme pero no, simplemente se sentó junto a mí y envolvió mi cuello con ambos brazos mientras me besaba la mejilla.
- Te amo - Me decía al oído.
De pronto aquel momento se rompió drásticamente cuando una luz cegadora invadió el manto de la oscuridad.
Eran dos policías quienes con sus linternas rondaban en el lugar.
- No se muevan, están detenidos
- Hay algún problema oficial?
- Ustedes están invidadiendo propiedad privada, ahora dense vuelta y acompañenme.
Y así fue como ambos terminamos en un calabozo de la policía. Estaba tan enojado con Henry que no quería ni verlo a pesar de estar encerrados en la misma celda.
- Mi amor estás bien o al menos dime algo.
- Que quieres que le diga su majestad, su lugar tan secreto nos trajo a este lugar, bravo.
Minutos más tarde los mismos oficiales que hace un rato nos arrestaron volvieron porque habían cometido un error.
- Príncipe Henry por favor disculpenos no sabía que usted no lo reconocimos al estar vestido de civil, puede salir.
Cuando pensé que los dos saldríamos libre de esto, los mismos policías me detuvieron argumentando que solo el príncipe podía ser liberado solo por el simple hecho de formar parte de la realeza.
- Esto tiene que ser una broma, o sea si Henry hubiese matado a alguien esta noche, él podría quedar impune?
Realmente no podía entender como funcionaban las cosas en este país, él era tan humano como todos en esta habitación.
Aquella situación la encontré bastante injusta porque hasta yo siendo hijo de la mayor autoridad dentro de mí país podía ser arrestado como cualquier mortal, ya me había ocurrido otras veces.
- No, no voy a dejar que me liberen si no es con mi novio o nos liberan juntos o yo me quedo.
- Pero señor usted no debería pasar ni un segundo en prisión son órdenes que vienen del palacio.
Ante la negativa de los policía Henry seguía con la idea de quedarse conmigo hasta que finalmente logró convencerlos no sin antes hacer una llamada.
En cuanto él regresó le pregunté por rayos había vuelto si ya estaba libre.
- No me iba a ir sin ti, te amo.
- Tu de verdad estás loco y así es como me encantas pero eres un tonto, te amo.
- Lamento haberte puesto en esta situación pero mañana por la mañana ambos seremos liberados ahora deberíamos poder dormir un poco.
- Entonces yo dormiré en suelo y tu si quieres te quedas en la banca es más comoda.
Aceptando de inmediato sin saber que durante la larga noche él se acostaría junto a mi en el piso.
- Mi amor que haces?
- No te iba a dejar solo acostado en este lugar tan sucio, serás un plebeyo pero sigues siendo un humano y mereces dignidad.
En ese momento ambos nos quedamos viéndonos a los ojos como si estos quisieran decirnos algo.
Fue ahí donde entendí que debíamos terminar con lo que empezamos en el mirador. Me coloqué sobre él e hice exactamente lo mismo que ocurrió hace unas horas donde nuevamente le practiqué sexo oral, aprovechando de que estábamos solos en esa celda fui que decidí quitarle por completo sus pantalones para yo poder finalmente hacerle el amor como se merece.
Fue como algo mágico ese momento todo parecía ir perfecto, mis movimientos fueron suaves y lentos hasta que poco a poco fueron aumentando su intensidad.
- Te amo - Le decía después de cada beso apasionado que le daba mientras él y yo lo hacíamos al ritmo del amor. 
- Te gusta? - Era otra cosa de las que le decía constantemente.



#1672 en Fanfic

En el texto hay: amor gay

Editado: 12.03.2024

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